La crisis generada por el covid-19 es inédita para todos. Sus consecuencias resultan imprevisibles a medio y largo plazo pero, a corto, en el día a día, son muchas las familias y los colectivos que ya están sufriendo no solo la enfermedad sino los efectos colaterales de esta situación de confinamiento y parálisis económica en la que se halla toda la sociedad. Por eso, Fundación Mapfre también ha decidido colaborar con los más desfavorecidos en esta época y aportar 35 millones de euros a distintos proyectos encaminados a paliar la crisis.
Entre las medidas anunciadas por la institución, dos tienen una actuación inmediata: una donación de cinco millones al Consejo Superior de INnvestigacions Científicos (CSIC) "para acelerar la investigación relacionada con el coronavirus" y profundizar en la lucha contra la patología; y una dotación de 20 millones de euros para la adquisición de respiradores, material médico, equipos de protección sanitaria y realización de pruebas en 27 países, especialmente en Latinoamérica.
Además, se reservan otros diez millones para acciones e iniciativas enfocadas a aspectos más sociales en España, como la atención psicológica a personas que hayan perdido a un familiar, acompañamiento de mayores que estén solos, o asistencia a ancianos con menos recursos, entre otras.
En lo relativo a lo médico, un ámbito donde esta crisis ha revelado carencia de materiales de protección y de soporte para los enfermos, Fundación Mapfre ha promocionado líneas que apuestan, por ejemplo, por desarrollar y fabricar un prototipo de respirador, donaciones de material sanitario de diversa índole para residencias de ancianos o entidades asistenciales o materias primas para que voluntarios de la Universidad Francisco Vitoria puedan elaborar cerca de 50.000 equipos de protección. También se ha financiado y donado a la Policía Nacional dos equipos portátiles de desinfección.
Protección del empleo y de los autónomos
Esta aportación en la lucha contra el covid-19 se suma a las iniciativas que Fundación Mapfre ha puesto en marcha desde el comienzo de la crisis. Actualmente, están activas varias líneas enfocadas a ayudar a PYMES y autónomos, empezando por su propia casa: desde el comienzo, Mapfre puso en marcha todas las acciones necesarias para garantizar la salud de sus empleados, por lo que puso en sus manos todas las herramientas para poder teletrabajar. Es una manera de proteger la salud y el empleo, ya que el presidente de la entidad, Antonio Huertas, anunció que no se aplicaría ningún ERTE en la misma.
Además, se han destinado ya 30 millones a medidas de apoyo a PYMES y autónomos. Por ejemplo, se descontarán de las primas de los seguros contratados la parte correspondiente al estado de alarma, dado el impacto en la actividad que supone la situación para muchas de estas pequeñas empresas. En esta misma línea, se facilitará fraccionar los pagos y ampliar el período para cumplirlos, al tiempo que pone a disposición de sus clientes información sobre las ayudas públicas aprobadas por el Gobierno que les puedan afectar.
Pensando en sus proveedores, Mapfre también dedicará 24 millones para anticipos de facturación de sus más de 7.000 reparadores, gruístas, taxistas y otros proveedores con los que colabora habitualmente.
Compromiso con la salud
La protección del personal sanitario es prioritaria en esta batalla contra el coronavirus. Por eso, Mapfre aporta 5,7 millones al fondo sectorial de 37 millones en el que participan un centenar de entidades aseguradoras. El objetivo es garantizar su salud y proporcionarles un seguro de vida colectivo, que dará cobertura a más de 700.000 personas, para todos los profesionales que están en primer línea frente al covid-19.
Por otra parte, la compañía también pone a disposición de los ciudadanos un servicio gratuito para consultas frente a la aparición de posibles síntomas asociados al coronavirus. A través de la app o la web de la entidad se puede poner en marcha una primera consulta de forma ágil y rápida.