La recuperación económica ha logrado que España vuelva a tener el PIB anterior a la crisis, pero no ha conseguido que la distancia que separa el salario de las mujeres del de los hombres vuelva a los niveles de 2008.
Las mujeres en España ganan una media anual de 20.600 millones de euros, frente a los casi 26.400 millones de los varones, según los datos de 2019 recopilados por CCOO Servicios.
El sindicato ultima la presentación de un informe sobre brecha de género en el que pone también de manifiesto que el empleo parcial involuntario también afecta más a las trabajadoras, que en casi la mitad de los casos no llegan a cobrar al año la mitad del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
El tamaño de esa brecha salarial varía en función de los sectores, siendo especialmente llamativa en el comercio, donde hay más mujeres que hombres trabajando, pero los salarios por hora muestran una distancia del 23%, frente a la media del 14,2% del conjunto de la economía.
Lejos de acortarse esa distancia, en el caso del comercio ha aumentado en el último año, puesto que el salario de las mujeres avanzó un 3,9% en 2019 frente al 4,4% de sus compañeros.
Esta tendencia no es compartida por el resto de la economía, donde el salario de la población femenina creció en el último ejercicio un 2,4%, frente al 1,8% de la masculina.
España presenta también datos preocupantes sobre cómo el trabajo a tiempo parcial involuntario afecta más a las mujeres que a los hombres.
Un hecho que estaría directamente relacionado con otro dato elocuente: el 43% de las mujeres trabajadoras -esto es, cerca de tres de cada cinco- percibe un salario anual que es dos veces inferior al SMI, es decir no llega a la mitad de los 950 euros mensuales en 14 pagas que pactaron los agentes sociales con el Gobierno.
En una situación similar están el 33% de los hombres, esto es uno menos que en el caso de las mujeres por cada cinco trabajadores.
Esa 'parcialidad forzosa' es especialmente alta en algunas comunidades autónomas, en especial en Canarias, Extremadura y Andalucía, según los datos recopilados por CCOO Servicios. También afecta de forma más virulenta a la hostelería y el comercio.
La mujer, más vulnerable
Cuando la economía se contrae, el empleo más vulnerable es el primero que se resiente. Esto ocurrió con la crisis y los economistas temen que vuelva a suceder ahora con la desaceleración económica.
Esos puestos de trabajo suelen estar ocupados por mujeres, teniendo una especial incidencia en las madres que han tenido que reengancharse al mercado laboral sin estudios tras el parón por el nacimiento de sus hijos.
En este contexto, la hostelería y las actividades administrativas no han logrado mejorar la remuneración de las mujeres desde el arranque de la crisis al nivel de otras actividades.
Sin embargo, uno de los aspectos en los que más se ve cómo la precariedad laboral se ceba más con las mujeres que con los hombres es en la temporalidad, ya que al igual que ocurre con el tiempo parcial, los contratos temporales son más comunes entre las trabajadoras y en un gran porcentaje de los casos de manera forzosa.
La alta temporalidad que se ha pronunciado en los últimos tiempos no ha ayudado a combatir la brecha de género.
En este sentido, los últimos datos de la EPA reflejan cómo el porcentaje de trabajo temporal afecta más a las mujeres que a los hombres, con un 25,76% y 25,64% respectivamente.
Techo de cristal
El análisis de CCOO se detiene a analizar el "techo de cristal" como uno de los motivos que hace que las mujeres sigan empleadas en ocupaciones con menores niveles retributivos. Esa falta de presencia femenina en la alta dirección hace que en las medias salariales la población femenina salga perjudicada frente a la masculina.
Esto sigue ocurriendo a pesar de que, como ha puesto de manifiesto otro informe difundido en los últimos días por otro sindicato, UGT, el 48% de las mujeres que están en el mercado laboral tienen titulación universitaria frente al 37,8% de los hombres.