Virgencita, virgencita, que me quede como estoy. Con esta coloquial expresión se podría resumir el sentir de las empresas españolas ante la puesta en marcha hoy de los nuevos aranceles que Estados Unidos va a imponer a una serie de productos europeos. Una vez hechos los cálculos del impacto que esta decisión tendrá, y pese a que de puertas a fuera se sigue presionando para activar medidas que compensen las pérdidas que estas nuevas tasas generarán, el objetivo es que la situación no vaya a más.
El origen de esta subida de aranceles se encuentra en la decisión por parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de fallar de forma favorable a la solicitud de los Estados Unidos de imponer una serie de aranceles en compensación a las ayudas europeas recibidas por Airbus. En concreto, la OMC autoriza a que Estados Unidos imponga aranceles valorados en 7.500 millones de dólares a productos europeos.
Pese a que el conflicto proviene de la industria aeronáutica, tras la decisión de la OMC, Estados Unidos tiene potestad total para recaudar la cantidad autorizada con total libertad. Mientras que la Administración Trump ha decidido gravar con sólo un 10% la importación de aviones comerciales, en el caso de los productos agrarios ha optado por llegar hasta el 25%.
Una decisión que tendrá un impacto cercano a los 100 millones de euros en España. Los Técnicos de Aduanas, representados en Gestha, estiman que los aproximadamente 700 millones de euros de determinadas exportaciones españolas soportarán un nuevo coste arancelario de casi 120 millones de euros frente al cálculo preliminar realizado por el Ministerio de Agricultura, que cifró la imposición de estas tasas en 200 millones sobre 750 millones de productos exportados.
Según estos cálculos, España será el sexto país de la Unión Europeo que más sufrirá los nuevos aranceles de Estados Unidos; por detrás de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia e Irlanda. Una postura que, desde posiciones españolas se conforman con no empeorar. Estados Unidos puede cambiar en cualquier momento tanto los productos tasados como el porcentaje de los aranceles. En la situación actual, aunque el impacto se considera importante, también se cree que Europa cuenta con mecanismos para compensarlo.
Respuesta de la industria
Ante esta situación, la industria de alimentación y bebidas y representantes del sector primario han constituido una plataforma para rechazar la imposición de aranceles en Estados Unidos a sus productos y pedir tanto al Gobierno de España como de la Unión Europea la máxima implicación y firmeza ante esta amenaza.
Todos los sectores representados en la plataforma -FIAB, ASOLIVA, ASEMESA, ANICE, FEBE, FENIL, FEV, FENAVAL, ASOZUMOS, Cooperativas agroalimentarias, ASAJA, COAG y UPA- coinciden en que la decisión adoptada por la Administración Trump "responde a una medida injusta y perjudicial y por ello reclaman incrementar la presión negociadora hasta el último momento, tanto en las relaciones directas del Ejecutivo español con Estados Unidos, como por parte de la Unión Europea, para llegar a un acuerdo que evite la aplicación de los aranceles o al menos su congelación".
Desde el sector agroalimentario español se exige también a la Unión Europea que adopte medidas "concretas y contundentes" y recuerda que se puede hacer frente a la amenaza de la Administración Trump imponiendo tasas a productos estadounidenses. "Bruselas cuenta con la aprobación de la Organización Mundial de Comercio para imponer tasas a productos estadounidenses por valor de 4.000 millones de dólares", aseguran.
Además, la plataforma considera necesario que se empiece a trabajar de manera conjunta con los sectores en un plan concreto para la compensación a los afectados que pueda paliar el efecto negativo que provocarán los aranceles."Estas medidas deberían ser efectivas a partir del día 19 de octubre, un día después de la fecha que está prevista que los aranceles entren en vigor, hasta que se llegue a una solución pactada. Además, en el caso de la aceituna negra las medidas de compensación deben incluir el daño sufrido desde el 28 de noviembre de 2017", afirman.
En este contexto, se espera que este proceso cambie el próximo verano. En estos momentos la OMC tiene pendiente culminar un proceso contra los Estados Unidos por las ayudas otorgadas a Boeing. Desde fuentes europeas confían en que el organismo otorgue a Europa permiso para pedir compensaciones por valor de más de 10.000 millones de dólares.
Esta previsto que esta decisión llegue en junio de 2020. Por lo que Estados Unidos cuenta con ocho meses de ventaja sobre Europa. Un tiempo en el que, desde la industria agroalimentaria española se espera que, por lo menos, las cosas no vayan a peor.