La decisión de Endesa de anunciar que acelera el cierre de sus centrales de carbón en España ha generado malestar en el Gobierno que más ha abanderado el discurso ecologista. El pasado viernes por la tarde, la eléctrica comunicó a la CNMV que paraliza la actividad de sus centrales de As Pontes (A Coruña) y Litoral (Almería) con una noticia que generó un gran revuelo en el Ministerio para la Transición Ecológica.
El Ejecutivo en funciones había sido informado de que Endesa iba a pisar el acelerador en su hoja de ruta hacia el fin del carbón, según fuentes conocedoras de los hechos. Sin embargo, que el anuncio se hiciera antes de las elecciones del próximo 10 de noviembre no ha sentado bien en Moncloa por las repercusiones que esta decisión tendrá en los pueblos más próximos a estas centrales.
Este lunes, la compañía que dirige José Bogas mantendrá una reunión en el Ministerio para abordar el desmantelamiento.
Para compensar este cierre, Endesa ultima un plan de inversiones millonarias en energías 'verdes' que presentará a finales de noviembre, fecha en la que la filial de Enel tenía previsto explicar al mercado su Plan Estratégico. Sin embargo, esos anuncios -que sí podrían ser utilizados ante los votantes por el Gobierno de Sánchez como argumento de que las empresas avalan su Transición Ecológica- no llegarán a tiempo en términos electorales.
Los gallegos y andaluces que viven en las zonas afectadas por los cierres acudirán a votar con la preocupación de cuál será el devenir de sus pueblos. El plan de desmantelamiento de estas centrales contempla inversiones por parte de la empresa en las regiones que Endesa abandona para compensar los daños económicos del desmantelamiento. Además, incluye recolocaciones para los trabajadores y prejubilaciones a cargo de la empresa, que en estos momentos negocia el nuevo convenio colectivo con sus trabajadores.
Sin embargo, esas inversiones de las empresas no sirven para compensar el efecto del cierre de plantas en las zonas que vivían del carbón. Este problema no afecta sólo a A Coruña y Almería. Pero de momento, ni Gobierno central, ni Ejecutivos autonómicos han sido capaces de diseñar un plan B para revitalizar con garantías la economía de esos pueblos.
Sin operar desde marzo
Endesa anunció el pasado viernes la paralización -que no el cierre definitivo- de la actividad de As Pontes y Litoral. Se trata del primer gran paso para cerrar unas centrales que, según fuentes del sector, llevaban sin operar desde el pasado marzo.
El motivo de esa falta de operaciones no era otro que el efecto que la regulación diseñada por la UE para acabar con el carbón está teniendo en el sector. Esta fuente de energía más contaminante está dejando de ser competitiva, forzando a las empresas a acelerar su abandono.
El motivo son los llamados costes de derechos de emisiones de Co2 que las eléctricas están obligadas a incluir cuando acuden al pull eléctrico. Estos peajes regulatorios son tan elevados que impiden que el carbón pueda competir en precio con el gas, ahora que la materia prima de las gasistas está barata en el mercado internacional.
Las empresas cuentan con que esos costes irán al alza en el futuro, con lo que las decisiones de abandonar el carbón se están precipitando.
Endesa ya tenía previsto cerrar las centrales de Andorra (Teruel) y Compostilla (León) y la inversión conjunta para acometer esos cierres, más los añadidos ahora, rondará los 1.300 millones de euros.
Mientras, sus competidores -Iberdrola y Naturgy- también están en lo mismo dentro de sus estrategias de descarbonización.
Se altera el calendario
Sin embargo, en el Ejecutivo en funciones no ha gustado que se altere la hoja de ruta pactada con el sector, puesto que hace meses Endesa había anunciado que mantendría operativas As Pontes y Litoral.
La decisión se toma, además, en un momento complejo, ya que tanto el Gobierno como buena parte del consejo de la CNMC (incluido su presidente) están en funciones y por tanto, su capacidad de respuesta es limitada, denuncian expertos del sector.
El mix de generación de Endesa es fuertemente dependiente de dos energías que están en proceso de desmantelamiento. En el caso del carbón es del 16,4%, al que se suma otro 43,5% de nuclear. Sin embargo, fuentes conocedoras de la compañía señalan que ese 16% ha pasado a cero en los últimos seis meses, debido a que la generación del carbón no estaba pudiendo competir en el pull eléctrico.
En el caso de las renovables, el porcentaje en el mix es ahora del 7%. La idea de Endesa es que en el próximo Plan Estratégico ese porcentaje se dispare, aunque el anuncio llegará tarde para la ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, si Pedro Sánchez no logra una victoria en las próximas elecciones.
Al margen de la política, Endesa tendrá que explicar bien al mercado cómo planea ampliar su capacidad renovable a tiempo para compensar ese 16% en el mix que representaba el carbón. Lograr que las energías limpias tomen el relevo lleva su tiempo y aunque la compañía no ha utilizado carbón en el último medio año en la Península, tiene que redefinir su modelo de negocio en España para garantizar su viabilidad con energías limpias.
Se mantiene en las Islas
El cierre de las centrales de carbón anunciado por Endesa se limita a la Península, ya que en los territorios insulares (Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla), donde la eléctrica opera con enorme poder de mercado tanto en generación, como en distribución, permanecerá el carbón.
La compañía es compensada por el Estado, con un total de 1.318 millones de euros que salen de los Presupuestos 2018 y del recibo de la luz por mantener esas centrales insulares. Algunos expertos apuntan a esa subvención como el motivo que está detrás de que la Transición Ecológica no llegue a las Islas.
Sin embargo, la compañía argumenta que al no poder transportarse la luz desde la península, los planes de desmantelamiento en las islas no pueden configurarse en los mismos términos que en el resto de España.
Precisamente este domingo, Tenerife sufrió un apagón que afectó a los clientes de Endesa y REE. Aunque la investigación de los hechos está en marcha, fuentes conocedoras apuntan a que el fallo podría haberse producido en una subestación de la empresa semipública.
Durante la noche Red Eléctrica ha informado de que el 100% de los usuarios de Tenerife ya tienen suministro de electricidad.