Telefónica acelera los movimientos para cerrar la compra de parte del negocio de la brasileña Oi, principalmente la filial de móviles, una operación en la que trabaja desde hace cinco meses y que podría anunciarse en los próximamente.
Una adquisición que reforzaría la posición de la compañía española en Brasil, uno de sus cuatro mercados clave de la teleco junto con España, Reino Unido y Alemania.
El pasado mes de noviembre el consejero delegado de Telefónica Ángel Vila reconoció que la compañía estaba estudiando la operación. "Vamos a estar pendientes porque siempre hemos estado a favor de aquellas oportunidades que consoliden nuestro mercado", indicó. "La filial móvil de Oi es una firma que ha destacado en el pasado por lo que tiene una cuota de clientes importante y una buena posición en el sector".
Oi, el mayor operador de línea fija del país suramericano espera recaudar más de 2.400 millones de dólares por la operación aunque otros analistas indican que podría obtener entre 3.500 y 4.000 millones por su negocio móvil. El montante definitivo es uno de los flecos que se está cerrando.
Otra de las incógnitas que se deben despejar es si la adquisición final incluirá algún pacto o reparto de activos con los competidores directos de Telefónica en la región: América Móvil (Carlos Slim) y Telecom Italia (TIM).
Oi atraviesa una complicada situación financiera tras entrar en concurso de acreedores en 2016. Es por ello que el proceso está siendo directamente monitorizado por el gobierno brasileño que busca la mejor solución para la empresa, pero también para sus casi 40 millones de clientes, más de 35 millones solo de teléfono móvil, el negocio que interesa a Telefónica.
Mercado en Brasil
En esta línea, la apuesta de Telefónica por Brasil estaría decantando la balanza a su favor en la puja por los activos móviles de Oi. La compañía española terminará de invertir 6.500 millones de dólares en el periodo 2018-2020, principalmente en expansión de fibra óptica y cobertura de 5G
En el caso de la venta de su negocio móvil, Oi utilizará los ingresos de la venta para impulsar el servicio de banda ancha de fibra hasta el hogar (FTTH), considerado clave para el crecimiento de la compañía, según su plan estratégico presentado en julio del año pasado.
Oi actualmente tiene 360.000 kilómetros de fibra en Brasil y su infraestructura también es utilizada por otros operadores.
El sector de las telecomunicaciones en Brasil tiene cuatro actores principales. Telefónica, a través de su marca Vivo, tiene más del 30% del mercado, Claro, de América Móvil (Carlos Slim) tiene el 25%, al igual que TIM (Telecom Italia) con un 24%. Oi es el cuarto operador con el 16%, aunque es fuerte en telefonía móvil.
De ahí la importancia de Oi. Si TIM o Vivo la compran, automáticamente consolidarían su posición como primer actor del sector en Brasil. Oi es una empresa con serio riesgo financiero, lo que según fuentes del mercado es una situación que debería rebajar su precio final.
Deuda de Oi
En el caso de Telefónica, en el mercado insisten en que lo que se comprará son clientes y que la estructura de Oi es fácilmente optimizable ya que habría muchas sinergias entre sus activos y los posibles compradores. Y la cartera de clientes móviles es complementaria con los esfuerzos de Telefónica de democratizar la fibra óptica en Brasil.
Al cierre de 2019, los ingresos de Telefónica Brasil crecieron un 1,9%, hasta los 44.268 millones de reales (unos 10.200 millones de dólares), lo que, según la empresa, "refleja el buen desempeño en los negocios de mayor valor, como el pos pago o la fibra". Solo en 2019 se invirtieron más de 2.000 millones de dólares en la expansión de fibra en este país.
Telefónica Brasil contaba a finales de 2019 con 74,5 millones de clientes de telefonía móvil, lo que representó un incremento del 1,9%. Oi tiene más de 35 millones de clientes y una facturación total de 4.700 millones de dólares, pero tiene una deuda superior a los 10.000 millones de dólares.