Se cumplen ocho días desde que entrara en vigor el estado de alarma decretado por el Gobierno. Una medida de lucha contra el coronavirus que ha cerrado comercios y hoteles, ha cerrado las fronteras y ha acabado con el turismo, el sector más importante de la economía.
Una paralización de la economía que puede hacer que un millón de personas queden en el paro de forma temporal y que ha puesto en jaque el futuro de miles de negocios en España. De esta incertidumbre, hablamos por teléfono con José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España.
Durante la conversación, Bonet se muestra optimista y convencido de que saldremos reforzados de la crisis que viene, aunque sí cree que es necesario que políticos y sociedad caminen unidos para volver cuanto antes al punto de partida.
- Estamos ante una crisis económica sin precedentes fruto de la parálisis de la economía. ¿Es posible hacer algún tipo de previsión de cómo evolucionará la situación?
Estamos ante una cuestión de una gravedad extraordinaria. Si no se toman las medidas adecuada, las consecuencias pueden ser fatales. El Estado y la Unión Europea deben trabajar de forma coordinada.
La Unión Europea tiene que servir para algo y en este momento en el que los ciudadanos están al límite los gobernantes deben estar a su servicio.
Me alegra escuchar al gobernador del Banco de España, quien ha pedido a Europa que active distintos mecanismos de ayuda, pues refleja lo que pienso. También ver cómo el ministro Escrivá ha resuelto el problema de los autónomos. No tiene sentido que una persona que se queda sin ingresos tenga que pagar.
- El Gobierno ha comprometido una línea de liquidez de 100.000 millones de euros junto con otras medidas para apoyar a empresas y trabajadores, ¿qué valoración hace del plan?
Creo que va en la buena dirección. Es un buen paso, pero no el último. Falta que, de verdad, se haga lo que haga falta.
Me gusta esa expresión: “haremos lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta”. No puede ser retórica. La partitura es buena y hay que ver cómo se ejecuta en beneficio del ciudadano.
Lo que deben valer son afirmaciones rotundas como las de Sánchez cuando dice que habrá toda la liquidez que sea necesaria. Ahora son 100.000 millones de euros, que está muy bien, pero si son 300.000 millones habrá que ponerlos. Hasta el Banco Central Europeo (BCE) se ha dado cuenta de que no pueden estar con cosas menores. Éste es un momento excepcional que requiere de medidas excepcionales.
El daño ha sido extraordinariamente grave y, una vez salvadas las empresas, hay que ponerse a trabajar e ir a por todas.
- Una vez que todo pase y comencemos a recuperar la normalidad, ¿cómo impulsamos la recuperación económica?
Básicamente hay que hacer dos cosas: la primera, lograr que la recuperación sea en V y no en U o en L. La segunda es que hay que ponerse las pilas e ir a por ello. Se trata de recuperar rápidamente la situación.
Esto quiere decir que si nuestros objetivos eran la digitalización, internacionalización y la formación, hay que ir a tope a por ello. Las Cámaras lo tenemos claro. Estamos ayudando a las empresas y echaremos el resto.
Después tiene que venir la reconstrucción del conjunto del sistema, que ahora está en entredicho. Esto pasa por hablar con las compañías para ver cómo reconstruimos cada sector.
Una vez que tengamos las necesidades, desde las Cámaras tendremos que decir al Gobierno lo que piensan los empresarios. Siempre haciéndolo desde la perspectiva del interés general. Ese proceso requerirá medios cuantiosos.
- Para esa recuperación y posterior reconstrucción, ¿harán falta nuevos Presupuestos?
Lo ideal es que todos los partidos se pongan de acuerdo. Si hace falta un gobierno de concentración, que se haga. Fíjese: el vicepresidente Iglesias tiene su manera de pensar. Sin embargo, el otro día dijo que la aparcaba. Ese es el camino.
Si los políticos pretenden imponer su ideología están equivocados. Es el momento de la unidad y del entendimiento. Estamos ante algo muy serio. Los ciudadanos del país dependen de cómo se plantee la solución a esto.
- En las condiciones actuales, ¿tiene margen de actuación el Gobierno?
Hará falta ayuda de la Unión Europea, pero es que el artículo 135 ya habla de que la estabilidad desaparece en caso excepcional. Esto es temporal. Así que el Gobierno tiene margen de actuación y Europa también. Juntos todavía más. Creo que lo han entendido.
De lo que se trata es de ayudar a la gente y de hacerlo de forma contundente y, si lo que se ha hecho no vale, pues hay que hacer más todavía.
Lo importante ahora es pensar en que todo el mundo debe arrimar el hombro y que no valen los egoísmos.
- ¿Qué lecciones debemos aprender de esta crisis económica?
Es difícil. Esto requerirá de una profunda reflexión pero que hay que poner en valor -como he dicho- cosas que son fundamentales. La primera, la sanidad. Oiga, recortes en esto con pinzas. Segundo, la empresa, que es fundamental y es la clave del sistema. Y hablo de empresa como conjunto: empresario, trabajadores y stakeholders.
En tercer lugar está el modelo, que es el capitalismo. En Europa tenemos economía social de mercado, con una parte social muy importante. Esta crisis revalidará el sistema. ¿Qué hubiera pasado sin los elementos sanitarios públicos del país? Todo esto realzará cosas que hay que poner en valor.
Importante también seguir avanzando en la digitalización. Sin este proceso sería peor. Por ejemplo, ahora los bancos pueden dar servicio a través de sus canales digitales porque han hecho una reconversión rápida.
Por último, es importante seguir apostando por la internacionalización. Ahora más que nunca. España no ha hecho nada más que empezar su posicionamiento en el mundo y esto debe hacer reflexionar a los empresarios sobre cómo avanzar en el proceso. Creo que esto será un momento de reflexión y cambiará muchas cosas en positivo.