Los efectos del coronavirus (que ya tiene nombre: Covid-19) probablemente reducirán entre un 0,1% y un 0,2% el crecimiento de la eurozona y del Reino Unido en 2020 debido a las menores exportaciones a China y una menor inversión empresarial, según un informe de S&P Global Ratings.
"El coronavirus, que ha provocado bloqueos en algunas partes de China, presenta un riesgo de interrupción de la cadena de valor europea, amplificado por los bajos niveles actuales de inventarios europeos, especialmente en el sector automovilístico, después de cuatro trimestres consecutivos de contracción", ha señalado Sylvain Broyer, economista jefe de calificaciones globales de S&P para EMEA.
Según la firma, la economía alemana es la que parece estar en mayor riesgo de interrupción en Europa, dado que el sector manufacturero, y especialmente la producción de ordenadores y productos electrónicos, equipos eléctricos, equipos de maquinaria y automóviles, son los más expuestos.
Demanda interna
Sin embargo, la demanda interna en Europa, especialmente el gasto de los consumidores, es mucho más resistente hoy que en 2003, cuando la economía de Europa se vio afectada por el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), un pariente cercano del nuevo coronavirus.
"En 2003, la tasa de desempleo estaba aumentando en todo el continente. Hoy, el desempleo europeo está cerca de un mínimo histórico. Además, al reducir las expectativas de crecimiento global, el coronavirus ha pesado sobre el precio del petróleo, que prestará apoyo al poder adquisitivo de los hogares en Europa", ha incidido Boyer.
Por ello, S&P estima que una fuerte respuesta política al coronavirus en toda Europa "parece innecesaria" en la situación actual. Sin embargo, esto podría cambiar si se observa un mayor impacto en la salud pública, el sentimiento económico y las condiciones financieras.
Por ahora, los indicadores de sentimiento están tocando fondo y las condiciones financieras (diferenciales de crédito y mercados de valores) no sugieren que el coronavirus causará un gran impacto en la economía europea.
El impacto relativamente pequeño en el crecimiento que prevé actualmente S&P se superaría rápidamente, en particular debido a la resistencia de la demanda interna.