El precio del litro de gasóleo y gasolina ha proseguido está semana con la tendencia alcista con la que ha arrancado 2020, tras repuntar hasta un 0,45%, y es hasta casi un 11% más caro que hace un año.
En concreto, el precio medio del litro de gasóleo se ha incrementado un 0,38% en esta semana, respecto a la pasada, para situarse en los 1,253 euros, su nivel más alto desde mayo de 2019, según datos del Boletín Petrolero de la UE consultados por Europa Press.
En lo que respecta al precio del litro de gasolina también ha repuntado (+0,45%) en esta semana, para remontar hasta los 1,326 euros, su nivel más alto desde finales de septiembre.
Esta nueva subida en los carburantes hace que el precio del litro de gasolina sea un 10,77% más caro que hace un año, mientras que el diésel tiene un coste un 9,14% superior a la segunda semana de 2019.
Llenar el depósito, 7 euros más caro
Con los precios actuales, llenar un depósito de 55 litros de gasolina cuesta 72,93 euros, unos siete euros más que hace un año, mientras que en el caso de un vehículo de diésel el llenado del depósito asciende a 68,91 euros, unos 5,7 euros más.
La escalada de tensiones en el conflicto entre Estados Unidos e Irán en el final de 2019 y principio de este 2020 llevaron a una espiral alcista en el precio del barril de petróleo, situándose por encima de la cota de los 70 dólares.
En esta semana se ha producido una relajación en estos precios. Así, este jueves el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba en torno a 64 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba a unos 58 dólares.
No obstante, la gasolina sigue estando más barata en España que en la media de la UE y la zona euro. Así, el combustible Euro-Súper 95 se sitúa en 1,440 euros y 1,472 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta de media 1,380 euros en la UE y 1,377 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.