“Si tienes que atravesar el infierno, no te pongas a mirar el paisaje”. Con esta frase, Ignacio Sierra (Madrid, 1967), director general del grupo Tendam (antiguo Cortefiel) define en una entrevista en Invertia la rapidez con la que el conglomerado afrontó la crisis del coronavirus al cerrar tiendas y poner en marcha un ERTE para 7.000 trabajadores a los que se complementó el 100% del sueldo en España. Una crisis con un difícil telón de fondo para el sector textil, para el que no le extrañaría que cerrase con una caída del 50% de las ventas. Y en el horizonte, 2022, año de la recuperación.
Ante este escenario, el grupo que aglutina las marcas Cortefiel, Pedro del Hierro, Women'secret, Springfield y Fifty no descarta realizar reajustes en todo su ecosistema, pero ahora mismo sobre la mesa no tiene ningún plan para cerrar tiendas, ni tan siquiera para salir a bolsa como hace años que se viene rumoreando.
La liquidez, la rentabilidad y el apoyo al canal online son de las cuestiones que ocupan la cabeza de este empresario del textil, quien apoya la liberalización de horarios como fórmula para dinamizar el consumo.
¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus a Tendam?
Fuimos los primeros en cerrar tiendas y nos adelantamos un poco al decreto de estado de alarma para proteger la salud de los empleados y la salud financiera de la compañía. Actuamos rápido y el tiempo nos ha dado la razón. Además, la serie de medidas que se han tomado pilló a la compañía en su mejor posición financiera, con la deuda baja y con buena generación de caja.
Eso nos permitió complementar hasta el 100% las prestaciones de los ERTE durante todo el confinamiento (marzo, abril y mayo) y conceder microcréditos a tipo de interés cero. Hemos concedido más de 2.000 microcréditos.
Pero han necesitado acudir al ICO para financiar 132,5 millones de euros tras tres meses cerrados...
Si. Se nos ha concedido. Pero no porque no tuviéramos una buena situación de liquidez previa a la crisis, sino en previsión de que esto se prolongará más de lo esperado y trajera cualquier contingencia o rebrote más adelante. Es decir, para garantizar la solvencia en cualquier escenario.
En este sentido, ¿cree que será suficiente? Algunas patronales calculan que el sector textil cerrará el año con un 50% de caída de ventas y Anged habla de dos años de recuperación…
Esperamos que sea suficiente. Son para cubrir contingencias más allá de lo que podamos prever. Estoy de acuerdo con las cifras que se mencionan. Cuando apoyamos el manifiesto conjunto del sector en marzo basado en el estudio de Boston Consulting y EY ya se estimaba una caída de ventas de entre el 35 y el 45% y aún no se sabía la profundidad de la crisis. Una caída del 50% no es descartable ni de extrañar para el sector; por lo que es muy difícil que se recupere antes de 2022. Los años 2020 y 2021 serán muy complicados.
¿Cómo se traducen estos datos dentro de la compañía? Inditex ha registrado una caída del 44% de la ventas y cierra el trimestre en números rojos...
En principio nuestro primer trimestre es diferente. Nosotros cerramos en febrero, con lo cual el primer trimestre empieza en marzo con efectos distintos. Sin duda el impacto va a ser importante. Venimos de un año previo bueno y sólido para la compañía y el foco no va a ser hacia el ebitda, sino hacía la solvencia y generación de caja. Vamos a proteger la liquidez, establecer revisión de planes y nuevos escenarios que nos permitan entrar en esta nueva fase.
Una caída del 50% no es descartable ni de extrañar para el sector; por lo que es muy difícil que se recupere antes de 2022
Hay cosas que impactan y otras que se pueden potenciar, como nuestro crecimiento en ventas digitales que está siendo bastante potente y acelerado. Se vio afectado en un primer momento en España pero empezó a generar crecimientos altos y ha recuperado tasas de incrementos del 30%.
Queda claro que la venta online será una tendencia post-Covid...
Es parte de la normalidad o del entorno nuevo en el que entramos. Tenemos clarísimo que es una de las opciones de crecimiento porque hay mucha gente que no estaba habituada y ha visto la conveniencia de hacerlo. Eso no quiere decir que centre todo.
Nosotros tenemos un ecosistema muy sólido en el cual todo se combina, es decir, nuestra operación digital era muy sólida porque detrás hay una red de tiendas que la apoya muy bien y un club de fidelización con 25 millones de socios, lo que hace que haya menos devoluciones y el coste de nuestra última milla sea más óptimo.
¿Qué va a cambiar? Que tendremos que acelerar la centricidad del servicio en combinación con el digital y la formación de los empelados (proceso en el que ya estábamos). No se trata de trabajar en distintos canales. Es un ecosistema completo donde lo más importante es el vínculo de la marca con los clientes.
Como parece que el online va a ganar peso, hay cierto temor entre empleados y sindicatos por la posibilidad de cerrar tiendas y ajustar plantillas. ¿Se está valorando este plan en Tendam?
Sin ninguna duda iremos viendo la evolución. Es este momento no tenemos establecido un plan en ese sentido. Lo que hemos hecho es analizar tiendas, hablar con los propietarios y buscar todas las vías que pudieran hacer viable la continuidad de las unidades; pero no puedo descartar que habrá evidentemente tiendas que por las bajadas de tráfico, el nuevo entorno o el mayor peso del online tengan que desaparecer mientras que otras se abran. De hecho, acabamos de abrir un Springfield en Orihuela.
Tendrá que haber reajustes en todo el ecosistema y en todas las posiciones comerciales, pero de momento no hay un plan de cierre ni lo hemos anunciado. Estamos trabajando en cada plaza para buscar la viabilidad y la solvencia. Sin ninguna duda, el sector en su conjunto va a bajar un escalón. Lo acabamos de ver con Inditex, H&M y Gap. El consumo está muy afectado y, por tanto, va a bajar un escalón.
¿Qué propone?
Lo importante es el manifiesto conjunto de todo el sector, entre pequeños y grandes, donde pedimos una serie de medidas que consideramos fundamentales. El marco es que las empresas hemos demostrado el compromiso con la sociedad poniendo, por ejemplo, las cadenas de suministro al servicio de las autoridades o manteniendo el empleo, y eso tiene que contar.
Sin ninguna duda, el sector en su conjunto va a bajar un escalón. Lo acabamos de ver con Inditex, H&M y Gap
Hay una serie de medidas con las que nos tienen que ayudar, como una mayor flexibilidad y una fiscalidad que ayude. No se trata de posponer el pago de impuestos, sino de exenciones de impuestos y moratorias durante la crisis y su periodo de impacto. Necesitamos dar un entorno que genere gasto en el consumo. Habrá que flexibilizar al aperturas en domingos y festivos, flexibilizar horarios comerciales, promover que se pueden hacer rebajas y normas que incentiven el consumo para poder mantener el empleo.
En el ámbito de las operaciones en físico necesitamos un entorno seguro en el que arrendadores y arrendatarios tengamos flexibilidad para poder negociar. Si no habrá muchos negocios, especialmente pequeños y medianos, que puedan desaparecer.
¿Cómo valora la posición del Gobierno en el comercio tras los líos, por ejemplo, que hubo con las rebajas?
Necesitamos un entorno claro. No podemos estar con cambios. Las autoridades de Comercio entendieron que necesitábamos incentivar las ventas con las rebajas. Ojalá se produjeran esas aglomeraciones antiguas por rebajas cuando se limitaban a 15 días. Pero dejó de existir porque se liberalizaron. Y luego pretendió restringir contra el marco jurídico por criterios sanitarios.
Finalmente se discutió, y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo logró que pese a la orden de Sanidad se normalizara. Estas cosas no deben pasar, no ayudan. Es preciso que las autoridades tengan confianza en las grandes empresas porque vamos a favor del empleo y la economía. Nuestro interés es proteger el empleo y no despedir.
Por otro lado, las restricciones al espacio comercial no nos han gustado. Nos hemos adaptado, pero no le vemos el sentido en absoluto. No entendemos que hasta las últimas fases se haya restringido la superficie a 400 m2, especialmente cuando ya hay más limitaciones de aforo. La prohibición de abrir centros comerciales ha impactado muchísimo.
Con el 100% de las tiendas abiertas en España, ¿cuántas quedan por abrir?
Nos quedan algunas en México, franquicias en Guatemala y ha habido un retraso en Lisboa por el repunte de contagios en la ciudad. Se ha retrasado al 15 de junio la apertura. De las 1.300 propias que tenemos, el 90% están abiertas en todo el mundo.
¿Se han reincorporado todos los afectados por el ERTE?
Se están incorporando los trabajadores en función de la apertura de tiendas.
De las medidas de seguridad que se aplican ahora en las tiendas, ¿cuál cree que seguiremos viendo durante todo el año?
La mayoría son para proteger físicamente de la expansión del virus, por lo que desaparecerán con la llegada de la vacuna. Pero la mascarilla como uso preventivo se quedará.
¿Cómo afecta a sus tiendas que los turistas internacionales no lleguen hasta el 1 de julio?
Tenemos que pensar que habrá mucho menos tráfico en las tiendas. Necesitaremos activar todas las medidas posibles para incentivar el consumo. Con propuestas nuevas y de sostenibilidad que atraigan al consumidor.
¿Qué pasa con los compromisos en sostenibilidad? Hay empresas que los han dejado para más adelante. ¿Es el caso de Tendam?
Al contrario. Ya nos incorporamos al Fashion Pact y estamos en el Fashion Industry Charter for Climate Action. Estamos activando todo. Nuestras colecciones sostenibles, incluida Fifty, están creciendo por encima del 20%. Ya estamos reduciendo las emisiones de CO2. Firmamos un acuerdo para que el 100% de toda la energía de las tiendas en España tenga certificado de origen renovable.
Salir a bolsa no está sobre la mesa, el compromiso es con el negocio y su rentabilidad
Por la parte de responsabilidad social hemos demostrado nuestro compromiso. Hemos gestionado más de un millón de euros en compra de material personal para nosotros y otras compañías que no tenían la capacidad de hacerlo como Openbank y CLH. También hemos donado más de un millón de euros en prendas y material para hospitales, residencias… Ha sido muy enriquecedor. Estas son las cosas que van a importar. Ser relevante y trabajar por la salud son cosas que han venido para quedarse.
Como empresario, ¿qué aprendizaje ha obtenido a raíz de la crisis?
Enlazando lo de priorizar al máximo las cosas que importan, también hay una oportunidad de cambiar cosas y acelerar. El sector no ha cambiado en los últimos 200 años. Hay que buscar más ese ecosistema de clientes, integrar la tecnología como facilitador y conocer mejor al cliente.
Por otro lado, se cumplen dos años del cambio de nombre del grupo a Tendam, ¿qué balance hace de este periodo?
Estoy muy satisfecho. Es una marca corporativa que se hace fuerte en nuestro sector. Ha venido dado en un periodo en el que la compañía ha demostrado una coherencia en los planes. Estamos muy ilusionados.
La gente de Springfield trabaja en un entorno que no está bajo el paraguas de otra marca y la propia Cortefiel ha quedado liberada de los vaivenes del mercado y del mundo corporativo. Se ha podido centrar y recuperar su propia personalidad. Estoy contento por el efecto de prestigio, reputación, pertenencia y futuro.
Siempre se ha rumoreado con la salida a bolsa del grupo. ¿Está este asunto sobre la mesa?
No está sobre la mesa. Nuestra hoja de ruta es el negocio y su rentabilidad, rehacer ahora los planes que sea necesario para que esto sea viable y garantizar el crecimiento en los próximos años, invirtiendo en temas de trazabilidad y gestión. Hemos hecho una gestión eficaz de stock. Cada trimestre lo reducimos un 2%. Todas esas cosas son las que nos ocupan.
Lo otro está en la agenda de los propietarios y de los inversores, pero en este momento el compromiso es con la operación y el negocio de la compañía.