Eco Rail no ha dicho su última palabra en la liberalización ferroviaria. La compañía andaluza ha decidido recurrir ante los tribunales la decisión tomada el pasado 27 de noviembre por el consejo extraordinario de Adif que convirtió a Ilsa, compuesta por Air Nostrum y Trenitalia, y SNCF, la compañía ferroviaria pública francesa, en las compañías que comenzarán a competir con Renfe a partir de diciembre de 2020.
Las razones que han llevado a tomar esta decisión a Eco Rail se asientan en dos pilares: la naturaleza del propio proceso, que desde la compañía no verían alineado con las directrices de la Unión Europea y las dudas sobre la capacidad que puede llegar a tener Ilsa a la hora de poner en marcha su propuesta.
Así las cosas, el recurso presentado abre un periodo de incertidumbre que podría llegar, incluso, a provocar la anulación del concurso y, con ello, el retraso de todos los plazos previstos para que el mercado ferroviario español entre en competencia.
El equipo jurídico de Eco Rail ha dado a conocer su decisión tanto a Adif como a la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). Por el momento, la empresa ha decidido no pedir medidas cautelares, aunque se guarda la posibilidad de hacerlo a medida que avance el proceso.
Adif optó por un modelo de liberalización que reparte el mercado ferroviario en tres paquetes, denominados A, B y C. El primer lote comprende un nivel de operación muy profundo, destinado a ser operado por Renfe. La segunda opción, en la que se impuso Ilsa, dibuja una oferta de servicios que contaría con un 30% de la capacidad de la actual operadora ferroviaria española. Por último, el tercer paquete, ganado por SNCF, está más alineado con un producto low cost.
La puesta en marcha de la liberalización va a provocar que la oferta de circulaciones en las vías españolas aumente más de un 60% respecto al volumen actual. Pasa de las 119 circulaciones por sentido y día, a las 189 de cara al 14 de diciembre de 2020, fecha en la que está previsto el comienzo de la nueva etapa.
Tres ejes liberalizados
En su declaración de red, Adif separa la líneas de alta velocidad españolas en tres ejes. El primero está compuesto por los trazados Madrid-Barcelona-Frontera francesa y por el Valencia-Barcelona. El segundo es el que engloba al Madrid-Levante y el tercero el Madrid-Toledo-Sevilla-Málaga.
Ilsa, cuyo accionariado esta repartido en un 55% controlado por Air Nostrum y el 45% restante por el operador público italiano Trenitalia, ganó el lote que la convertirá en el segundo operador ferroviario más importante de España. Una posición que está alineada con la ambición de este proyecto que persigue competir de tú a tú con Renfe tanto en tarifas como en los servicios más premium.
La oferta de Ilsa, cuyos primeros servicios llegararían en enero de 2022, se impuso a Eco Rail al contar con una explotación más profunda de este paquete gracias al músculo que le aporta la presencia de Trenitalia. El operador público italiano cuenta con material ferroviario de primer nivel, tanto en operación como pendiente de recibir, que podrá poner en las vías españolas.
Por su parte, la propuesta de SNCF se centra en los pasajeros que buscan las tarifas más económicas. El operador ferroviario público francés, va a traer a las vías españolas el servicio de bajo coste que tantas alegrías le está dando en Francia.
Ahora el recurso de Eco Rail pone en el aire todo el proceso. En el caso de que su petición prospere esta decisión afectaría irremediablemente a los plazos previstos. El calendario fijado por todos los involucrados está muy ajustado por lo que, de paralizarse el proceso, significaría un retraso en las fechas anunciadas. Una decisión que queda en manos de la justicia que será la encargada de decidir si la liberalización ferroviaria continua su curso previsto o entra en vía muerta hasta nueva orden.