El coche eléctrico necesita impulsos externos para ser una realidad en España. En concreto, ayudas a la compra y al acceso a las infraestructuras de recarga. De esta forma, su entrada en el mercado sería, al fin, "relevante".
Así lo creen desde el sector del automóvil, que señala con preocupación la caída en la venta de coches en julio por primera vez en la historia. Un dato que genera inquietud y nerviosismo por la "imperante" necesidad de renovación del parque.
Hace pocos días, el propio consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ponía el foco en este tema: "Si la gente demora la decisión de comprar coches, sigue con el viejo, que consume más", reclamaba, haciendo hincapié en que el Ejecutivo no debía mandar mensajes que generaran miedo a los posibles compradores.
"Es necesario renovar el parque con vehículos más eficientes y generar una mayor demanda e interés para estos vehículos electrificados y alternativos, las dos claves que ayudarán a mejorar la calidad del aire en las ciudades. Estos vehículos representan menos del 1% del parque mientras las ventas de vehículos antiguos no dejan de crecer", apuntaba este martes el vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero, en una carta publicada en el blog de la asociación.
En este sentido, los fabricantes de automóviles hablan claro: el sector necesita un plan de ayudas para ver cómo las ventas se incrementan. A juicio de Armero, es necesario aprobar un "plan de choque" que promueva la renovación del parque y, a nivel nacional, un plan de ayudas al vehículo electrificado y alternativo, "bien dotado económicamente y estable en el tiempo, para que no haya distorsiones en el mercado".
1.000 millones en subvenciones
Las peticiones del sector no van desencaminadas con los objetivos del Gobierno. Al menos si hablamos de intenciones. En este sentido, según los cálculos del Ejecutivo, contemplados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Cima (PNIEC), en España circularán 5 millones de vehículos eléctricos en 2030, el 15% del parque móvil.
Para ello, y según consta en el PNIEC enviado a Bruselas, el Gobierno prevé poner en marcha un plan de 1.000 millones de euros para subvenciones de vehículos eléctricos durante cinco años. El plan entraría en vigor entre 2021 y 2025, por lo que se dedicarían 200 millones de euros al año a este menester.
En ese mismo Plan, el Ministerio que preside en funciones Teresa Ribera contemplaba además que 1.000 estaciones de servicio instalaran puntos de recarga, eso sin contar con los planes de las empresas. Estas estaciones de servicio, aquellas con un volumen superior a 5 millones de litros, suponen cerca del 9% de la red total, y están ubicadas en centros de gran población.
No obstante, de momento estas cifras no son más que papel, y desde el sector del automóvil lo saben. Por eso, dirigen sus peticiones al Gobierno que se forme para que impulse de forma real estos planes. "Necesitamos políticas proactivas, que avancen en este cambio, con inversiones públicas que incrementen la competitividad de España, también a través de la fortaleza de su mercado", reclaman los fabricantes de vehículos.
Una petición que, con los despachos en funciones, tardará en ser escuchada. Está por ver si da resultado.