La tensión entre el Gobierno y la patronal va en aumento tras la aprobación del permiso retribuido para luchar contra el coronavirus. Muestra de ello es la advertencia lanzada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al señalar que el Ejecutivo "no aceptará" presiones a la hora de extender el aumento del confinamiento.
Ha sido durante su alocución tras el Consejo de Ministros cuando Díaz ha cargado contra las protestas de los empresarios en los últimos días. Así, les ha advertido de que "este Gobierno prioriza el interés general al interés particular".
La cosa no ha quedado ahí. También ha insistido en que el Ejecutivo "no va a aceptar presiones de ningún tipo en orden a alterar este confinamiento que va a ser más duro".
Advertencias veladas a la oposición que han mostrado en las últimas horas la CEOE y otras patronales a un decreto que busca "poner en hibernación la economía", en palabras de la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.
Los empresarios, como ha contado Invertia, se han opuesto a la medida por el daño que puede provocar a la economía, pero también por el hecho de que tengan que afrontar la factura de mantener salarios sin actividad.
Una posición a la que ha respondido Díaz al señalar que el permiso retribuido es algo en el que "todas las partes ceden. Los empresarios deben garantizar las retribuciones, pero también cedemos los trabajadores porque hay que buscar devolver hasta el 31 de diciembre las horas que hoy pasamos a no trabajar".
El Ejecutivo carga contra la patronal y omite también el que los patronos se oponen a la medida, aunque da a entender que -en cierto modo- la aceptan. Prueba de ello es que en el borrador del decreto que se ha conocido destacan que se ha "consultado" con los agentes sociales la manera de poner en marcha esta medida.
Se trata de una consulta casi meramente informativa, dado que -como ha contado Invertia- el Ejecutivo comunicó el sábado a medio día que la medida estaba tomada y se iba a aprobar este domingo en consejo de ministros.