El sector español de componentes para el automóvil afronta la salida de la crisis con gran preocupación por todos los frentes abiertos tanto propios como derivados de la pandemia que azota a casi todo el mundo.
En concreto, el automóvil ya sufría una caída en la demanda que se ha desplomado con motivo del coronavirus. En paralelo, está en plena transformación para afrontar la transición ecológica que tanto afecta a los vehículos. Además, la última señal de alarma llega de algunos países que están mandando mensajes de cierto proteccionismo sobre la posible vuelta de plantas de producción presentes en otros países (como Nissan, por ejemplo).
Todo este cóctel ha sacudido en dos meses un país que es el segundo productor de coches de Europa y con algunas de las empresas de componentes más fuertes del mundo. Las últimas noticias sobre el posible traslado de fábricas de grandes firmas europeas de España a sus países de origen es una de las mayores preocupaciones del sector por el efecto devastador que tendría en el empleo y el tejido industrial nacional.
El presidente de Gestamp, Francisco Riberas, ha alertado de que los centros de decisión de los grandes grupos automovilísticos están fuera de España pese a la competitividad demostrada de las plantas de nuestro país. “En todos los headquarters de nuestros clientes se están tomando ahora mismo unas decisiones que son muy importantes en función de cómo valoren que vaya a ser la vuelta de la demanda”, ha afirmado.
En ese sentido, Francisco Riberas ha señalado que “va a ser necesario reestructurar y por tanto es fundamental y urgente que nos pongamos de acuerdo todos los actores públicos y privados del sector de la automoción en hacer un plan y un compromiso antes de que se tomen decisiones”. De hecho, la propia Gestamp ha recortado un 65% su beneficio en el primer trimestre del año.
“Antes de que los rumores que están apareciendo por todos sitios se transformen en realidades que luego sean irreversibles es muy importante que reaccionemos”, ha enfatizado el presidente de Gestamp durante su participación en el webinar “Proveedores de automoción ante la crisis del Covid-19. Retos y oportunidades” organizado este jueves por Sernauto en colaboración con KMPG.
El secretario de Industria y PYME, Raül Blanco, ha destacado que “tiene que haber soberanía industrial a nivel europeo para también refuerzo del mercado interior, porque si una se desliga de la otra unos países van a tener unas ventajas por su mayor fuerza presupuesta”.
La presidenta de Sernauto, María Helena Antolín, ha insistido en que “tenemos que defender el sector en Europa”. “Lo vamos a tener complicado porque Francia y Alemania están ahí y hay cierto proteccionismo”, ha indicado.
Por este motivo, María Helena Antolín ha enfatizado que “a nivel país debemos ser muy buenos porque delante tenemos otros países con marcas y casas matrices”. “Dentro de todo el proyecto de descarbonización tenemos que ser los mejores de la clase para poder mantener lo que teníamos y atraer nuevos modelos y tecnologías”. “Esto va a requerir grandes inversiones y un plan estratégico país dentro de Europa”, ha reconocido.
Aumentar la demanda
Ante este contexto, Antolin ha destacado el importante papel del diálogo entre las empresas, asociaciones y la Administración para intentar impulsar la demanda de vehículos. "Si no hay demanda, no se van a fabricar coches y sin ellos no se producen piezas para ellos", ha explicado.
Más a corto plazo, el presidente de FAE, Francisco Marro, ha aprovechado la presencia del secretario de Industria para dejar claro que “es imposible que todos los ERTE pudieran acabar al mismo tiempo”, ya que muchos de sus clientes están en otros países con otros tiempos en cuanto a los efectos de la crisis.
Del mismo modo, Francisco Marro ha lamentado que los créditos, no ayudas como en otros países europeos, con avales del ICO se hayan gestionado a través de los bancos, quienes en algunos casos se los han dado a sus mejores clientes y denegado a algunas empresas.
El director general de Sernauto, José Portilla, ha indicado la "altísima incertidumbre" que atraviesa el sector, aunque ha querido mandar un mensaje de "optimismo" y ha subrayado la importancia de trabajar conjuntamente tanto las empresas como la Administración y las organizaciones sindicales para superar esta situación.