Thomas Cook se ha declarado en quiebra. El operador turístico más antiguo ha decidido iniciar un proceso de administración concursal con vistas a su liquidación tras no lograr la recapitalización de urgencia que necesitaba. En total, 226 millones de euros que debían ser inyectados para poder garantizar las operaciones a corto plazo y que no ha sido posible obtener.
La compañía "ha cesado sus operaciones con efecto inmediato", según ha indicado la Autoridad de Aviación Civil (CAA) en un comunicado. Esto supone la cancelación inmediata de todos sus vuelos a nivel mundial, así como la cancelación de todas las reservas que había previstas en los hoteles.
Ha sido la propia Thomas Cook la que ha hecho el anuncio en Twitter. Se dirige así a los más de 600.000 afectados en todo el mundo, de ellos 150.000 británicos que en este momento están a la espera de que el ejecutivo del Reino Unido tenga capacidad para repatriarlos.
Será la mayor operación de repatriación de británicos desde la II Guerra Mundial, y se calcula que durará hasta el próximo 6 de octubre. Supone poner en marcha el doble de los efectivos movilizados en 2017 cuando quebró la aerolínea Monarch, y obligó a fletar 567 aviones para repatriar a 84.000 personas.
El operador tiene 22.000 trabajadores en todo el mundo, de ellos 9.000 están en Reino Unido.
En la mañana del pasado domingo, accionistas y acreedores de la empresa se citaron en un despacho de abogados del centro de Londres en busca de una solución. Según informa Preferente, en ella trataban de vender el negocio escandinavo del grupo o parte de la flota, por la que Lufthansa había mostrado interés.
Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, el director de la compañía, Peter Fankhauser, decidió anunciar la quiebra del grupo turístico que cuenta con 178 años de historia. También aprovechaba para disculparse en el comunicado emitido: "Me gustaría pedir perdón a nuestros millones de clientes, miles de empleados y socios que nos han apoyado durante tantos años".
La compañía había logrado el apoyo financiero del grupo chino Fosun para poner encima de la mesa algo más de 1.000 millones de euros. Sin embargo, los bancos exigían otros 227 millones de euros adicionales que no llegaron jamás.
El primer ministro británico, Boris Johnson ha señalado que la caída de Thomas Cook plantea dudas acerca de la motivación que tenían sus directivos para evitar la quiebra, y reclama analizar si estaban "lo suficientemente incentivados" para buscar soluciones.
Plan de emergencia en España
Para España, el cese de la actividad de Thomas Cook puede suponer un agujero financiero para decenas de hoteles que operan (muchos de ellos en exclusiva) con el mayorista, especialmente en las islas Baleares y Canarias.
Sólo en nuestro país el operador turístico cuenta con 50 establecimientos con su nombre (3.150 en todo el mundo). La capacidad en España es de 11.500 habitaciones, lo que supone su principal punto de negocio.
La ministra de Turismo, Reyes Maroto, ya ha anunciado que en los próximos días habrá una reunión con las Comunidades Autónomas para analizar la situación. Así mismo se estudia cuántos turistas españoles están en el extranjero viajando con Thomas Cook, y se pondrá en marcha un plan para repatriarlos y traerlos de vuelta a España lo antes posible.