El Corte Inglés se ha convertido en una de las grandes empresas españolas afectadas por el coronavirus. El gigante de la distribución ha cerrado de forma temporal su oficina en China para no poner en riesgo a sus trabajadores.
La decisión se tomó la pasada semana y de momento, sus oficinas en Shanghai y Hong Kong permanecerán sin abrir hasta el próximo 17 de febrero, según ha podido saber EL ESPAÑOL.
Fuentes de la compañía explican que por orden de las autoridades chinas los edificios en los que están ubicadas sus oficinas permanecen cerrados y recuerdan que es una situación que está afectando a todas las empresas españolas con oficinas comerciales en China.
Al igual que han hecho otras corporaciones en el país asiático, siguiendo las instrucciones de las autoridades locales, en un primer momento, cerraron sus instalaciones por el periodo vacacional del Año Nuevo chino.
Sin embargo, terminado ese descanso, con el coronavirus aún sin controlar, los edificios permanecen cerrados y sus trabajadores están teletrabajando.
Las oficinas en China de El Corte Inglés cuentan con cerca de un centenar de empleados, con lo que son pequeñas en relación al volumen de trabajadores de la cadena en España, pero son importantes para el Grupo.
Pese a que el 90% de los proveedores de El Corte Inglés son españoles, según datos oficiales, la firma también mantiene relación con proveedores chinos.
Un mercado de oportunidades
Ademas, la empresa lleva tiempo estudiando nuevas oportunidades en el país asiático, lo que ha hecho que la nueva presidenta del grupo, Marta Álvarez, haya visitado ya varias veces las sedes del grupo en Shanghai y Hong Kong desde que tomó las riendas de la compañía el pasado agosto.
Es conocido el acuerdo que El Corte Inglés selló el pasado año con el gigante de la distribución online asiático Alibaba para vender sus productos en China. Gracias a esa alianza, el grupo español comercializa sus marcas de perfumería y alimentación, entre otros, en un país con una población que supera los 1.395 millones de personas.
Además, la compañía selló un acuerdo tecnológico con Alibaba para convertir a esta plataforma en socio estratégico del grupo en su batalla por competir con Amazon.
Por otra parte, en los últimos años, El Corte Inglés ha ido introduciendo su marca en el corazón financiero de China con la apertura de decena de corners en los que comercializa su marca de alimentación Gourmet, tan arraigada en España.
Compras en China
Pero la relación comercial de la cadena de grandes almacenes con China va más allá de su deseo de aumentar las ventas en ese gran mercado.
De hecho, el grupo de grandes almacenes está siguiendo muy de cerca la evolución de una enfermedad porque también afecta a algunos de sus principales proveedores en el gigante asiático.
Según fuentes del sector, la preocupación de la compañía es que el cierre de las fábricas con las que suele trabajar en China afecte a su abastecimiento en el medio plazo, puesto que el tiempo necesario para recibir mercancías desde el país asiático ronda los tres meses.
Sin embargo, desde Hermosilla se resta importancia a este hecho al recordar que sus proveedores chinos son muy pocos, ya que el grueso de las empresas a las que compra el grupo están en España.
El retraso en las entregas de proveedores chinos es una amenaza que no solo afecta a la empresa que preside Álvarez, sino que es compartida por todas las grandes marcas españolas con proveedores en China, entre los que se incluye Inditex.