¿Es mejor tener poca cantidad, pero de calidad? ¿O al revés? Esa es la pregunta que llevan un tiempo haciéndose diversos colectivos dedicados al turismo en España. Conforme pasaban los años, se decantaba cada vez más por la primera opción, la más rentable, pero que necesita más inversión. Un gasto económico en el que cada vez participan más los fondos y las socimis.
En los últimos cinco años estas entidades invirtieron 13.669 millones de euros en el sector, destaca la Mesa del Turismo en un análisis sobre la coyuntura turística de nuestro país. Una media anual de 2.733 millones de euros, cantidad que, ante la incipiente necesidad de mejorar los servicios ofrecidos, se ha duplicado.
Así es que los fondos prevén invertir 5.000 millones de euros en el sector turístico español este año con el objetivo de aumentar la calidad de las instalaciones y especializar su oferta para que su competitividad frente a otros destinos "no se base solo en el precio", destaca el análisis.
Los fondos y las socimis se han convertido en los nuevos socios del sector turístico español, aunque estos no se limitan únicamente a inyectar dinero, sino que participan además en la gestión empresarial y estrategias, enfocadas a la calidad.
Pero, ¿qué es calidad turística? Según Intedya (empresa especializada en la consultoría, formación, auditoría y sistemas de normalización en materia de calidad), son un conjunto de requisitos que afectan a muchos niveles de las organizaciones y que aportan "prestigio, diferenciación, fiabilidad, rigurosidad y promoción".
Captar 20.000 millones anuales
España ya se percibe como un destino de calidad, pero todavía no está consolidado. Para ello, The Shopping & Quality Tourism Institute presentó a finales de 2018 el Plan Estratégico para el Turismo de Compras y de Calidad en España. Este proyecto propone una serie de medidas a desarrollar en tres años y tiene como objetivo incrementar la llegada de visitantes extracomunitarios y generar 20.000 millones de euros más cada año.
Actualmente, los nueve millones de turistas que llegan cada año a España procedentes de países extracomunitarios representan el 12% del total de visitantes, pero aportan solo el 22% de los ingresos turísticos (17.000 millones).
De esta forma, el plan permitiría incrementar cada año ese número de visitantes hasta los 20 millones y generar unos ingresos de 37.000 millones, lo que supondría un 38% del total de ingresos turísticos.
En definitiva, organizaciones públicas y privadas trabajan para consolidar a España como un destino turístico de calidad, en el que los turistas se dejen importantes cantidades de dinero y al que les apetezca volver por la oferta y el buen trato que reciben durante su estancia.