Fiat Chrysler no aguanta más la presión que la crisis del coronavirus está generando en sus cuentas y ha iniciado conversaciones para obtener una línea de crédito respaldada por el Estado italiano que ascendería a unos 6.300 millones de euros (6.800 millones de dólares).
Según informa Bloomberg, la unidad italiana de la compañía estaría en negociaciones con el banco Intesa Sanpaolo para la tramitación de este crédito, que estaría avalado en un 80% por Sace, la aseguradora de crédito estatal italiana.
Las fuentes consultadas por la agencia americana explican que el fabricante de automóviles no ha visto otra opción ante la necesidad de defender su liquidez, después de 'quemar' más de 5.500 millones de dólares en el primer trimestre del año para hacer frente a la crisis.
Durante el pico de la pandemia, la compañía se ha visto obligada a cerrar sus planas norteamericanas, mientras que la demanda de automóviles se ha estancado como consecuencia del confinamiento.
Para sobrellevar la situación, Fiat Chrysler y el grupo francés PSA Group, ambos en plenas negociaciones de fusión, decidieron a principios de esta semana suspender el dividendo de 1.100 millones de euros que acordaron pagar como parte del acuerdo. Los problemas no se limitan al miedo actual a la recesión. Ya en 2019, la compañía vio cómo su beneficio neto cayó un 19% hasta los 2.700 millones de euros, mientras que sus ingresos se redujeron un 2% hasta los 108.187 millones.
Fusión en marcha
PSA y Fiat Chrysler Automobiles dieron 'luz verde', el pasado mes de diciembre, a una fusión a través de la que se crearía el cuarto grupo automovilístico del mundo por volumen de ventas y el tercero por ingresos, con unas matriculaciones anuales combinadas de 8,7 millones de unidades y una facturación de casi 170.000 millones de euros al año.
Esta operación corporativa, explicaron, no conllevaría el cierre de plantas y la intención es que la nueva entidad resultante tenga su sede en Países Bajos. El nuevo grupo, participado al 50% entre PSA y FCA, cotizará en los índices Euronext (París), así como en Milán y en Nueva York. En España, el nuevo grupo tendría 14.000 empleados y tres plantas de producción (las tres de PSA en Madrid, Vigo y Figueruelas).
El consejo de administración de la nueva compañía estará formado por once miembros (cinco de FCA y cinco de PSA) y contará con John Elkann, presidente de FCA, como presidente, mientras que Carlos Tavares, máximo responsable de Grupo PSA, será el consejero delegado por un período de cinco años.
La nueva empresa combinada se estimaba en el momento del anuncio de la operación que alcanzaría un resultado de explotación de más de 11.000 millones de euros, con un margen operativo que del 6,6%. El 80% de las sinergias está previsto que se alcance en el cuarto año y se calcula un gasto no periódico para lograr este objetivo de unos 2.800 millones de euros.