Si un español piensa en pollo frito, seguramente le venga a la cabeza KFC. Hasta ahora. Popeyes acaba de desembarcar en el país con un objetivo: desbancar a su eterno rival y aprovechar la ola de consumo de pollo, que se nota cada vez más en hostelería.
Con casi 50 años de historia, la marca norteamericana cuenta con más de 3.000 restaurantes en unos 25 países. Ahora, la compañía llegará a España con el objetivo de dar el salto a Europa desde aquí. Lo hace de la mano de Restaurants Brands International (RBI), que en nuestro país gestiona además las marcas de Burger King y Tim Hortons.
Aunque no se aventuran a detallar el plan de expansión en España, sí que tiene una cifra: 30 millones de euros que la cadena pretende invertir en los próximos dos años. Este mismo jueves ha levantado la persiana de tres locales en Madrid (uno en la céntrica calle Mayor y los otros en centros comerciales, La Gavia y Plenilunio) y abrirá dos más en la capital en enero y uno de ellos permitirá recoger los pedidos en coche .
Un desembarco en el que el boom del consumo de pollo ha tenido mucho que ver. "El segmento del pollo está muy poco penetrado en España", cuenta a este periódico Ignacio Sedano, director de la marca para España y Portugal. En este sentido, RBI ha visto claro el negocio en este alimento, con poca competencia en restauración.
Adaptación española
Aunque las recetas más conocidas de la marca se respetarán también en la oferta en España, como su mítico sándwich, la compañía lleva meses haciendo pruebas para adaptar su pollo marinado a los gustos españoles.
En este sentido, han hecho varios ensayos con la variante picante y las salsas que acompañan a las recetas. Asimismo, explica Sedano, el pollo que utilizan en las cocinas es español; en concreto, del norte de España.
¿Habrá envío a domicilio? De momento, la marca no se arriesga a ponerlo aún en marcha, aunque no descarta dar la mano a algún operador una vez el negocio haya echado a andar y exista demanda suficiente.
Alcanzar el liderazgo en el mundo del pollo frito, no obstante, no será fácil. Su principal competidor, KFC, cuenta con más de 100 locales en España. El reto está servido.