Telefónica ha anunciado este miércoles la compra de la mitad del negocio de alarmas de Prosegur, confirmando su apuesta por un mercado en el que, hasta el momento, actuaba como intermediario. Una apuesta que puede parecer sorprendente para una compañía de telecomunicaciones, pero que se entiende dentro de su estrategia de convertirse en un proveedor integral de servicios digitales.
La clave de la adquisición -que se ha cerrado por 300 millones de euros- la encontramos en el concepto de seguridad global. Telefónica tiene una de las estructuras más sólidas en seguridad digital y uno de sus objetivos es blindar los hogares de sus clientes, a todos los niveles. También el físico.
La compañía apuesta por un hogar conectado y por el IoT de la mano de su dispositivo Movistar Home y de Aura, un puzzle en el que las alarmas del hogar encajan perfectamente para completar el universo de la vivienda de la mano de la tecnología de Telefónica. Una estrategia en la que los datos de los clientes juegan un papel protagonista.
Según indicaron Prosegur y Telefónica, el acuerdo tiene como objetivo "capturar esta oportunidad (de crecimiento), dado el gran encaje estratégico y la complementariedad de las aportaciones de ambos socios", dando lugar a una "asociación con vocación de liderar el crecimiento de este sector".
Securitas Direct lidera
En estos momentos, Prosegur es el segundo actor del mercado con unas 200.000 alarmas instaladas y aproximadamente el 10% del mercado. La compañía que ha comprado Telefónica le saca 100.000 alarmas al tercero, Tyco ADT, pero está muy lejos de Securitas Direct, el omnipresente líder con más del 50% del mercado y una estrategia de marketing de máxima visibilidad en medios de comunicación.
Pero Telefónica tiene un as bajo la manga y son sus cinco millones de clientes conectados con Movistar Fusión, es decir con al menos una línea telefónica fija, una móvil y banda ancha, además de televisión en la mayoría de los casos.
Es un mercado que ya paga mensualmente a Telefónica una media de 88,5 euros (según datos de sus últimos resultados semestrales) y que se pensaría seriamente contratar una alarma si se incorpora en un paquete convergente. La media del coste de las alarmas ronda los 40 euros al mes, por lo que si Movistar ajusta este valor a un paquete completo, podría tener una importante ventaja competitiva.
En Telefónica no dan pistas respecto a sus futuros planes de crecimiento y de comercialización de sus alarmas, pero indica que sus propios canales de venta -uno de los más activos del mercado- será complementario a los acuerdos que ya tiene Prosegur para vender sus alarmas junto con entidades financieras o de seguros.
Prosegur facturó 108 millones
Del mismo modo, en el sector de las alarmas existe el convencimiento de que hay un gran margen de crecimiento. Actualmente España es el cuarto país del mundo por número de alarmas instaladas, solo por detrás de Estados Unidos, Japón y China, lo que le da un potencial de crecimiento “enorme”, según indican desde Telefónica y Prosegur.
En los últimos ejercicios, "el mercado español de alarmas ha experimentado importantes tasas de crecimiento", según ambas compañías. "Esperan que dicha tendencia se incremente durante los próximos años debido al papel fundamental que jugará la seguridad en el hogar conectado", señalan.
En el caso de Securitas Direct facturó 589 millones de euros en 2017 y ganó 92 millones, mientras que Prosegur Alarmas, la compañía que ha comprado Telefónica, facturó 108 millones de euros en 2018, un 12,5% de crecimiento en un año.
Hablamos de un mercado total de unos 1.000 millones de euros, una cuantía nada desdeñable para Telefónica, cuya cifra de negocio está cercana a los 12.000 millones de euros en España.