La crisis del coronavirus chino de Wuhan va a más allá de lo sanitario. Los economistas ya están echando cuentas del impacto que la epidemia que a día de hoy asuela una región china y avisan: su efecto puede ser tan perjudicial para la economía mundial como el de la guerra comercial entre el país mandarín y Estados Unidos.
Recapitulemos. Según los datos que ha dado el Ministerio de Sanidad español, en todo el mundo son 14.542 los casos activos confirmados de coronavirus (más de 17.000 desde que China confirmó el inicio de la epidemia) y solo 162 de ellos fuera de China. La mortalidad se ha concentrado en este país, con 362 defunciones declaradas, según Pekín.
El pánico ha tomado a los analistas. En el campo comercial, China supone la segunda economía más importante del Globo y se ha convertido en el mayor comprador de exportaciones de productos básicos. Decir que la evolución del PIB mundial depende de su salud financiera no es una exageración.
Catástrofe en los mercados... chinos
La reapertura de los mercados chinos, que esta última semana han estado cerrados por la celebración del Año Nuevo, ha sido la primera señal de alarma. A pesar de que el Banco Central ha inyectado unos 1,2 billones de yuanes (154.477 millones de euros), la caída de valores en los principales índices de la bolsa asiática ha sido de hasta el 9%.
Con todo, por lo pronto el resto de las bolsas internacionales no se ha mostrado tan volátil.
En cualquier caso, se trata de una situación que, de extenderse en el tiempo, afectaría inevitablemente al resto del mundo. A día de hoy, el PIB chino supone aproximadamente el 16% del PIB mundial, al tiempo de que su avance económico supone más de 30% del crecimiento global.
“Si la OMS lo declara como una pandemia, eso también tendrá un efecto deprimente en la economía global porque los países impondrán a los productos chinos ciertas limitaciones al comercio, y eso obviamente desacelerará el crecimiento", avisa Bernard Baumohl, economista jefe global de Economic Outlook Group.
Crecimiento frenado
Si los peores pronósticos se cumplen, el crecimiento de la economía mundial podría acabar frenada… de nuevo.
En 2019, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que parece que está cerca de firmar la paz, dejó el incremento del PIB global en un 3% según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), y esta es la evolución que vaticinan los expertos en caso de que los peores pronósticos se cumplan.
De esta manera, se perderían cuatro décimas de crecimiento. Y es que varias empresas están recortando su actividad en China ante la virulencia de la epidemia. Numerosas firmas americanas están suspendiendo su actividad en país dirigido por Xi Jin Ping, tales como Apple, Starbucks o Google, por mencionar tres.
Sin embargo, también hay quien considera que toda esta alarma es desproporcionada. Es el caso de Javier Santacruz. Este economista con amplios conocimientos de los mercados chinos asegura que la situación no es tan grave y que se quedará en “el corto plazo”.
Efecto sobre la demanda, no sobre la oferta
Los cálculos de Santacruz precisan que, como mucho, la disminución del crecimiento global será de dos décimas de PIB (unas decenas de miles de millones de euros). Ademas recuerda que el mayor impacto será en la demanda y el “consumo interno”.
Es decir, que su vaticinio es que la capacidad de producción de China no se verá afectada (“una crisis como esta no destruye capitales”) ni los posibles compradores dejarán de adquirir productos o componentes de origen chino.
En este sentido, asegura que cabe prever que al coronavirus se le ponga coto pronto. “China tiene una industria biotecnológica y farmacéutica lo suficientemente potente como para obtener rápidamente una vacuna” y recuperar la demanda interna.
Pero el optimismo de Santacruz no es compartido. De hecho, IHS Markit alerta de que si la situación persiste podrían producirse interrupciones en la cadena de suministro en toda China con una caída de la producción de vehículos, particularmnete, de hasta el 32.3% (o 1.7 millones de vehículos). Alarmistas o no, está claro que impacto del coronavirus no deja indiferente a nadie.