Vísteme despacio, que tengo prisa. Ahora que todas las ciudades preparan sus estrategias para hacer frente a la desescalada de los confinamientos, los despachos de los departamentos de transporte son un hervidero en los que se están decidiendo las medidas para conseguir cuadrar la movilidad de las ciudades con las limitaciones que en materia sanitaria se pondrán en marcha para evitar contagios de coronavirus.
En este sentido, la consultora de movilidad Pons ha realizado una batería de cinco propuestas dirigidas a reordenar el uso de las infraestructuras, vías y vehículos desde un punto de vista normativo con el objetivo de que las administraciones públicas puedan gestionar con seguridad y eficacia la movilidad durante la fase de desescalada en nuestro país y sienten las bases de la Movilidad Responsable del futuro
Como consecuencia de la normativa sanitaria que previsiblemente impedirá que el transporte público pueda asumir todo el volumen de pasajeros al que tradicionalmente hacía frente y con el objetivo de facilitar soluciones alternativas coche privado, Pons prevé un incremento sustancial de los desplazamientos en vehículos de dos ruedas como motocicletas, ciclomotores, bicicletas y patinetes en las vías públicas.
Entre las medidas de que la consultora ha puesto encima de la mesa destaca la propuesta de limitar a 50 kilómetros por hora la velocidad de circulación de las rondas urbanas y de sus trayectos de acceso. Según la visión de la compañía, esta decisión garantizaría la protección de los vehículos de dos ruedas más vulnerables en este tipo de vías.
"Una velocidad media más baja reduce los riesgos de colisión y, por otra parte, en trayectos internos tan cortos como estos, incluso la velocidad media de desplazamiento podría ser superior ya que una colisión grave hace descender los tiempos medios de desplazamiento del día" señala el informe de Pons.
Del mismo modo, la propuesta incluye habilitar los arcenes de las vías anteriores para la circulación limitada a 30 kilómetros por hora para bicicletas y ciclomotores. Según detalla la propuesta "se trata de los usuarios más vulnerables que, o bien no pueden legalmente acceder aún por estas vías, o al hacerlo a altas velocidades los riesgos son muy altos. Todos ellos suponen una solución muy interesante para afrontar el transporte privado que viene del transporte público, pero es preciso facilitar su acceso garantizando su seguridad".
Más estacionamientos para bicis y motos
En esta misma línea desde Pons entienden que habilitar carriles 30 kilómetros por hora en grandes ejes interiores de la ciudad para bicicletas y ciclomotores puede tener un impacto beneficioso. La consultora prevé que el vehículo de dos ruedas se convertirá en prioritario en los desplazamientos de alrededor de 5 cinco kilómetros.
Una medida a la que vendría asociada la necesidad de duplicar los espacios de estacionamiento para patinetes, bicicletas y motocicletas. Una de las grandes limitaciones para que los usuarios apuesten por la bicicleta en las grandes ciudades.
Por último, la propuesta de Pons incluye facilitar el transporte de la bicicleta y el patinete en aquellos espacios de transporte público que sea posible. "La distancia social y la mejor distribución de personas en el espacio del transporte público son perfectamente compatibles con la portabilidad de un patinete o bicicleta plegables" indican desde la compañía.