Aena ha logrado salvar su calificación crediticia en la última revisión de Fitch Ratings. La agencia de medición de riesgos ha confirmado la nota de ‘A’ con perspectiva estable a pesar del duro impacto que se prevé que la crisis del coronavirus pueda tener en su negocio. El plan de choque anunciado por la empresa tiene efecto.
La gestora de los aeropuertos españoles ha logrado alejar el fantasma de una posible revisión de nota a la baja que muchas cotizadas españolas no han conseguido esquivar en las últimas semanas. A consecuencia de los efectos que pueda tener el actual clima de emergencia sanitaria, sobre muchas pende ya la perspectiva negativa, que acostumbra a ser antesala de recortes de nota.
En el caso de Aena, la confirmación de Fitch llega además pocos días después de que el pasado día 31 de marzo también los analistas de Moody's hicieron lo mismo. La primera de estas dos agencias justifica su decisión en la "confortable posición" de liquidez con que cuenta la compañía para el ejercicio en curso, así como a la "flexibilidad financiera" de la que dispone para compensar la esperada caída de tráficos e ingresos en el corto plazo.
Puntos fuertes de la compañía
Desde Fitch se prevé augura una "progresiva recuperación" de este impacto hasta el año 2023. En otras palabras, considera que recuperar el negocio en el volumen que venía atesorando llevará a la compañía tres años tras anotarse una caída de tráfico del 20% en este 2020. Desde ahí, augura subidas del 15% y el 5% en 2021 y 2022, respectivamente.
A pesar de que la agencia advierte de la posibilidad de que la crisis se prolongue “más allá de lo esperado” y el impacto sea aún más negativo, destaca positivamente las medidas que Aena ha tomado ante la crisis.
Entre otras muchas destaca la concentración de su actividad en algunas de sus instalaciones -como en el caso del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde solo se presta servicio en la T4-, la puesta en marcha de un plan de ahorro de costes e inversiones, la renegociación de contratos de servicios y la suspensión de los no esenciales con el fin de ahorrar unos 43 millones de euros al mes.
Los analistas de Fitch se fijan también en que la compañía ha dejado temporalmente en suspenso su reparto de dividendo para poder contar con más visibilidad sobre la evolución de la crisis a la hora de tomar una decisión definitiva sobre este punto. De momento, se quedan en la caja fuerte de Aena 1.137 milllones de euros a los que habría ascendido esta retribución al accionista.