Sindicatos y Gobierno juegan sus últimas cartas horas antes de que sepamos el futuro de la planta de Nissan en Barcelona. Los mensajes que llegan no invitan al optimismo, pero mientras llega la confirmación oficial cualquier esfuerzo es poco por evitar que 4.000 empleados queden en la calle y la industria automotriz española sufra un duro golpe.
El CEO de la compañía, Makoto Uchida, explicará a primera hora el plan estratégico de la compañía a medio plazo. En juego hay 4.000 empleos directos, 25.000 indirectos y un serio aviso a un sector que representa el 10% del PIB español.
Pero la importancia de la factoría catalana va mucho más allá de la pérdida de empleos y tejido industrial en Cataluña y, por extensión, España. Puede abrir la puerta a que otros fabricantes de vehículos con instalaciones en nuestro país sigan su ejemplo, un mensaje que dañaría de manera importante a uno de los motores de la economía nacional.
España es el segundo productor de vehículos en Europa solo por detrás de Alemania (más de 4,6 millones de coches el pasado ejercicio). Cerró 2019 con casi 3 millones de unidades producidas en la decena de plantas que ensamblan coches, además de las que fabrican piezas para ellas. En total, más de 60.000 empleados que se extienden a 350.000 al incluir la industria auxiliar.
Nuestro país es una referencia en la industria automovilística mundial con presencia en nuestro territorio de plantas de PSA, Mercedes-Benz, Iveco, Renault, Ford, Volkswagen, Seat y la mencionada Nissan.
Ha aguantado los golpes de la deslocalización a base de concesiones de los empleados y ayudas de las administraciones públicas. ¿Qué sería de Vigo o Figueruelas sin PSA, Almussafes sin Ford o Valladolid sin Renault? El daño puede ser irreparable.
El ejemplo de Francia y Renault
Mientras el Gobierno mandó antes de la crisis un plan de inversiones a la dirección de Nissan para que mantenga su presencia en España y les recordó que cerrar supondría un coste de 1.000 millones de euros, Francia ha anunciado un plan de ayudas por valor de 8.000 millones de euros a su industria automovilística nacional.
El papel del Estado francés en las compañías PSA y Renault es clave. En concreto, posee el 15% del capital social de Renault, lo que le convierte en el primer accionista. En el caso del grupo que forman las marcas Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall, cuenta con el 12,23% de la compañía a través de BPIFrance (Banco Público de Inversión), mismo porcentaje que la familia Peugeot y el Gobierno chino.
Más allá de eso, están los mensajes que ha lanzado Emmuel Macron. Por un lado, destinará 7.000 millones de euros para liderar la producción de vehículos eléctricos en Europa en los próximos cinco años. Por otro, tal y como explicó este martes, el objetivo del plan pasa por “asegurar los puestos de trabajo y seguir aportando valor añadido a las plantas de producción en Francia”.
En España está Seat, que aún mantiene un fuerte arraigo en España, pero el Grupo Volkswagen fue aumentando su participación desde 1986 hasta lograr el 99,9% de su capital social en 1990. Por tanto, aunque el sello español está fuera de toda duda, las decisiones finales sobre la compañía se toman en Alemania.
Por lo demás, no deja de ser una localización en el mapa de los grandes grupos automovilísticos donde si los números empiezan a pasar a rojo quizá no tarden en borrarlo para trasladar esa producción a otro país con menores costes y más ayudas por parte del Estado.
Por ejemplo, los casi 7.000 empleados de Ford Almussafes también están con la mosca detrás de la oreja. Desde 2019 encadenan un ERE tras otro (el último apunta a 350 empleados más) y la matriz con sede en Dearborn (Michigan) ya ha anunciado que no recibirán nuevas versiones de los motores que fabrican. Además, sigue pendiente de la letra pequeña que conlleva el acuerdo de colaboración firmado con Volkswagen.
El nuevo papel de Nissan
La alianza Renault-Nissan-Mitsubishi ha presentado este miércoles un nuevo modelo cooperativo de negocio para “apoyar la competitividad y rentabilidad de las compañías”. Como resultado, cada marca será líder en una región y también la referencia por segmentos de producto.
En el caso de Nissan, será la marca de referencia en China, Norteamérica y Japón (malo a priori para España) y liderará la conducción autónoma, mientras Renault se quedará como el líder en Europa.
El secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, apostó hace unos días por un nuevo proyecto de modelo eléctrico en Nissan Barcelona. Si Renault será la encargada de la tecnología del coche conectado y de E-body, el sistema central de la arquitectura eléctrico y electrónica, tampoco parece que Nissan tenga en mente producir un coche eléctrico en España.
Nissan España hoy
Los cerca de 4.000 empleados de Nissan Barcelona, casi el 90% de la plantilla de la marca en España, llevan 23 días de huelga indefinida. El 4 de mayo estaba previsto que recuperan la actividad después de cerrar por falta de suministros el 13 de marzo. No volvieron y comenzaron la lucha "hasta el final".
Los trabajadores piden un plan industrial que asegure el futuro de la factoría. El presidente del grupo japonés en Europa, Gianluca de Ficchy, comunicó en su visita en enero que una vez entregados los pedidos de la 'pick-up' de Mercedes-Benz dejarían de fabricarla, con lo que tan solo quedaría la producción de la furgoneta eNV200. Con un 30% de su capacidad productiva, afirmó, “no es sostenible”.
Además de las plantas barcelonesas de Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu, Nissan está presente en Ávila y Cantabria, donde suma otros 1.500 empleados más. La abulense sigue su proceso de transformación para pasar de ser una factoría de vehículos industriales a otra de fabricación y distribución de piezas de recambio para la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Además, ha iniciado las obras de la nueva planta de estampación.
En cuanto a la ubicada en Corrales de Buelna, la dirección de la marca también ha transmitido al comité de empresa que su futuro no está ligado al de Barcelona y que cuenta con una “importancia estratégica” para el grupo. Eso sí, aún no han hablado Uchida.