La industria echa a andar con la intención de dar pasos lentos pero firmes. El grueso del sector secundario español arrancó ayer una nueva etapa tras dos semanas de hibernación obligada por la crisis del coronavirus. Ahora dan comienzo unas semanas en las que las compañías retomarán parte de su actividad gradualmente.
Una reactivación en la que el primer pilar serán las medidas de seguridad. En este sentido, los contactos entre las compañías y los representantes de los trabajadores se han intensificado con el objetivo de fijar unas guías para estandarizar los planes que se van a ir desplegando para proteger a los trabajadores.
Fruto de estas negociaciones ya se han anunciado acuerdos de calado. Entre ellos destaca el alcanzado por el sector del automóvil: Anfac, Faconauto, Sernauto, UGT y CCOO para poner en marcha un protocolo de prevención marco para comenzar el reinicio de actividad.
Este acuerdo, que va a ser referente para el conjunto del sector industrial, incluye obligaciones de información a los trabajadores, medidas de higiene personal, desinfección de espacios, controles de temperatura en los accesos, procedimientos de carga para los proveedores externos, las restricciones de movimientos innecesarios en la fábrica, así como la realización de teletrabajo para todos los puestos en los que sea posible y las reuniones por videoconferencia.
Los planes de acción se desplegarán por fases. Desde el sector de la automoción explican que, tras un parón total como el vivido durante las últimas semanas, volver a poner en marcha todos los procesos será complejo. Un proceso para en el que las compañías se apoyarán en los mecanismos de flexibilidad y bolsas de horas desarrollados en anteriores crisis. Unas herramientas que serán vitales en un contexto como el actual.
Medidas de flexibilidad
Aunque cada factoría tiene sus singularidades, el conjunto de la industria va a utilizar mayoritariamente los primeros días para realizar tareas de limpieza y desinfección a fondo, reactivar los procesos internos de las plantas y ajustar los planes con las compañías de suministros.
Si el control de la pandemia avanza en la misma dirección que durante los últimos días, entre las semanas del 20 y el 27 de abril se espera que comiencen a ponerse en marcha los primeros turnos en las principales factorías del país. En estos primeros momentos, la formación a los trabajadores será clave.
Muchos de los procesos van a verse modificados, hasta los accesos a las factorías van a cambiar. Así que los primeros días el objetivo principal será que los trabajadores se adapten a la nueva situación. Para ello las fábricas comenzarán con uno o dos turnos diarios y un volumen de trabajadores limitado para reducir al máximo los riesgos de contagio y permitir que, en el caso de que se detectaran positivos, se pusieran en marcha cuarentenas sobre todos los potenciales trabajadores que hubieran tenido contacto con las personas que dieran positivo.
Las primeras proyecciones señalan a los meses de mayo y junio como el momento en el que se llegaría a un primer nivel de producción y actividad que, aún lejos de las capacidades alcanzadas antes del estallido de la crisis sanitaria, marcarían el ritmo al que el sector irá operando durante el resto del año. Y es que, en paralelo al control de la expansión del virus, la industria del automóvil tendrá que resolver la incógnita de la demanda de coches.
El nivel de profundidad de la crisis económica marcará el grado de actividad al que llegarán las plantas durante lo que queda de año. En estos momentos, diferentes fuentes consultadas de distintos grupos señalan que el marco en el que trabajan es que los ERTE y las medidas de flexibilidad se mantengan durante todo 2020.
Incógnitas en el sector aeronáutico
En el caso de la industria aeronáutica, Airbus reanudó el lunes su actividad en Andalucía, mientras que este martes será el turno de la Comunidad de Madrid y Castilla La Mancha. Desde la compañía han precisado que los empleados han sido divididos en dos turnos diarios. El primero de los cuales arranca a las 7:00 y termina a las 14:00 horas- Tras una pausa de una hora para evitar contactos entre entrantes y salientes comenzará el segundo turno a las 15:00 que durará hasta las 22:00 horas.
Esta organización pretende reducir significativamente "el número de personas en cada centro y a evitar el contacto entre los dos equipos, al tiempo que facilita las tareas de desinfección entre turnos" señalan desde la empresa. Igualmente, la compañía continua priorizado el trabajo desde casa de todos los puestos que lo permitan.
Una medida a la que hay que sumar que los empleados que formen parte de la población de riesgo (patologías crónicas, embarazo, mayores de 60 años).
El nivel de actividad de la compañía va a estar fuertemente influido por la situación del sector de las líneas aéreas. Todo apunta que las limitaciones de conexiones internacionales aéreas se van a alargar durante lo que queda de 2020 lo que va a tener un impacto tremendo en las cuentas de resultados del sector y se terminará reflejando en la demanda de aviones.
Ante este contexto, los pronósticos también señalan que la actividad durante los próximos meses estará lejos de los niveles anteriores a la crisis.
Algo más de luz en el sector ferroviario
Un sector que afronta esta situación en un contexto distinto es el sector ferroviario. En este caso los esfuerzos se van a poner en las medidas de sanitarias ya que, en estos momentos, lo que tiene que ver con la demanda no parece estar en riesgo. A nivel de negocio, el sector ha visto como ha bajado el nivel de trabajos de mantenimientos por la bajada de actividad de las últimas semanas en el transporte público ferroviario.
Tanto los servicios de Metro, Cercanías como trenes de Renfe de media, larga distancia y AVE han reducido sus frecuencias. Pero esta situación no va a ser eterna. La necesidad de contar con la mayor capacidad del sector para asegurar que los usuarios puedan usar el transporte público cumpliendo las distancias recomendadas entre personas, va a hacer que, aunque baje el nivel de uso de estos servicios todos los operadores van a utilizar el máximo de trenes posibles.
Del mismo modo, en lo que tiene que ver con los contratos de cara al futuro, las necesidades de contar con este material rodante, lejos de decrecer puede aumentar. En este contexto se espera que las dos próximas semanas la industria ferroviaria se mantenga en un nivel de actividad algo menor pero que a lo largo de mayo, si la situación sanitaria sigue evolucionando de forma positiva, recupere gran parte de la actividad.
En definitiva, la industria comienza a dar los primeros pasos de una nueva etapa en la que los ritmos serán desiguales. Además de la situación sanitaria, el nivel de vuelta de los diferentes sectores va a estar fuertemente afectado por el impacto que la crisis tenga en la demanda. Como señalan desde el sector, las compañías empiezan a tener claro el cuándo comienzan. Harán falta semanas para despejar la incógnita del cuánto.