El gas se hace fuerte mientras el carbón vive sus horas más bajas
Considerada como la tecnología de respaldo, su papel en el mix eléctrico ha aumentado en el último año.
2 enero, 2020 02:34Noticias relacionadas
Han pasado apenas 15 días desde que España viviera un momento histórico en lo que a sistema eléctrico se refiere: por primera vez desde que existen registros, el país produjo toda su electricidad sin carbón.
Un hito que, en plena transición energética, tiene claros ganadores. Uno de ellos es el gas, que expertos, empresas y el propio Gobierno han bautizado como "tecnología de respaldo" hasta que el 100% renovable pueda imponerse en el mix eléctrico.
Hasta entonces, y con el calendario del fin de las nucleares fijado, el gas está haciéndose fuerte mientras las centrales de carbón españolas bajan sus persianas progresivamente.
Así lo demuestran los datos recogidos por Enagás que, a falta del cierre definitivo del año, señalan que la demanda de gas natural en España ha registrado en 2019 un crecimiento de en torno al 14% con respecto al año anterior, hasta alcanzar 398 TWh, el dato más alto desde 2010.
Más espacio en el hueco térmico
Un incremento que desde la compañía atribuyen, además de a un mayor consumo en la industria, a la demanda "muy elevada" de gas natural para la generación de electricidad.
En este último ámbito, de hecho, ha crecido cerca de un 80% respecto al año anterior, situando la cifra también en la más alta desde 2010, y que está relacionado directamente con el carbón, que vive sus horas más bajas.
En este sentido, el gas natural, con precios más competitivos, participa cada vez más en el hueco térmico frente al carbón y, además, por una baja generación hidráulica en 2019.
Asimismo, explica Enagás, en un contexto de altos niveles de almacenamiento de gas natural licuado (GNL) y de precios más bajos que en el resto de países europeos, España ha incrementado sus exportaciones de gas natural a Europa por los Pirineos en los dos últimos meses del año.
El PNIEC del Ejecutivo de Sánchez, remitido a Bruselas, contempla para el año 2030 una potencia total instalada en el sector eléctrico de 157 GW, de los que 50 GW serán energía eólica; 37 GW solar fotovoltaica; 27 GW ciclos combinados de gas; 16 GW hidráulica; 8 GW bombeo; 7 GW solar termoeléctrica; y 3 GW nuclear, así como cantidades menores de otras tecnologías.