El papel del Gobierno central es determinante, pero las ciudades, con sus gobiernos locales, no se quedan atrás. Con la transición energética como meta para actores empresariales y políticos, lo local cobra relevancia por su papel necesario.
De hecho, más de la mitad de la población del planeta se concentra ya en ciudades. De los 751 millones de personas que vivían en zonas urbanas en 1950 se ha pasado a 4.200 millones en 2018. Son algunos de los datos que se extraen del Informe de Sostenibilidad de la Fundación Alternativas, que resalta cómo las administraciones locales resultan clave para este proceso de transición.
En este sentido, los ayuntamientos tienen varios cometidos: no solo el de eliminar las trabas, sino el de ser parte activa a la hora de poner en marcha medidas que limiten las emisiones: desde la movilidad a los residuos.
Del autoconsumo...
Es el caso, como se destaca en el informe, del desarrollo del autoconsumo de los particulares con instalaciones fotovoltaicas. En concreto, los autores del análisis insisten en que es necesario eliminar las trabas municipales para facilitar la "expansión masiva" de pequeñas instalaciones fotovoltaicas entre los vecinos.
Un extremo más sencillo de lograr tras la aprobación del Real Decreto el pasado abril. Así, la norma sacada adelante por el Ejecutivo habilita la figura del autoconsumo colectivo, que tiene como objetivo fomentar esta fórmula en las comunidades de propietarios o en polígonos industriales; reduce los trámites administrativos, especialmente en el caso de los pequeños autoconsumidores; y, además, establece un mecanismo simplificado de compensación de la energía autoproducida y no consumida.
La pelota, pues, está en el tejado de las administraciones locales. "El autoconsumo energético es uno de los ejemplos más claros de cómo la ciudadanía puede pasar de ser una mera consumidora-cliente al final de la cadena a convertirse en un actor principal del sistema, pero también de cómo los ayuntamientos tienen la llave ahora para propiciar este cambio de roles", explican en el informe Álvaro Campos-Celador, profesor e investigador de la UPV, y Clemente Álvarez, responsable del Área Sostenibilidad de la Fundación Alternativas.
No obstante, y más allá del autoconsumo, las ciudades tienen campos de actuación en muchos aspectos relacionados con la contaminación atmosférica o acústica, el agua o la gestión de los residuos urbanos. Uno de ellos, y en los que más atención se está prestando últimamente, es la movilidad.
... a la movilidad
En el Informe de Sostenibilidad, los expertos insisten en que se deben implementar en las ciudades medidas "estructurales y no coyunturales" encaminadas a la disminución de los niveles de contaminación.
En concreto, el texto señala varias opciones. Desde limitar el acceso de los vehículos al centro de las ciudades o instalar aparcamientos disuasorios hasta fomentar el transporte público y racionalizar el transporte de mercancías con vehículos limpios.
"Medidas como Madrid Central no deben ser recortadas, sino consolidadas y ampliadas para que resulten cada vez más efectivas", reclaman desde Fundación Alternativas, poniendo el foco en que medidas como la señalada están ya implementadas en grandes urbes europeas.
Con todo, los expertos reclaman que hay que promover la creación de planes de transición energética locales, más allá de los objetivos que se marque el Gobierno o señale Bruselas.
En este sentido, explican, habría posibilidad en ellos de analizar las posibilidades y oportunidades de cada municipio para avanzar en eficiencia energética y el desarrollo de las energías renovables, a la vez que se aprovechan estos ahorros para impulsar el desarrollo local. Todo un reto.