Son las nueve de la noche. Usted acaba de salir del trabajo y ha quedado a cenar con su grupo de amigos en un nuevo restaurante de la ciudad. Quiere buscar la ubicación exacta del local y avisar a sus colegas de que está en camino. Sin embargo, antes de que pueda abrir Google Maps, su teléfono móvil se apaga. Se ha quedado sin batería y no recuerda cómo ir al punto de encuentro, ni puede contactar con sus amigos para avisarles de su situación.
Una situación cada vez más habitual en la sociedad presente, en la que el teléfono móvil se ha convertido prácticamente en una extensión del cuerpo humano, y en el que se hace un uso constante del mismo. Por ello, que se descargue por completo su batería es una problemática real a la que se enfrentan sus usuarios, y a la que algunos casi les produce pavor.
Según un estudio de Huawei publicado el pasado año, más del 50% de los españoles se queja de que la batería de su smartphone les dura menos de 24 horas, y el 10% aseguran que les dura menos de 10 horas realizando un uso intensivo. Además, el 60% de los usuarios no sale de casa sin cargar el móvil por completo, y el 20% lo enchufa más de tres veces al día. Pero este miedo a quedarse sin energía está cerca de acabar.
¿Por qué? Porque tres jóvenes emprendedores creen tener la solución. Ellos han creado Bat2go, una start-up que te permite alquilar baterías portátiles en cualquier punto de la ciudad y devolverlo en otro distinto. Sólo hay que descargarse su aplicación, buscar el lugar con máquinas expendedoras más cercano, escanear su código QR y enchufar la batería con alguno de los tres tipos de puertos que ofrecen (Lightning de iPhone, USB-C y USB corriente).
Así, puedes cargar la batería durante el tiempo que necesites, pagando un céntimo por minuto durante los primeros 30 que lo uses. Para devolverla, el proceso es igualmente sencillo. Basta con encontrar un local con máquinas expendedoras de Bat2go e introducir la batería utilizada en cualquiera de las ranuras vacías.
Un equipo pequeño y joven
Rafael Vázquez, Yong Li y María Moreno son las tres mentes detrás de Bat2go, y los únicos trabajadores que tiene por el momento la empresa. Para Rafael y Young Li, está no es la primera aventura dentro del mundo del emprendimiento, aunque sí lo es para María.
Rafael es el CEO (Chief Executive Officer), y a sus 28 años acumula una gran experiencia dentro del ámbito de las start-ups, siendo partícipe de varias de ellas, siempre desde el apartado comercial, colaborando en la expansión de estas marcas.
Yong Li es el COO (Chief Operating Officer) y lleva emprendiendo desde los 21 años, hace ya cuatro. Comenzó con dos autoescuelas para luego abrir un negocio con el que importaba cosas desde China, su país de origen, y las vendía en España. Más tarde, creó Winner Project, especializada en eventos para la comunidad china en el territorio español, y abrió varias tiendas online.
María tiene 27 años y es la CMO (Chief Marketing Officer). Trabajó en el Grupo PSA (Peugeot, Citroen u Opel, entre otras) donde se ocupaba del Marketing Digital de la compañía para toda España y Portugal. Aunque llevaba tiempo queriendo emprender, no lo hizo hasta que se incorporó a Demium Startups.
Demium es una incubadora de start-ups que junta talento con ideas, de forma que a ningún proyecto le falte ingenio para desarrollarse. Allí se conoció el equipo de Bat2go, aunque la idea, en este caso, sí que era suya.
Este proyecto nace de la necesidad de los creadores de alargar la duración de la batería de sus propios móviles. “También he hablado con amigos míos, que trabajan en restaurantes, y es muy típico que los clientes les soliciten un cargador, y eso es una responsabilidad grande para ellos”, explica Yong Li.
Estudiando su idea, se dieron cuenta de que España era el lugar perfecto para desarrollarla. El número de smartphones per cápita en el territorio español es muy elevado, además de que existe mucha cultura de ir de bares y restaurante casi a diario, principalmente por el clima, que provoca que un gran número de españoles pase la mayor parte de su día fuera de casa.
A nivel de compañía, Yong Li y María Moreno hablan de Bat2go como una empresa con un equipo joven y multicultural, ya que Li tiene ascendencia china. Además, creen que están rompiendo esquemas. “Quizá el mundo del emprendimiento estaba más asociado al hombre, pero nuestra start-up es ejemplo de que cada vez hay más mujeres emprendedoras”, dice Li.
Hablando de su producto, la primera palabra que utilizan es movilidad. “Nuestras baterías permiten que puedas ir donde quieras, sin tener que dejarlo en la barra de un bar o quedarte en una zona concreta, porque tenemos muchas máquinas por Madrid y eso da libertad al cliente”, relata Moreno.
También resalta su sostenibilidad, puesto que buscan evitar que los usuarios de teléfonos móviles compren baterías portátiles, un producto muy contaminante. “Tenemos un plan de reciclaje, y pagamos por cada batería que sacamos al mercado, y un acuerdo con Ecopilas, que recicla producto usado nuestro para crear producto nuevo”, destaca Li.
Creciendo en colaboración
Para desarrollar su proyecto, los miembros del equipo de Bat2go decidieron apoyarse en ciertos locales donde poder ubicar sus máquinas. Diferentes tipos de establecimientos, entre los que se encuentran restaurantes y bares (como Florida Retiro, Grupo Larrumba, Midtown o La Malcriada), mercados (como el de San Miguel o el de San Ildefonso) o pabellones, como el WiZink Center.
Estos establecimientos aceptan que Bat2go ponga una de sus máquinas allí, con lo que se evitan la responsabilidad de cargar y de guardar los móviles de sus clientes que requieran batería. Asimismo, reciben más tráfico que pueden convertir en ingresos y reciben un porcentaje de la facturación de la máquina.
También están probando en alguna empresa, como en el grupo inmobiliario GMP, para ver si funciona que las compañías contraten los servicios de Bat2go para sus empleados. “Estamos en una fase piloto ahora mismo, y estamos viendo en qué tipo de establecimientos tiene mejor comportamiento”, declara María Moreno.
En el piloto en el que se encuentran, con una duración de seis meses y que comenzó en junio, el equipo de Bat2go se ha marcado muchas metas. "Tenemos objetivos de facturación y de penetración, pero también de experiencia de usuario, de facilidad de uso de la app o de satisfacción de los locales en los que estamos. Es un piloto muy amplio en este sentido", relata Li.
Así, se han marcado alcanzar la cifra de 20.000 usuarios. Después de tres meses, y con un agosto tranquilo por el reducido número de gente en Madrid, ya han conseguido superar el 60% de lo que aspiran. También los restaurantes están contentos con el servicio, porque reciben buenos feedbacks sobre este servicio.
Expansión a todos los niveles
El proceso de expansión también está trazado. Llevan tres meses en Madrid y hace poco que llegaron también a Barcelona. En la capital pretenden alcanzar las 100-110 máquinas expendedoras, mientras que en la ciudad condal, recién aterrizados, buscarán poner 40-50, por el momento.
A partir de ahí, las ciudades grandes serán los siguientes objetivos, aunque no descartan nada. "Al final, la clave en un negocio es probar, fallar, aprender y acertar. Nos gustaría probar en alguna ciudad con menor envergadura. Quién sabe, igual funciona mejor que en otros sitios", dice el COO de la start-up.
Piensan a lo grande, y también apuntan al extranjero. México es el destino donde aterrizarán antes, ya que tienen muy avanzadas las negociaciones. Después, Portugal y Francia aparecen como principales opciones, dada su cercanía. Para esta expansión, tanto a nivel nacional como internacional, se necesita apoyo económico, y para ello el equipo de Bat2go quiere cerrar una ronda de inversión.