El Mobile World Congress se cancela tras una semana de agonía en la que las relaciones entre todos los agentes del mercado quedaron sumamente tocadas. La GSMA -organizador del evento y patronal de las operadoras de telecomunicaciones- forzó hasta el último minuto para mantener en pie la feria.
Una cancelación que sólo llegó después de una baja masiva de sus socios más importantes -Vodafone, Deutsche Telekom, AT&T y BT- y de reuniones frenéticas durante más de cinco horas.
La GSMA ha confirmado que en 2021 el Mobile volverá Barcelona, pero lo cierto es que la feria corre peligro en cualquier futuro destino, incluso fuera de la Ciudad Condal. La crisis del coronavirus ha puesto a prueba la unidad de los agentes del sector, una unidad que a todas luces se ha resquebrajado.
En primer lugar, las relaciones entre la Generalitat, el Ayuntamiento y la GSMA han quedado tocadas ya que es muy probable que la patronal de las telecos haya tomado la decisión de cancelar pese a la oposición de las autoridades, y todo ello en un año en que se suponía que se renovaba a Barcelona como sede del evento.
En 2015, la GSMA y Barcelona ampliaron su acuerdo -que vencía en 2018- por cinco años hasta 2023. "Estamos encantados de anunciar que Barcelona seguirá siendo Mobile World Capital y sede del Mobile World Congress durante los próximos ocho años". La idea era ampliar este acuerdo en 2020, algo que parece que no sucederá por el momento.
Cinco horas de vértigo
¿Qué pasó ayer? Las 24 operadoras de telecomunicaciones se reunieron a las 14.00 horas del miércoles y justo al terminar su reunión -sobre las 16.00 horas- el ministro de Sanidad Salvador Illa y la consejera de Salud de la Generalitat Alba Bergés comparecían ante todos los medios de comunicación para reiterar que en España el virus está controlado y que no hay ningún riesgo sanitario que garantice que se cancele un evento de las características del Mobile.
De esta manera, se repitieron las presiones de la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barecelona y del Gobierno de España que impidieron que la GSMA cancelase el evento el martes pasado -cuando las telecos esperaban el anuncio- y estuvieron a punto de hacerlo ayer.
Pero la GSMA logró seguir adelante con su comunicado sobre las siete de la tarde con una frase escueta: "Las partes anfitrionas respetan y entienden esta decisión", a pesar de que ni el Ayuntamiento de Barcelona ni la Generalitat de Cataluña han tenido reacción alguna. Para mediodía de este jueves el Ayuntamiento ha convocado a la prensa para dar su versión. Un órdago final que, sin embargo, no logró tumbar la decisión de cancelar el evento que estaba tomada desde el mediodía del miércoles.
Operadoras y patronal
Otro gran problema es la relación de las operadoras de telecomunicaciones con su patronal. Desde hace más de una semana las principales compañías transmitieron a la GSMA que lo más adecuado era cancelar el evento ante la amenaza del coronavirus y el aumento de los riesgos, al mismo tiempo que la patronal desoía las sugerencias y se refugiaba en el apoyo institucional.
Las fuentes consultadas por este diario indican que la semana ha sido muy dura y que, lógicamente, la relación entre los organizadores y sus asociados ha quedado muy tocada. Se considera que la GSMA ha pensado en todo momento en términos económicos sin tener en cuenta la opinión de las telecos.
Esto hace que muchas de estas empresas se pregunten realmente de la viabilidad de tener un Mobile, que además todos los años está en cuestión por huelgas y asuntos políticos. Del otro lado, tenemos a los fabricantes que cada vez confían menos en esta feria como escaparate mundial de sus principales lanzamientos.
Sin ir más lejos, Samsung, el principal fabricante de teléfonos móviles presentó sus últimas novedades solo 24 horas después de la cancelación y no esperó a la realización del Mobile para la puesta de largo de sus nuevos dispositivos.
Y no es la única. Cada año que pasa, los fabricantes siguen los pasos de Apple y hacen presentaciones individuales en las que pueden tener todo el protagonismo, demostrando que cada es menos importante para el sector tener la cobertura mediática que da el Mobile World Congress.