¿Cuándo llegará Virgin al mercado español? Es uno de los secretos mejor guardados del sector y uno de los movimientos más temidos por algunas operadoras. El CEO de Euskaltel, José Miguel García, ya mostró sus primeras cartas en agosto con una agresiva oferta por 20 euros. Un movimiento que, sin embargo, no garantiza un desembarco inminente de la nueva marca con la que la operadora vasca espera competir en toda España.
Las informaciones confirmadas por EL ESPAÑOL indican que lo que hace dos meses era un agresivo plan para llegar rápido a toda España ha sido sustituido por una estrategia más pausada, con operaciones escalonadas y puntuales y con Virgin conviviendo con las marcas de Euskaltel (Euskaltel, R y Telecable) en vez de sustituirlas.
El primer efecto es que se retrasa la llegada de Virgin a España. El objetivo de José Miguel García al ser nombrado consejero delegado de Euskaltel por Zegona era lanzar Virgin antes de que finalizara 2019, pero el nuevo calendario ha retrasado el comienzo de sus operaciones para mediados de 2020.
En sus resultados del pasado semestre, la compañía reconoció públicamente que era una opción utilizar la marca Virgin y que se enmarcaba dentro de su estrategia de expansión nacional, aunque se negaron a dar fechas concretas de esta ejecución. Su roadmap presentado a los analistas incluía una primera fase con la formación de un nuevo equipo directivo, una segunda con el refuerzo del negocio actual y una tercera etapa con fecha indeterminada para su expansión.
Faltan recursos
De esta manera, se confirma este cambio de rumbo en el que la agresividad con la que Zegona forzó la salida del anterior CEO, ha dado paso a la consolidación de la expansión realizada por el antecesor de José María García en el cargo: Francisco Arteche. Es decir, consolidar su presencia en Galicia y empezar a desarrollarse en Cataluña (gracias al acuerdo con RACC), León, Cantabria y La Rioja.
¿Qué ha pasado? Las fuentes consultadas indican que estamos ante un problema exclusivamente de dinero y de sobrevaloración de la fuerza de Euskaltel. Antes de desembarcar en la compañía, José Miguel García tenía trazado un plan muy agresivo de expansión y de desembarco casi inmediato de Virgin, no obstante, la realidad le ha hecho constatar que los recursos de Euskaltel son más escasos de lo que pensaba.
La compañía redujo sus ingresos hasta los 334,5 millones de euros en el primer semestre de este año, lo que se tradujo en una caída del 20% de sus beneficios hasta los 22,9 millones. Unas cifras peores de lo esperado que se suman a un pasivo de casi 2.000 millones de euros con 1.388 millones de deudas a largo plazo y 185 millones de deudas a corto plazo.
Con estos números es difícil seguir endeudándose ya que deben pagar 42,5 millones de euros al finalizar este año y otros 87 millones antes de que termine 2020. En caja la compañía no tiene demasiada liquidez, pero cuenta con una línea de crédito disponible de 150 millones que se suma a otra de 49,25 millones a corto plazo.
Coste de redes
La propia operadora reconoce además que invertir en la expansión no es barato. En sus cuentas del primer semestre indica que las inversiones a 30 de junio de 2019 han sido de 72,9 millones de euros, “superiores en cinco millones de euros a las del mismo periodo del ejercicio anterior”. Un desembarco exitoso en toda España solo sería posible con una estrategia de precios muy bajos, lo que implicaría una estructura de costes menor o grandes inversiones.
El diagnóstico es que una estrategia de precios bajos podría agitar el mercado, pero que a la larga terminaría por hacer un gran daño a las cuentas de Euskaltel, que durante el último semestre han presentado síntomas de agotamiento.
La primera gran traba con la que se encontrarán Euskaltel y Virgin en su posible expansión nacional es que no tienen redes propias fuera de las regiones en las que opera, ni de internet ni de móviles. Hasta el momento trabajan con Orange y todo parece indicar que la compañía francesa seguirá siendo su proveedor, pero los costes no serán los mismos.
No es igual alquilar redes para desplegar en Galicia, Asturias o pequeñas regiones, que intentar hacerlo en Madrid, Barcelona o Valencia. Los cálculos del mercado indican que el coste estimado de utilización de redes ajenas es entre cuatro o cinco veces mayor que el de usar redes propias.
¿Tiene dinero Zegona?
Mientras los números reflejan que Euskaltel no tiene dinero para costear una expansión nacional, la duda está en saber si Zegona, su principal accionista e ideólogo de esta estrategia, tiene los recursos necesarios.
En enero, el fondo consiguió ampliar capital por 114 millones de euros más dos préstamos por 33 millones, de los que se ha invertido buena parte en comprar las acciones necesarias para ser el primer accionista de Euskaltel. Por ello, queda poca liquidez para otras partidas.
Para su desembarco Virgin necesita inversión en márketing, redes sociales, cartelería, promociones y puntos de distribución. Unas necesidades que explican este retraso en el calendario de despliegue y que les obligarán a un aterrizaje suave en España. Esto significa que Virgin compartirá protagonismo con las marcas de Euskaltel, que su desembarco se hará primero en ciudades puntuales y que en una primera fase solo se atacará el segmento de los móviles.