El 7 de agosto de 2018, Elon Musk convulsionó el mercado. De manera inesperada, soltó el siguiente tuit: "Estoy considerando hacer Tesla privada por 420 euros la acción. La financiación está asegurada". La reacción, entre la sorpresa general, fue inmediata. En bolsa, los títulos de la empresa automovilística se dispararon un 11%, hasta los 379,57 dólares, durante esa jornada.
Aún tenían un buen trecho por delante para llegar a los 420 dólares apuntados por el confundador y entonces presidente de la compañía fabricante de coches, baterías y componentes eléctricos. Pero había un problema: esos 420 dólares nunca llegaron. La sorpresa dio paso a una confusión total. ¿Por qué había hecho Musk semejante anuncio? ¿Buscaba calentar la cotización? ¿Era cierta esa intención de lanzar una oferta de exclusión sobre Tesla? La polémica se adueñó de la situación, con ataques y reproches a Musk, hasta el punto de que la Comisión de Acciones y Mercados (SEC, por sus siglas en inglés) pasó a investigar la situación y acabó demandándole. Le acusaba de enviar un mensaje "engañoso" a los inversores con ese tuit.
A finales de septiembre, y después de que Musk abandonara la idea de recomprar la compañía, Musk dejó la presidencia de Tesla por un periodo mínimo de tres años. Pactó con la SEC una multa de 20 millones de dólares, el mismo importe con el que la empresa también fue sancionada. Elon Musk retuvo el puesto de consejero delegado, pero su imagen quedó dañada.
MENOS MAL...
Año y medio después, de aquel episodio apenas queda el recuerdo que dejó sobre la personalidad de un emprendedor tan brillante, pero también tan indescifrable e imprevisible, como Musk. Es más, los accionistas de la compañía se alegrarán de que aquel arrebato del líder de Tesla no fuera más allá. Aquellos 420 dólares se ven ahora pequeños.
Tesla celebrará este año su décimo aniversario como cotizada. Debutó a 17 dólares por acción. Ahora roza los 500"
Tras un fulgurante diciembre en el que los títulos se dispararon un 27% y su cotización escaló hasta los 418 dólares, en las primeras sesiones de enero el valor se está desmelenando. Ya sube un 25% y este lunes, con una revalorización del 10%, ha destrozado los 500 dólares para rozar incluso incluso los 525. A este precio, su valor bursátil llega a los 90.000 millones de dólares, muy por encima de otros emblemas del sector automovilístico estadounidense como General Motors, con una capitalización de 50.000 millones, o Ford, con 37.000 millones.
Tesla, por tanto, está volando en bolsa. Y lo está haciendo en el comienzo del año en el que celebrará su décimo aniversario como cotizada. Las acciones de la empresa se estrenaron en el parqué a finales de junio de 2010 a un precio de 17 dólares.
CUESTIÓN DE EXPECTATIVAS
El acelerón de final de año y de comienzos de 2020 responde, por un lado, al incremento de las entregas de vehículos por parte de la compañía y, por otro, a unas expectativas cada vez más optimistas con lo que la empresa liderada por Musk, que además es el principal accionista con cerca de un 19% del capital, puede lograr en adelante. Han pasado a un segundo plano el temor que generaba su alto endeudamiento, con unos compromisos a largo plazo de 10.000 millones de dólares, y las dudas sobre su expansión internacional, que acaba de recibir un doble espaldarazo en la última semana con el inicio de la ventas en China y con el anuncio de que la primera 'gigafactoría' de Tesla en Europa, que estará en Alemania, tendrá capacidad para producir 500.000 vehículos desde 2021.
Las previsiones de las firmas de inversión no dejan de subir. Para 2020 ya se espera un beneficio superior a 1.000 millones de dólares; y para 2021, más del doble, 2.266 millones"
En 2019, y según anunció la compañía la semana pasada, Tesla sumnistró un total de 367.500 coches eléctricos, un 50% más que en 2018 y por encima de las cifras de los dos años anteriores juntos. Solo en el último trimestre, el cuarto de 2019, la entrega alcanzó los 112.000 vehículos, todo un récord que se sustenta en un claro protagonista, el Model 3, que acaparó 92.550 entregas en ese parcial.
Pero la bolsa es una máquina del tiempo que mira al futuro, no al pasado. Y las previsiones de las firmas de inversión acerca de los resultados no están dejando de engordar en las últimas semanas. Según las estimaciones que recoge Refinitiv, el consenso de mercado vaticina que las ventas de la compañía alcanzarán los 30.000 millones de dólares en 2020 y que esta facturación se destilará en un beneficio de 1.054 millones de dólares. O lo que es lo mismo, el mercado ya sueña con unas ganancias superiores a los 1.000 millones, o 5,8 dólares por acción, dos dólares por encima de los pronósticos de hace tres meses. Las pérdidas, por tanto, pasarían a ser ya cosa del pasado.
Y para 2021 aún se atisba más crecimiento. Las ventas se acercarían a los 39.000 millones de dólares y el beneficio se dispararía hasta los 2.266 millones o más de 12 dólares por acción.
¿HASTA LOS 733 DÓLARES...O HASTA LOS 336?
Estas expectativas son las que están calentando la cotización de Tesla. Por si no fuera bastante con haber subido en todos sus años como cotizada, con la excepción del 11% que bajó en 2016, los inversores quieren más y están deparando una auténtica carrera por entrar en una empresa, en un sueño, el de Elon Musk, que nadie desea perderse, no vaya a ser que las de Tesla se conviertan en 'las acciones de la década' -o más allá-, como ha ocurrido antes con otras visionarias como Apple o Amazon.
El ritmo comprador está siendo tan acelerado, que el precio objetivo que el consenso de mercado otorga a Tesla ha sido pulverizado. Está más de 150 dólares más abajo, en los 336 dólares.
Ahora bien, también existen firmas que ven a Tesla más arriba. Como Robert W. Baird & Co., cuyo analista Benjamin J. Kallo valora los títulos a 525 dólares. O, sobre todo, Chaim Siegel, analista de Elazar Advisors, que eleva el precio objetivo hasta los 733,9 dólares.
El mercado, sin duda, se está posicionando del lado de los optimistas; lo está apostando todo a Tesla. Y ya tiene marcada y bien marcada la fecha del 28 de enero, en la que está previsto que la compañía anuncie las cifras de 2019 y anticipe nuevas previsiones. Los inversores las aguardan con ganas; se las prometen felices. Como Elon Musk, que, esta vez sí, ve que los 420 dólares, y muchos más, son una realidad.