El turismo en Canarias sufre por centrarse en los turistas de tres mercados emisores: Reino Unido, Alemania y los países nórdicos. Durante años, los viajeros procedentes de estos países llenaban los hoteles del archipiélago en busca de desconexión y buen tiempo. Su situación económica se lo permitía, pero ahora, todos estos factores están cambiando y llevando al turismo de Canarias a recibir cada vez menos turistas de estos mercados.
Así es que la previsión de reservas para este verano en Tenerife se ha reducido hasta el 78%, es decir, cinco puntos porcentuales menos que en el año pasado, cifra el gerente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), Juan Pablo González. Pero eso no les lleva a hablar de que el sector en la isla vaya mal. González explica que “no es el momento de decirlo” porque “la palabra que más se adecua a esta situación es incertidumbre”. Una situación que está siendo provocada por tres elementos: la salida de Reino Unido de la Unión Europea, la recesión económica de algunos países y el cambio climático.
El más que previsible brexit duro ha generado una primera devaluación de la libra que, según argumenta el gerente de Ashotel, “puede tener una repercusión en las expectativas de compra, principalmente a los niveles más bajos”.
Pero este no es el único elemento que está “generando una situación de peligro” en el archipiélago, afirma. Lo son también la desaceleración económica que se está viviendo en Alemania, las altas temperaturas que se están registrando en los países nórdicos y los movimientos de “ultrasostenibilidad” que están surgiendo en estos países.
Los alemanes están modificando sus patrones de compra, explica González, un comportamiento que achaca al posible anticipo de una nueva recesión y por el que está cayendo la demanda.
A este asunto cabe añadir las altas temperaturas que se están registrando en el norte del continente. Según explica el presidente de la Asociación de Expertos en Empresas Turísticas, Domènec Biosca, este buen tiempo está provocando que europeos pasen el verano en sus propios países o “en los países limítrofes porque las temperaturas se lo permiten”, añade González.
Movimientos de ultrasostenibilidad
El cambio climático y las consecuencias que empiezan a asomarse está provocando también un cambio en la mentalidad de los ciudadanos que, en algunas ocasiones, lleva a hablar de ultrasostenibilidad.
Se trata de un movimiento extremista que lleva a los ciudadanos a “tener vergüenza de volar”, expone González, por los altos niveles de contaminación que emiten los aviones.
El gerente de Ashotel considera que “las cosas no se resuelven a las bravas” e insiste en la necesidad de atacar la contaminación, pero trabajando en la creación de destinos más sostenibles. Para él, las medidas pasan por que los hoteles puedan abastecerse de energía renovable e instalar políticas de reducción de consumo de plástico, de agua, el ahorro energético, etc. y que cada persona sea un ciudadano sostenible. Un asunto en el que los hoteles de la zona están trabajando porque “la sostenibilidad no solo es una pegatina en la puerta, es un conjunto de medidas”.
Bajada de precios
Ante todo este conjunto de factores, algunos hoteleros canarios se han visto en la obligación de lanzar ofertas puntuales con las que poder salvar la temporada de verano. Y es que algunos de ellos han llegado a ofrecer descuentos del 40%.
Sin embargo, no se trata de una práctica generalizada de todos los establecimientos de la región. En Ashotel manifiestan que puede haber establecimientos que estén “lanzando ofertas”, pero que la media no está registrando una bajada.
Esta rebaja no quiere decir que se esté dando una “situación de alarma”, resta importancia Biosca. Es simplemente que cuando ven que bajan las reservas, afinan los precios de venta y los costes “para que la empresa no quiebre”. Además, destaca no se está realizando un descuento generalizado. “Hay hoteles que no han bajado nada sus precios y otros que están negociando con turoperadores para afinar el precio del paquete un 10% o un 15%, pero los descuentos del 40% son casos extremos”.
La temporada de verano está llegando a su fin y aunque agosto es el mes de más reservas, los hoteles canarios tienen ya los ojos puestos en la siguiente temporada, la de invierno. En esta, “las ventas también van más lentas de lo que se espera”, afirma González, porque la gente está “más expectante”. Habrá que esperar a ver cómo avanza esta temporada pero profesionales del sector, como Biosca, alertan de que “no será un año brillante”.