El archivo de la demanda contra Meliá por el levantamiento del Título III de la Ley Helms-Burton es un precedente que, posiblemente, mitigará las intenciones de otras familias de presentar demandas contra las hoteleras españolas. El sector celebra la noticia, pero la novela no ha llegado a su fin ya que todavía hay un actor que podría entrar en escena próximamente. Se trata del gobierno cubano.
De momento se desconoce los intereses de este, pero sin duda su actuación marcaría el futuro de la economía en la isla y de las empresas internacionales que operan en ella.
Según ha comentado un experto en el asunto a EL ESPAÑOL, la balanza se inclinará a favor de los hoteleros o de las familias a las que se les expropiaron terrenos en función de los intereses del gobierno del país. Si le interesa más tener a las empresas allí, no se meterán en el tema o incluso les facilitarán el camino hacia la victoria en los tribunales; si por la contra le interesa recuperar esos terrenos, se inmiscuirá en el asunto y peleará por ellos.
La fuente consultada por este diario desconoce cual será su prioridad, pero cree que no le interesará meterse en el asunto. Y es que Meliá, Barceló, Iberostar y las demás empresas presentes en Cuba posicionan a la isla como un referente a nivel turístico, cerrando el 2018 con 4,7 millones de turistas, según el anuario estadístico publicado por la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba.
Se trata de marcas internacionales que llevan más turistas y divisas a la región. Concretamente, Meliá cuenta con 34 hoteles en la región, que ingresaron 14,4 millones de euros; y Barceló, con tres.
Un precedente
Independientemente de las actuaciones que lleve a cabo el gobierno cubano, el archivo de esta demanda supone un precedente, una primera victoria para el sector turístico privado con intereses en la isla.
Sin embargo, Meliá nunca temió a estas demandas. Según informó hace unas semanas a este diario, la hotelera estimaba la "existencia de sólidos argumentos para que sea archivada por razones de jurisdicción y competencia". Precisamente, la falta de jurisdicción y de competencia internacional de los tribunales españoles fue la causa que provocó su archivo.
Cabe destacar que esta resolución no es firme y se puede interponer contra ella un recurso de apelación, un asunto que tampoco quita el sueño a la hotelera porque, como reconoció hace semanas a este diario, también cuenta con "argumentos para lograr su desestimación" en caso de que tengan que pasar a esa frase procesal.
Despreocupación en Barceló
El optimismo de Meliá también se respira en otra de las hoteleras a las que descendientes de familias a los que el gobierno cubano expropió terrenos anunció que demandaría. Es el caso de Barceló.
La empresa tiene las espaldas cubiertas porque, según explicaron fuentes de la compañía, hace unos meses a EL ESPAÑOL, cuando Barceló inició los procesos para operar en Cuba "pidió dictámenes a despachos de abogados norteamericanos" con el objetivo de "tener mayor seguridad de que no existía ninguna propiedad afectada por una expropiación".
Una tranquilidad que se mantiene porque cuatro meses después de producirse el levantamiento del Título III de la Ley Helms-Burton y dos meses después de que la familia Trinidad firmase una reclamación contra la empresa, todavía no han recibido notificación alguna.