Con la renuncia de 16 grandes compañías tecnológicas sobre la mesa y el riesgo de que grandes operadoras europeas de telecomunicaciones se dieran de baja, la GSMA -el organizador del Mobile World Congress (MWC)- se sacó de la manga una carta que nadie esperaba: convocar una reunión para el viernes para analizar la viabilidad del congreso en esta edición 2020.
La justificación fue perfecta: esperar a la reunión de los ministros de Sanidad de la Unión Europea, que el jueves buscarán una posición en común respecto del coronavirus y sus riesgos. El movimiento no solo gana cuatro días para que la GSMA intente pacificar a las grandes empresas que todavía no se bajan, sino que además busca un mensaje tranquilizador de Bruselas para que eventualmente sirva de argumento para que el evento siga adelante.
No obstante, el movimiento fracasó y no logró frenar la sangría de renuncias. Después del anuncio, Facebook, Cisco, Sprint y el gigante de las telecomunicaciones AT&T, alma de la GSMA, anunciaron su marcha, sumándose a Intel y a la china Vivo que lo habían hecho por la mañana.
La GSMA no consiguió su objetivo principal y, por el contrario, siguió sembrando el desconcierto entre empresas tecnológicas, telecos y fabricantes que siguen dudando con participar y que esperaban una solución contundente este martes.
No obstante, la esperada revolución de las operadoras de telecomunicaciones europeas no se produjo, aunque renunció la mayor teleco del mundo: AT&T. Pese a ello, las informaciones recopiladas por este periódico indican que muchas telecos y grandes corporaciones frenaron su renuncia prevista para el martes, pero con el convencimiento de que el Mobile se cancelará el próximo viernes.
Operadoras europeas
"En términos económicos el impacto de cancelarlo el martes o el viernes es básicamente el mismo", dice un directivo de la operadora a EL ESPAÑOL. De esta manera, las renuncias que se iban a presentar en bloque se postergaron para no romper definitivamente con la GSMA, algo muy delicado en el caso de las telecos que además son miembros de la patronal.
Durante los últimos días, estas mismas compañías han estado en conversaciones a todos los niveles: directivos de grupo, locales y a nivel tecnológico y comercial. Telefónica, Vodafone, Orange y Deutsche Telekom están explorando todas las posibilidades y para ello mantuvieron largas conversaciones cruzadas la jornada del martes.
Pero finalmente no se tomó ninguna decisión drástica a la espera de la evolución de los acontecimientos, aunque siguen en alerta. Las fuentes consultadas por este diario indican que la primera opción para la mayoría de las empresas es la cancelación por parte de la GSMA, aunque empieza ganar terreno la posibilidad de postergar el evento para los próximos meses.
En este sentido, nadie descarta que la GSMA haya retrasado su decisión definitiva al viernes para tener tiempo de buscar otra fecha dentro de este 2020, de la mano de la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona y la Fira.
Sería una posibilidad intermedia en la que la GSMA salvaría el riesgo del coronavirus sin perjudicar sensiblemente la imagen de los anfitriones y salvando parte de los 473 millones de impacto económico estimado.
Futuro del Mobile World Congress
En cualquier caso, a todo el sector le extraña que el último comunicado oficial de la GSMA se haya producido la noche de 9 de febrero con la renuncia de solo cuatro empresas. Tres días después se han producido una avalancha de bajas y -al margen de la confirmación extraoficial de la reunión- no se ha producido ningún otro pronunciamiento, algo que sí se produjo casi diariamente la semana pasada.
Con todo -e independientemente de la decisión final- lo cierto es que la gestión de los organizadores del evento y de las autoridades catalanas puede dejar seriamente tocado el futuro de la GSMA y del propio Mobile World Congress.
Desde hace unos años, las operadoras y los fabricantes presentan sus mayores novedades en actos privados y los últimos acontecimientos políticos no han ayudado en nada a mejorar la sensación de tranquilidad del evento. Por lo que muchos ven que una industria sin Mobile podría vivir perfectamente.
Por el momento, la prioridad es aclarar la situación de la edición de 2020, pero muchas empresas ya están pensando en la posibilidad de darle una vuelta al evento para el futuro. Y ya no hablamos de su sede, sino que de toda la dinámica y la utilidad del congreso.