A punto de entrar en noviembre, las miradas del sector energético, en general, y del gasista, en particular, se centran en los próximos pasos de la CNMC, que se encuentra ultimando la circular que contempla los recortes a las gasistas.
Así, y aunque el límite para que entre en vigor -como el resto- es el 31 de diciembre, se espera que antes de ese mes ya se haya remitido al Consejo de Estado, después de pasar por el Ministerio de Economía.
Fuentes del sector apuntan a que podría ser este mismo miércoles el día elegido por el consejo de la CNMC para reunirse y, ahora sí, aprobar la circular más polémica, algo que lleva esperándose desde el comienzo de octubre. Cabe recordar que el regulador propone un recorte del 17,8% de la retribución que reciben las empresas por la distribución de gas; por esto, Naturgy y Enagás son las más perjudicadas.
Un proceso, el de que la circular pase por el consejo, al que le quitan importancia desde el organismo que preside José María Marín Quemada: "El texto lo trabajan los técnicos de la CNMC", insisten desde el regulador, asumiendo que la aprobación de la circular por el consejo solo es un trámite más.
No obstante, en el sector no se ve del mismo modo, por lo que diversos actores mantienen la esperanza de que una división en el propio seno del consejo permita dar marchar atrás al documento para suavizar el recorte. Así, cada uno de los consejeros tiene derecho a un voto, que no puede ser secreto.
Alegaciones en el Consejo Estado
Si el texto supera la votación del pleno, será enviado al Ministerio de Economía y éste lo remitirá al Consejo de Estado, que hace valoraciones más de tipo jurídico y de forma que del fondo del documento.
En este sentido, el organismo tendrá que valorar, en primer lugar, si la CNMC ha invadido competencias del Ministerio para la Transición Ecológica, algo que tratará de evitarse antes mediante la convocatoria de la Comisión de Cooperación entre las dos instituciones, en la que se abordarán los detalles.
Asimismo, el Consejo de Estado también valorará si hay retroactividad y la posibilidad de arbitrajes internacionales para tratar de blindarse ante los mismos y, por último, si ha habido mala praxis del regulador, por ejemplo, por una falta de consulta previa.
No obstante, las gasistas tienen previsto además presentar también alegaciones en esta etapa, basándose en los puntos anteriores. De hecho, las compañías ya están trabajando en estas armas, con el objetivo de minimizar los rectores anunciados por el regulador.
Después, con todas las recomendaciones que considere, el Consejo de Estado enviaría de nuevo el texto a la CNMC, para su aprobación definitiva.
Todo un proceso que podría dar esta semana su pistoletazo de salida y que tendrá a las gasistas dedicadas en cuerpo y alma a ello.