Los dirigentes de la UE respiran aliviados. Bruselas cree que ha esquivado definitivamente la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un recargo arancelario del 25% a los coches procedentes de España, Alemania y el resto de Estados miembros. Una medida que amenazaba con disparar las tensiones comerciales entre los dos bloques. El plazo legal expiró el pasado 13 de noviembre y Trump no ha tomado ninguna medida ni ha hecho ningún anuncio. La UE interpreta este extraño silencio como una victoria.
"Sobre los aranceles para los coches, no hemos recibido un anuncio formal de que no vayan a imponerse. Por eso todavía soy un poco cauta", ha explicado este jueves la comisaria de Comercio, la liberal sueca Cecilia Malmström. "Pero consideramos que el plazo (para ponerlos en marcha) ha expirado y que hay limitaciones legales rigurosas para que el presidente tome medidas adicionales", ha agregado.
"Desde el punto de vista político, interpretamos que el presidente (Trump) está respetando el acuerdo al que llegó con el presidente Juncker", ha añadido Malmström. Trump y Juncker pactaron durante una reunión en la Casa Blanca en julio de 2018 una tregua comercial: las dos partes negociarían un miniacuerdo limitado a los productos industriales y se abstendrían de imponer unilateralmente nuevos aranceles. Año y medio más tarde, las conversaciones apenas han avanzado pero los dos bloques han evitados nuevos recargos, salvo los autorizados por la Organización Mundial del Comercio.
"Soy bastante optimista", sostiene la comisaria de Comercio, que esgrime además como argumento la "muy poca demanda pública" en Estados Unidos de aranceles para los coches europeos.
La administración de Trump desencadenó el procedimiento para imponer aranceles a los coches de la UE en mayo de 2018 con el lanzamiento de una investigación en profundidad sobre el sector. El resultado fue un informe del departamento estadounidense en febrero de este año cuya conclusión es que los automóviles comunitarios suponen un riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, aun estando de acuerdo con estas conclusiones, decidió en mayo aplazar seis meses cualquier decisión sobre los aranceles para seguir negociando. El plazo máximo previsto por la legislación de los EEUU para actuar expiraba el pasado miércoles y Trump lo ha dejado pasar sin tomar medidas, según la interpretación de Bruselas.
La marcha atrás de EEUU permite rebajar las tensiones comerciales con la Unión Europea. Bruselas ya había preparado una lista con productos norteamericanos por valor de 35.000 millones de euros a los que pensaba imponer recargos como represalia si Trump seguía adelante con los aranceles a los coches europeos.
Sin embargo, todavía quedan varias disputas entre Bruselas y Washington sin resolver. EEUU mantiene sus aranceles unilaterales al acero y al aluminio procedentes de la UE. Además. Además, la OMC ha autorizado a Trump a imponer recargos a productos europeos por valor de 7.500 millones de dólares como medida compensatoria por el daño que las subvenciones de la UE a Airbus han causado a su rival Boeing.
En los primeros meses de 2020, se espera que el organismo con sede en Ginebra autorice a su vez a la UE a adoptar represalias contra EEUU por las ayudas ilegales a Boeing. Un dictamen que amenaza con reavivar la guerra comercial entre los dos bloques.