Los disturbios ocasionados en Cataluña tras la sentencia del procés no preocupan en exceso al sector de la distribución. Así quedó de manifiesto en la primera jornada del 34 Congreso de AECOC, donde los aranceles y el brexit han ocupado un papel más relevante.
Javier Campo, presidente de AECOC, alertó sobre el impacto que puede tener la tensión política y civil en las inversiones a medio y largo plazo. "Es un efecto acumulativo", señaló Campo. Sin embargo, precisó que la crisis catalana "no afectará al consumo aunque sí lo hará al turismo que tiene reacciones mucho más rápidas". La asociación de fabricantes y distribuidores espera que el crecimiento del consumo en 2019 sea del 1,8% y del 1,3% en 2020, una reducción del 0,5% que, según Campo, ya descuenta el impacto de aranceles, brexit y procés.
El responsable de AECOC explicó durante una rueda de prensa en el Congreso que "ha habido más de 4.000 salidas empresariales netas desde 2017, por lo que sí ha afectado al tejido empresarial" aunque considera que no es un fenómeno que se vaya a extender: "las que se tenían que ir, se fueron en 2017".
En cuanto al boicot de productos ya sea catalanes en el resto de España o de otros puntos de la península en Cataluña, Campo señaló que "hemos madurado bastante" y aseguró que no se están produciendo y que cuando han tenido lugar "siempre han sido injustificados".
Planes de contingencia
"Nada particularmente importante". Así se refirió Paolo Soares, director general de Campofrío para el sur de Europa al asunto catalán. En esta línea, Soares explicó que solo han tenido algún problema a nivel logístico por encontrarse con algunas calles cortadas.
Sin embargo, Soares afirmó que Campofrío cuenta con un "plan de contingencia que pasa por tener otros proveedores o adelantar entregas". De hecho, la compañía ha adelantado entregas en estos días en previsión de que los disturbios pudieran perjudicar su actividad.
En el caso de Acesur (La Española, Coosur) apuntaron a que se trata "de un problema político" y que no tiene "por qué afectar a la industria". De hecho, desde la Federacion Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) explican a este periódico que no disponen de datos del impacto.
Gonzalo Guillén, director general de Acesur, insistió en que no existe una percepción de "problema real" porque "la gente sigue comiendo" y ha bromeado con que su marca La Española no está notando ningún impacto. Sin embargo, sí que aprovechó su paso por el Congreso para explicar el impacto que tendrán para el sector los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos agrícolas europeos entre los que se encuentra el aceite de oliva español.
Vida normal
Pese a las imágenes de la última semana en las principales ciudades catalanas, el sector se muestra tranquilo ante lo que consideran algo puntual y que no altera la vida de los consumidores. Desde la Asociación de Empresas de Supermercados (ASEDAS) tampoco han cuantificado el impacto de las protestas independentistas.
Las principales cadenas de supermercados se han mantenido al margen del conflicto político. Excepto Bonpreu, que como ya contó este periódico hizo un cierre patronal el pasado viernes y remuneró a sus empleados la jornada de huelga.