El ministro de Transporte, José Luis Ábalos, ha concretado este lunes la propuesta formulada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de sumar a la oposición en un "gran acuerdo" para reactivar la economía una vez se supere la pandemia de la Covid-19.
Ábalos ha hablado de "reindustrialización, pacto por el empleo y un acuerdo que contenga el fortalecimiento de la Sanidad y la Educación" y ha añadido que, "el presidente del Gobierno fue muy claro: es el momento de la máxima responsabilidad porque en una hora grave como esta el único patriotismo que existe es el de arrimar el hombro".
Una vez en el turno de preguntas, el titular de Transporte ha dicho que "en esta semana" se van a producir los contactos con la oposición, algo que todavía no ha pasado pese a los reiterados llamamientos a estos pactos transversales formulados por diferentes ministros socialistas.
Ábalos ha puesto de ejemplo los Pactos de la Moncloa de 1977 y ha insistido en que "sería grave que los partidos" no estuvieran a la "altura". También por lo que implica a la "imagen" de España a nivel internacional: "Ya no podemos esperar un apoyo sin ambages como hemos visto en otros países, pero sí esperamos que el conjunto de los partidos sean receptivos a un gran acuerdo de España para la reconstrucción social y económica".
El ministro ha recurrido, como Sánchez ayer, al lenguaje bélico. En este contexto, ha citado a la Organización Internacional del Trabajo, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Central Europeo en sus respectivas comparaciones con la "Segunda Guerra Mundial", la "Gran Depresión" y la "Guerra Civil" española y ha pedido a la oposición mostrar responsabilidad ante estas "advertencias".
Solidaridad de la UE
La necesidad de este gran consenso propugnado por Ábalos y que, en sus palabras, "se lo debemos a las generaciones que nos precedieron", en alusión a los que forjaron la Transición y los Pactos de la Moncloa, tiene también como objetivo mantener una sol voz en Bruselas.
El ministro ha sostenido que se "requiere de la ayuda financiera" de la Unión Europea y de una "respuesta global". A este respecto ha pedido a la UE que no solo actúe por "solidaridad" sino también "por inteligencia del sostenimiento del proyecto europeo".
Aunque asegurado que los socios europeos han "reaccionado bastante mejor que en la crisis de 2008", desde el Gobierno siguen apostando por que la UE busque fórmulas de mutualizar la deuda. Para este doble objetivo, nacional y europeo, necesita el mayor número de apoyos.