Telefónica Brasil comunicó al regulador de este país su interés por iniciar las negociaciones formales con el operadora Oi para la compra de su negocio móvil. La operación se hará a tres bandas, ya que la compañía española ha llegado a un acuerdo con la italiana TIM para hacer una oferta conjunta por parte o la totalidad de estos activos.
Este es el primer paso de una adquisición en la que que Telefónica lleva meses trabajando y que se ha acelerado en las últimas semanas, tal como adelantó Invertia a comienzos el lunes. Hasta ahora la operadora española había manifestado su interés en Oi, pero nunca había confirmado negociaciones formales para su adquisición.
"La transacción, si se completa, creará valor para nuestros accionistas y clientes a través de mayores crecimiento, generación de eficiencias operativas y mejoras en la calidad del servicio. Además, contribuirá al desarrollo y competitividad del sector brasileño de telecomunicaciones", dijo Telefónica en su comunicación al regulador de los mercados brasileño.
Oi, el mayor operador de línea fija del país suramericano, espera recaudar más de 2.400 millones de dólares por la operación aunque otros analistas indican que podría obtener entre 3.500 y 4.000 millones por su negocio móvil. El montante definitivo es uno de los flecos que se está cerrando.
Atraviesa una complicada situación financiera tras entrar en concurso de acreedores en 2016. Es por ello que el proceso está siendo directamente monitorizado por el gobierno brasileño que busca la mejor solución para la empresa, pero también para sus casi 40 millones de clientes, más de 35 millones solo de teléfono móvil, el negocio que interesa a Telefónica.
Mercado en Brasil
En esta línea, la apuesta de Telefónica por Brasil estaría decantando la balanza a su favor en la puja por los activos móviles de Oi. La compañía española terminará de invertir 6.500 millones de dólares en el periodo 2018-2020, principalmente en expansión de fibra óptica y cobertura de 5G
En el caso de la venta de su negocio móvil, Oi utilizará los ingresos de la venta para impulsar el servicio de banda ancha de fibra hasta el hogar (FTTH), considerado clave para el crecimiento de la compañía, según su plan estratégico presentado en julio del año pasado.
Oi actualmente tiene 360.000 kilómetros de fibra en Brasil y su infraestructura también es utilizada por otros operadores.
El sector de las telecomunicaciones en Brasil tiene cuatro actores principales. Telefónica, a través de su marca Vivo, tiene más del 30% del mercado, Claro, de América Móvil (Carlos Slim) tiene el 25%, al igual que TIM (Telecom Italia) con un 24%. Oi es el cuarto operador con el 16%, aunque es fuerte en telefonía móvil.
De ahí la importancia de Oi. Si TIM o Vivo la compran, automáticamente consolidarían su posición como primer actor del sector en Brasil. Es por ello de la importancia del acuerdo que han llegado con Telefónica. Oi es una empresa con serio riesgo financiero, lo que según fuentes del mercado es una situación que debería rebajar su precio final.
Deuda de Oi
En el caso de Telefónica, en el mercado insisten en que lo que se comprará son clientes y que la estructura de Oi es fácilmente optimizable ya que habría muchas sinergias entre sus activos y los posibles compradores. Y la cartera de clientes móviles es complementaria con los esfuerzos de Telefónica de democratizar la fibra óptica en Brasil.
Al cierre de 2019, los ingresos de Telefónica Brasil crecieron un 1,9%, hasta los 44.268 millones de reales (unos 10.200 millones de dólares), lo que, según la empresa, "refleja el buen desempeño en los negocios de mayor valor, como el pos pago o la fibra". Solo en 2019 se invirtieron más de 2.000 millones de dólares en la expansión de fibra en este país.
Telefónica Brasil contaba a finales de 2019 con 74,5 millones de clientes de telefonía móvil, lo que representó un incremento del 1,9%. Oi tiene más de 35 millones de clientes y una facturación total de 4.700 millones de dólares, pero tiene una deuda superior a los 10.000 millones de dólares.