El plan que presentó el Gobierno a Nissan para que mantenga abierta la planta de Barcelona no ha cambiado a pesar de la pandemia, pero ahora espera una aportación extra de la Unión Europea para convencer al fabricante japonés.
En una reunión telemática el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, explicó al Comité de Empresa que “seguía manteniéndose el plan, hacer competitiva la planta, pero antes del Covid-19 no había estas ayudas para el sector de la automoción”.
El presidente de Comité de Empresa, Juan Carlos Vicente, afirma a este periódico que “nos dijeron que serían todas las ayudas posibles de la Unión Europea”. “Europa marca el límite de lo que se puede poner”, señala.
La ministra de Comercio, Industria y Turismo, Reyes Maroto, explicó en una entrevista a Invertia que el Gobierno había presentado un plan de inversiones a Nissan para que se quede en España. Sin embargo, no era nuevo. Se trataba de uno previo a la explosión de la pandemia que paralizó la economía.
Por ello ahora la mano de la Unión Europea puede ser crucial para terminar de convencer a los directivos nipones de las ventajas que representa seguir instalados en España. “Ahora añadirán las ayudas de la Unión Europea y el plan de inversiones será mayor, pero no nos han dicho cifras”, indica Juan Carlos Vicente.
Por si acaso, el secretario general de Industria y Pyme alertó a la compañía automovilística Nissan de que marcharse de España y de la Unión Europea (UE) le va a salir “mucho más caro” que invertir en la fábrica que la empresa tiene en Barcelona y cifró este coste en unos 1.000 millones de euros.
El futuro de la planta
Queda un día para que el CEO de Nissan, Makoto Uchida, anuncie el plan estratégico de la marca para los próximos años. En el aire, el futuro de la planta en Barcelona y las 25.000 familias que dependen de ella (entre empleo directo e indirecto).
La prensa nipona anunció la semana pasada que el fabricante asiático cerrará su fábrica en Barcelona y trasladará la producción a las plantas de Renault en Francia y otros países europeos, lo que aceleró la preocupación de los empleados. Desde el 4 de mayo están en una huelga indefinida porque la incertidumbre en torno al futuro de la factoría viene de lejos.
La fábrica en Nissan en Barcelona lleva años reduciendo su producción. Hasta la huelga general estaba al 30% de su capacidad y los empleados ya veían las orejas al lobo. El año pasado hubo 600 despidos, en forma de prejubilación.
La lucha sigue
“Hasta que no ha llegado el momento de la verdad, el Gobierno ha sido bastante pasivo”, lamenta el presidente del Comité de Empresa. Eso sí, admite Juan Carlos Vicente, “parece que ahora se está moviendo, aunque llevamos un año diciéndoselo”.
Por el momento, los empleados de Nissan en Barcelona mantienen la huelga indefinida y las acciones para hacer ruido. Ya en la Fase 1, este martes por la noche han vuelto a las calles de la Ciudad Condal con una movilización en la plaza de Sant Jaume. Como anunciaron en Invertia, lucharán hasta el final y ya avisan para que la gente se reserve la mañana del 28 de mayo.