El discurso para combatir la desigualdad en España ha olvidado en los últimos años a la industria. Un sector capaz de generar riqueza tangible y repartirla, como lo demuestran las tasas de paro de las regiones más industrializadas del país (País Vasco, Navarra y La Rioja). En los últimos 50 años, la industria ha ido perdiendo peso ante la impasibilidad de la política hasta que el covid-19 ha hecho que este sector vuelva a la agenda del debate público.
Ocho representantes de la industria española han participado este miércoles en la cumbre de la CEOE. Han reclamado al Gobierno y a los partidos políticos un Pacto por la Educación que permita conectar las universidades con las empresas españolas y con los grupos industriales, un marco de relaciones laborales asentado en el diálogo social y una reducción de los costes de la energía.
Los ponentes han puesto en valor los recursos humanos de sus empresas. Esto no es baladí, ya que los trabajadores de la industria cobran más que la media española y tienen más estabilidad laboral que los de otros sectores. Por ejemplo, en el caso de la química, el sueldo medio por empleado y año asciende a 37.500 euros de media por empleado y año y más del 93% de los puestos de trabajo son indefinidos, según los datos que ha recordado el presidente de Feique, Carles Navarro. En el conjunto de la industria, el porcentaje de los contratos indefinidos roza el 79%, muy por encima de la media española.
Sin embargo, pese a ese potencial, la industria española -que además, lidera las exportaciones de este país- ha estado abandonada hasta el punto de permitirse que haya pasado de representar el 32,9% del PIB (sin contar la energía) en 1970 hasta el 12%. "Hemos bajado 20 puntos de PIB en la industria, algo que ningún país occidental industrializado ha hecho", ha denunciado el presidente del Grupo Alibérico, Clemente González Soler.
España renunció a los objetivos 20-20 que se habían marcado como meta que este año la industria representara el 20% del PIB. Ahora, ese objetivo vuelve a estar sobre la mesa y el sector ha propuesto una serie de medidas necesarias para conseguirlo.
Coste de la energía
Una de ellas, mencionada por varios de los ponentes, conseguir reducir el coste de la energía para grandes consumidores.
"Necesitamos un precio de la energía competitivo. Uno de los lastres de nuestra industria es este coste", ha advertido el ceo de Acerinox y presidente de Unesid, Bernardo Velázquez. Según ha reconocido, las empresas o logran "un buen precio de la energía" o compensan con la mano de obra y "España no es un país de mano de obra barata en la industria".
En esa misma línea, Navarro ha recordado que deberíamos tomar nota de los costes energéticos de otros países de nuestro entorno, como Francia o Bélgica. El presidente de Feique ha celebrado que el Gobierno tenga ya un borrador para rebajar medio euro por megavatio hora para los grandes consumidores, pero también ha subrayado que esa rebaja "es insuficiente".
Todo ello, bajo la premisa de la transición ecológica que todos los ponentes han defendido y que el presidente de Velatia y el Círculo de Empresarios Vascos, Javier Ormazábal, ha situado entre los cinco pilares de la recuperación económica.
También el presidente de Ence, Ignacio de Colmenares, ha señalado la importancia de esta transición en el futuro de España y ha celebrado que el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) sea un "buen plan" si bien ha pedido que se aceleren las subastas para "llegar antes a la meta".
Capital humano
Al ser un sector intensivo en I+D+i, la formación de los trabajadores es vital para la industria. En este contexto, el presidente del grupo Costentino, Francisco Martínez Cosentino, ha pedido trabajar por la "colaboración entre la universidad y la empresa" porque "las personas son lo más importante" para su desarrollo. En esa línea, Navarro ha añadido que es vital que "el talento científico se ponga al servicio de la industria".
También el presidente de Confemetal, José Miguel Guerrero, ha pedido un Pacto de Estado por la Educación y un esfuerzo para "potenciar desde la educación básica a las materias STEM" (acrónimo de las palabras inglesas science, technology, engineering y mathematics).
Por su parte, el presidente de Airbus en España, Alberto Gutiérrez, ha subrayado la importancia de poder preservar y proteger los "recursos más valiosos" de la industria, "nuestros empleados", hasta que se recupere la demanda que ha caído en sectores como el aeronáutico, donde la flota en tierra ha alcanzado el 90%, algo inédito en la historia de la aviación.
"El Gobierno ha hecho un esfuerzo para proteger a los más vulnerables pero es importante apuntalar sectores estratégicos como el aeronáutico", ha recordado Gutiérrez señalando las propuestas de "gran calado" que han presentado otros países como Francia o Alemania.