El Black Friday ya está aquí, un periodo en el que las compras por internet se multiplican y en las que Amazon vuelve a ser un actor principal. A propósito de esta fecha señalada en el calendario, el gigante tecnológico ha abierto las puertas de su centro logístico en Madrid, MAD4, para que EL ESPAÑOL conozca de primera mano cómo se gestionan los pedidos, desde que el cliente hace click hasta que el producto sale del centro.
Una tarea que cada minuto pone a prueba una engrasada maquinaria que funciona sin pausas para cumplir con los pedidos. Un puzzle gigante en el que en el que 2.000 trabajadores se desplazan a los largo y ancho de 77.000 metros cuadrados -equivalente a 11 campos de fútbol- almacenando hasta 32 millones de productos.
El centro de San Fernando en Madrid funciona con tres turnos que aseguran el servicio durante las 24 horas del día y los siete días de la semana. Manejan una superficie de almacenaje equivalente a 24 campos de fútbol, con 79 kilómetros de estanterías, 19 kilómetros de cintas transportadoras y 400 kilómetros de baldas, tantas como para dar once veces la vuelta a la M-30 poniéndolas una detrás de otra.
Y es que MAD4 impresiona. Lo primero que se ve al entrar es el ajetreo propio de una ciudad en miniatura en la que todo el mundo sabe lo que tiene que hacer. El equipo de EL ESPAÑOL vive de primera mano el cambio de turno, lo que nos permite comprobar como se sustituyen todas las funciones en cada uno de los engranajes del centro logístico.
Recepción o 'Receive'
Nos calzamos las botas de seguridad, los chalecos reflectantes y nos encaminamos a nuestro primer destino: la Recepción o Receive, donde el producto llega al centro logístico, desde las fábricas o desde lo vendedores (sellers) con los que trabaja Amazon). Los productos son descargados desde los camiones, pero antes de ser almacenados, los empleados revisan que estén en perfectas condiciones y que cumplan con las dimensiones y características de aceptación en el centro.
Un proceso que vivimos junto con Javier Pérez, quien junto con su lector de códigos portátil en mano nos explica las claves de este proceso. Frente a un ordenador y en su puesto de trabajo recibe cajas de plástico que se transportan por las cintas mecanizadas, el sello de identidad del centro lógistico. 19 kilómetros que conectan la gigante nave industrial como un laberinto sin fin que coge y entrega paquetes a velocidad vertiginosa.
En el caso del Recieve, Pérez nos cuenta que el sistema no discrimina el tipo ni la clasificación de los productos. De hecho, en el momento que le acompañamos clasificó un paquete con discos de vinilo, un perro de peluche parlanchín o unos calcetines.
Es el caos organizado del que presume Amazon. Esto significa que los productos se almacenan siempre de acuerdo a algoritmos que permiten que los empleados no recorrer los once campos de fútbol del centro logístico, sino que pueden encontrar productos variados en un área pequeña de acción y así reducir los tiempos de entrega.
Ubicación o 'Stow'
En el momento que hablamos con Javier vemos palets de productos con lubricantes de coches, al lado de bebidas energéticas, whisky, lápices digitales de Apple o comida para perros. Aparentemente productos que no tienen nada que ver entre sí, pero que almacenados juntos ayudan a hacer con rápidos los pedidos. "Te sorprendería la diversidad de lo que la gente pide en un solo pedido", nos dicen en Amazon.
Después del Receive llega el turno de la Ubicación o Stow, donde los trabajadores ubican los productos en estanterías con un sistema de codificación. En BCN1 las estanterías son móviles gracias a los robots/drives, mientras que en MAD4 son fijas y son los empleados quienes se acercan a ubicar el producto.
En esta parte del recorrido nos recibe Christian Nieto quien mientras distribuye los artículos nos explica que el sistema de clasificación no responde a áreas temáticas ni a productos afines como en un supermercado tradicional. Al contrario, los trabajadores depositan los productos como ellos creen que es mejor a la hora de optimizar el espacio.
Los productos tienen un código y antes de ser colocados tienen que registrados con su lector portátil para que quede registrado donde está ese paquete. Nuevamente el caos ordenado se hace presente en la cadena de entrega de un producto, siempre optimizando el espacio y buscando reducir los tiempos de preparación de un pedido. Si muchos productos muy diversos están juntos se reúnen más rápido que si se tuviesen que buscar en diferentes puntos equidistantes dentro del centro logístico.
Recogida o 'Pick'
El siguiente paso es la Recogida o Pick, donde realmente aparece el cliente en el proceso de entrega. Cuando alguien realiza una compra desde su hogar o su dispositivo portátil, llega la orden y se genera un pedido virtual con el producto que se ha comprado. Entonces entra Pick, donde el trabajador de Amazon tiene que recoger el producto de una de las estanterías donde esté ubicado.
Es así como puede haber variedad de este mismo producto repartido por todo el centro, para así tener más disponibilidad y generar menos movimiento del empleado. Se escanea, se verifica que está en perfectas condiciones y se introduce en un tote (caja negra) que lo transporta hasta la zona de Pack o empaquetamiento. Pueden cargar hasta 15 kg por cubo que llevan en un carrito. Una vez completo ese peso, pasa una cinta transportadora.
En el proceso de Preparación o Pack, el pedido vuelve a la cinta transportadora desde donde salió en el Recieve. Es aquí donde el trabajador de esta estación (que se encuentra en las plantas superiores de la nave) lo envuelve con aquel material que mejor se adecue al producto (caja, sobres, etc.) asegurándose que está en buenas condiciones y que queda bien asegurado.
Slam es el último proceso, donde el paquete se escanea, se etiqueta y se organiza para el envío a otro centro. En Amazon inciden en que en este proceso lo que más se cuida, además de realizar el paquete en condiciones óptimas, es la privacidad del destinatario. De hecho, ningún empleado conoce el dueño del paquete, ya que un robot pega la etiqueta con estos datos al final de la cinta y pocos metros antes de que queden listos para ir en los transportes.
Las claves de MAD4
El centro MAD4 (San Fernando) es un centro logístico o fulfillment center. La diferencia con el resto de centros radica principalmente en el tamaño y la función que se realiza dentro de ellos. Por ejemplo, en los centros logísticos se almacenan y preparan los pedidos, y en los centros de distribución se gestionan los paquetes recibidos desde los centros logísticos de Amazon antes de que sean transportados a las estaciones logísticas, donde serán recogidos por los conductores para entregarlos a los clientes. Los Prime Now, en tanto, son centros urbanos para pedidos a enviar en una o dos horas.
El de San Fernando de Henares (Madrid) fue el primer centro logístico en España y comenzó a operar en 2012, un año después de la puesta en marcha de Amazon.es. A lo largo de los últimos siete años, la compañía ha abierto tres centros logísticos ubicados en El Prat, Martorelles y Castellbisbal (Barcelona), y el más reciente situado en Illescas (Toledo).
Amazon está operando también dos centros logísticos urbanos en Madrid y Barcelona, que proporciona entregas ultrarrápidas a sus clientes Prime en estas ciudades mediante Prime Now; así como un centro de distribución (Getafe) y 11 estaciones logísticas ubicadas en todo el país para reforzar sus servicios de entrega. Recientemente, ha anunciado la apertura de un segundo centro de distribución en Barberá del Vallés.
Con el Black Friday comienza la temporada alta en los centros de Amazon, que en España se extiende hasta después de Reyes, para lo que la compañía contará a más de 4.600 nuevos trabajadores para reforzar su red de centros logísticos, centros de distribución y estaciones logísticas.