El Grupo PSA comercializó un total de 3,14 millones de vehículos en todo el mundo entre enero y noviembre de este año, lo que representa una disminución del 7% en la comparación con dichos meses del año precedente, según datos publicados por la corporación francesa.
La compañía automovilística matriculó 290.900 vehículos en todos los mercados en los que opera durante el mes pasado, un 10,4% de descenso respecto a las 324.800 unidades que contabilizó en el undécimo mes del año precedente.
Por marcas, Peugeot cerró los once primeros meses de 2019 con 1.302 millones de ventas, un 9,6% menos, mientras que en noviembre esta cifra se redujo un 7,3%, hasta 131.800 unidades, al tiempo que las ventas de Citroën fueron de 901.700 unidades en lo que va de año, un 4,5% menos, y de 84.000 unidades el mes pasado, un 5,9% menos.
DS, de su lado, registró una cifra de ventas de 53.300 unidades en el acumulado del año hasta noviembre, un 10,7% más, y de 5.400 unidades el mes pasado, un 26,4% más. Además, Opel/Vauxhall matriculó 891.000 vehículos en lo que va de 2019, un 6,4% menos, y 69.700 unidades en noviembre, un 21,7% menos.
Reuniones de cara a la fusión con Fiat
Por otro lado, los consejos de administración de PSA y Fiat Chrysler se reunirán este martes de forma separada con el fin de analizar los últimos detalles en relación con la eventual fusión entre ambas compañías, que crearía un gigante con una facturación conjunta de unos 170.000 millones de euros anuales.
Los órganos de gobierno de ambas empresas mantendrán sendas reuniones durante este martes para revisar los detalles del principio de acuerdo alcanzado a finales del pasado mes de octubre, según informaron fuentes cercanas a las empresas.
Además, las firmas Etablissements Peugeot (EPF) y FFP, que representan a la familia Peugeot, han aprobado la propuesta de acuerdo de fusión entre el Grupo PSA y el consorcio italoestadounidense Fiat Chrysler, según informaron otras fuentes.
Los dos grupos anunciaron a finales de octubre el inicio de un proceso de negociación para la formación de un nuevo consorcio automovilístico, que se convertiría en el cuarto fabricante mundial de automóviles y que permitiría a las dos empresas alcanzar unas sinergias anuales de unos 3.700 millones de euros.