Lejos de bajar las armas, las gasistas están dispuestas a seguir batallando para rebajar la propuesta de recorte a las redes de distribución de gas que plantea la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En concreto, las compañías se encuentran estudiando la nueva circular para presentar alegaciones durante las dos próximas semanas. Una nueva circular que ya suaviza hasta casi la mitad el 'hachazo' de la primera (del 17,8% al 9,6%), pero que sigue sin ser suficiente para las empresas.
En este sentido, el recorte, que afecta a compañías como Naturgy, Redexis o Madrileña Red de Gas supone un descenso de la retribución media a la actividad de distribución de 1.420 millones de euros a 1.283 millones de euros con la metodología propuesta.
Ahora, y con tan solo 15 días de plazo, los equipos técnicos de las compañías afectadas se encuentran estudiando el texto a contrarreloj con la intención de presentar nuevas alegaciones para tratar de que el regulador rebaje de nuevo la cifra, puesto que, aunque reconocen que el cambio es considerable, sigue sin ser suficiente para garantizar las inversiones ya no presentes, sino futuras. Y es que, en definitiva, el recorte afecta a la cantidad de dinero que reciben las compañías por sus proyectos en redes de distribución.
En este sentido, fuentes del sector consultadas por este periódico mantienen que si la retribución no es suficiente, los posibles inversores interesados por el mercado español podrían decir 'no' a proyectos que se pongan en marcha en los próximos años, con el PNIEC del Gobierno apuntando al gas como tecnología de respaldo mientras crecen los proyectos renovables. Las compañías defienden, en definitiva, que la regulación debe ser estable, predecible y razonable.
Cabe recordar que, fruto de la incógnita de qué ocurrirá con las inversiones, y como medida de presión, la filial gasista de Naturgy, Nedgia, lleva desde julio -cuando se dio a conocer la primera versión de la circular- con sus inversiones paralizadas, y con 300 de sus 1.000 trabajadores suspendidos de empleo (pero no de sueldo). Una medida que seguirá en pie al menos hasta que se conozca el texto definitivo y la compañía valore su alcance.
El empleo, en juego
No obstante, no solo las compañías se plantean la presentación de nuevas alegaciones. Según ha podido saber este periódico, los sindicatos también están analizando con detalle el nuevo texto presentado por el regulador, con el fin de calcular cuánto y cómo podría afectar a los puestos de trabajo de las compañías, y decidir entonces si envían observaciones al regulador.
En este sentido, los representantes de los trabajadores arremetieron desde el principio contra los recortes en la retribución, insistiendo en que "podrían poner en riesgo gran cantidad de puestos de trabajo y un trabajo estable, de calidad y con alto nivel de formación".
En estos meses, desde que se diera a conocer el primer texto en julio, la CNMC ha recibido en sus despachos a la mayoría de quienes han presentado alegaciones. Por lo tanto, es de esperar que los técnicos del organismo que preside José María Marín Quemada vuelvan a hacer lo mismo con quienes finalmente pongan nuevas alegaciones sobre la mesa.
Una batalla que, no obstante, no debería alargarse demasiado, puesto que el Real Decreto que atribuye al regulador las competencias en esta materia marca como fecha límite para aprobar las circulares el 31 de diciembre. Pese a ello, ni el regulador descarta la vía de urgencia para aprobar el texto ni en el sector creen que el Gobierno ponga trabas si el trámite se alarga.