Después de un cuarto de siglo en España, Kymco se ha consolidado en el mercado nacional con su presencia en el Top-3 de marcas que más han vendido en lo que va de año tanto ciclomotores como motocicletas.
El director general de Kymco España, Carlos Wang, analiza para Invertia el sector de las dos ruedas y, más en concreto, la marca que representa en nuestro país. Todo ello en una situación totalmente nueva e inesperada como ha sido de la parálisis económica provocada por el Covid-19.
Mientras la firma recupera las ventas con una agresiva estrategia comercial, el directivo reconoce que las limitaciones en torno a la salida de los modelos Euro4 le preocupa mucho.
Afortunadamente el Gobierno se ha acordado de la moto en el Plan Renove, lo cual agradece mucho, pero se dejó por el camino el ciclomotor y por su función social en España considera que sería de gran ayuda incluirlo.
En primer lugar, ¿cuál es la situación general de Kymco España tras el confinamiento?
El confinamiento ha sido particularmente difícil para nosotros, especialmente para nuestra red de concesionarios. Estos meses de parón han sido delicados. Tenemos una red de 58 concesionarios oficiales y ellos a su vez hacen distribución a los comercios minoristas en su provincia. En concreto, casi mil puntos de venta que dependen de ellos.
Esta capilaridad a nivel de coordinación y gestión ha sido bastante complicado. Teníamos contratos, entregas y financiaciones pendientes. Fuimos resolviendo caso a caso, muchos de ellos de forma telemática y virtual. Estos dos meses han sido una experiencia nueva con un golpe importante para todo el sector.
¿Y qué tal la vuelta a la actividad?
Está siendo sorprendente. En primer lugar, porque las previsiones que manejaban el sector y la marca eran ciertamente difíciles, de cautela, porque las primeras fases de la desescalada veníamos observando unos indicios que no tenían punto de comparación, referencia histórica.
Sin embargo, en las provincias que empezaron a recuperar la actividad comercial rápidamente comenzamos a observar un repunte de ventas muy importante. Desde la semana 21 registramos un crecimiento espectacular que se consolidó en la semana 22 (las dos últimas de mayo).
Llega el verano. ¿Cómo esperan que evolucione el mercado?
Es la pregunta clave desde el punto de vista comercial que nos hacemos nosotros y nos hace la red. Hemos tenido un junio muy bueno. Sentimos que julio mantiene la tendencia de la vuelta a la nueva normalidad y agosto es un mes de mucha incógnita.
La estacionalidad del sector en agosto ha cambiado desde la etapa final de la anterior crisis (2013-2014). Antiguamente era muy tranquilo, pero la tendencia ha variado. No es un gran mes, como julio, pero tiene bastante actividad.
Nuestro olfato nos dice que probablemente este agosto tenga más actividad comparado con el mismo periodo del año pasado.
¿Septiembre será la clave para ver hasta qué punto se recupera el sector?
Esta es la segunda pregunta clave. No solo septiembre es la clave para ver cómo podríamos mantener la actividad sobre todo en cuanto a proyección, sino que también va a ser un indicativo importante de dónde va a estar la segunda parte del año que representa la temporada baja para el sector.
Es posible que septiembre marque una pauta muy diferente con respecto al mercado que tenemos actualmente. Primero, porque entramos en la fase descendente de la estacionalidad. Segundo, porque los gastos a los que se enfrentarán las familias en esa época quizá hagan que se contraiga un poco más.
Kymco cumple 25 años en España en 2020 y aunque quizá no tiene tanto nombre como otras marcas ha conquistado el mercado español. ¿Qué tienen sus motos para haber logrado este éxito?
España es un mercado muy exigente. De hecho, es estratégico para la marca. Con las cifras del año pasado, Kymco España tiene la mayor cuota de todo el mercado europeo y por volumen solo está por debajo de Italia (al que nos acercamos muchísimo).
Esto habla de nuestro pequeño éxito. Después de 25 años, estamos en edad madura, no podemos pecar de inocencia de juventud y si nos equivocamos el castigo será severo.
Creo que Kymco tiene una cualidad importante, sobre todo para el consumidor, y es el factor calidad-precio. Hemos construido una imagen seria de un producto fiable y confiable.
Creo que Kymco tiene una cualidad importante, sobre todo para el consumidor, y es el factor calidad-precio. Hemos construido una imagen seria de un producto fiable y confiable. En este sentido no solo participamos nosotros, sino también toda la red que nos acompaña y ha hecho un gran trabajo de servicio y atención. Con sinceridad y honradez, creo que la “confiabilidad” es el atributo que mejor define a Kymco.
Incluso desde la vuelta a la normalidad han registrado un incremento del perfil femenino entre sus clientes.
Es el dato que más nos ha llamado la atención. Desde 2016 nos propusimos incrementar nuestra cartera de público femenino, para nosotros era muy importante tener este perfil.
El recorrido ha sido muy duro porque tienen que conjugarse muchos factores. En estos años años hemos conseguido incrementar en 5 puntos porcentuales el perfil femenino en la cartera de 125 cc, del 11 al 16,7%. A nivel de marca está en torno al 13%.
Una de las cosas que más nos ha sorprendido de las primeras semanas del desconfinamiento, semanas 21 y 22, fue el fuerte incremento del público femenino. Con los datos consolidados de todas las provincias hemos confirmado esta tendencia y sigue creciendo el porcentaje, lo que viene a confirmar que en nuestra marca es un hecho. Además, la comparativa con respecto a 2019 nos sigue dando alegrías.
¿En qué medida ha cambiado la movilidad urbana?
Ha cambiado muchísimo. Kymco es una marca, en general, de motoristas y no de moteros, ya que el 70% de nuestra gamas son motos de 125 cc y estamos dirigidos al target motorista que busca una herramienta de movilidad personal.
Tanto nuestra gama como nuestro entorno ha cambiado muchísimo. Concretamente, los que estamos en Madrid hemos vivido todos los cambios en cuanto a uso del vehículo privado (coches y motos) en los últimos cinco-seis años. Madrid Central es un ejemplo muy claro.
En ese sentido, el 125 cc gracias a la facilidad de acceso en la compra ha tenido un crecimiento importantísimo. Tanto este vehículo como este tipo de usuario ha contribuido de forma importante a la movilidad en las ciudades.
Usted tiene contacto constante con Asia. ¿Ha podido anticipar alguna tendencia en el uso de la moto?
Una de las cosas que vimos en Asia después del confinamiento fue precisamente el aumento del uso y venta de motos en diferentes países (Taiwán, China, Japón y el sudeste asiático).
Cuando observamos esos datos no pensamos que pudieran replicarse aquí porque son naciones muy motorizadas y hay grandes diferencias culturales. Quizá no en la misma escala, pero sí se ha producido cierta similitud.
Esta semana el sector ha recibido con cierta sorpresa la entrada de las motocicletas en el Plan Renove 2020 con una partida de 5 millones de euros. ¿Qué les ha parecido?
Era una reivindicación que el sector llevaba pidiendo desde hace tiempo. Ha sido una sorpresa muy positiva para el sector. Son cinco millones de euros por los que estamos muy agradecidos.
Aproximadamente se podrían beneficiar del Plan Renove 2020 unos 12.000 usuarios; 400 euros pueden parecen poco, pero en las motos de 125 de gama media es una ayuda considerable
y teniendo en cuenta el perfil de estos nuevos clientes que están accediendo a nuestros vehículos creo que lo van a agradecer muchísimo. Muchos de ellos, en circunstancias anteriores, probablemente no se habrían planteado la compra.
El Plan Renove alivia muchísimo la parte económica. 400 euros pueden parecen poco, pero en determinados tipos de producto como puede ser una 125 de gama media -con un precio medio de 2.500-3.000 euros- es una ayuda considerable.
Estas ayudas no solamente incentivan a los vehículos nuevos sino que también al vehículo de ocasión para que se regenere el parque móvil y que tengamos una mayor limpieza (tanto de emisiones como de seguridad y ruidos) en la circulación.
¿Qué le pediría al Gobierno?
Para empezar, no son tiempos de pedir. Da cierta aversión. Sabemos que todos los sectores están pasando situaciones muy delicadas. No obstante, hablando del Plan Renove, sí que pediría la inclusión del ciclomotor (50 cc).
Es un mercado pequeño por volumen de venta comparado con 125 cc. Su uso está centrado en poblaciones periféricas y pueblos para un traslado en distancias muy cortas. Además, es un vehículo accesible a todos los públicos que es muy cómodo por su precio y escaso consumo.
En el caso de Kymco, nuestro perfil principal de usuarios de ciclomotor son varones mayores de 45 años. Muchos de ellos tienen carné para conducir una moto de mayor cilindrada, pero les resulta más cómoda una de 50 cc.
Por tanto, el ciclomotor cumple una función social importante teniendo en cuenta los ingresos y necesidades de ese perfil y creo que incluirlo le habría ayudado mucho de forma directa y real. Eso es lo único que hubiera pedido en el Plan Renove 2020.
Con respecto a la normativa Euro5, ¿cree que debería haber una prórroga por el impacto del Covid-19 en la economía?
Es un problema serio. Ahora estamos en plena oferta comercial (entre el 4 de mayo y el 31 de agosto) y esto viene por un motivo: hemos sufrido un parón y necesitamos reducir stock. Cuando iniciamos esta campaña, teníamos calculado (con una rebaja en las previsiones incluida) en torno a unas 6.300-6.400 unidades de excedentes. Sabíamos que no las íbamos a vender, con lo cual iba a ser un problema importante.
Solo el coste de automatricular estos vehículos supera el millón de euros más todo lo que supone su financiación, además del propio descuento como km 0 que se tenía que vender el año que viene. La situación era muy conflictiva.
Euro5 parece que se mantiene. No habrá moratoria. Ahí no hay problema porque las marcas ya estábamos preparadas. El mayor problema reside en las motos fin de serie Euro4. A partir del 1 de enero del año que viene solo podemos vender el 10% de los modelos Euro4 vendidos en 2019 y 2020.
Tenemos un problema importante con las unidades Euro4, aunque esperamos cierta flexibilidad de Europa
Lo que sí es probable es que haya cierta flexibilidad en cuanto al cálculo de ese volumen y aumenten un poco el porcentaje. Es posible y espero que así ocurra porque el alivio va a ser muy importante. Con todo, gracias a las ofertas que tenemos ahora mismo, de esas 6.400 unidades hemos bajado el stock a 3.000 motos.
Mirando al futuro, ¿en qué punto se encuentra el desembarco en España de su modelo eléctrico RevoNEX?
Hace apenas unas semanas hemos registrado nuevas patentes relacionadas con el modelo RevoNEX. En ese sentido, el proyecto está bastante avanzado. Tiene mucho que ver con la inauguración el año pasado de la nueva fábrica de la marca en China, que ha sido nuestra mayor inversión en toda nuestra historia.
El lanzamiento de este proyecto estaba preparado para 2021, no solo en la gama de motocicletas sino también de scooter eléctricos. Cada país tenía que sopesar las oportunidades en su mercado.
Nosotros teníamos previsión de lanzarlo en 2021. Sin embargo, en este momento el proyecto está en pausa porque nuestras máximas prioridades han cambiado. Ahora son el desafío de fin de serie Euro4 y el desafío comercial de Euro5 porque somos conscientes de que vamos a entrar en un mercado con un consumo más deprimido de lo que habíamos proyectado a finales de 2019 para este año y 2021.
De la misma manera, ¿las grandes ciudades españolas están preparadas para la moto eléctrica privada?
Es verdad que a mayor infraestructura mayor facilidad para la supervivencia de ese ecosistema. Sin embargo, también es cierto que prácticamente todas las administraciones públicas están pensando ahora mismo en puntos de recarga exclusivamente para los coches. Por su formato y volumen de batería es bastante difícil que se adapten a una motocicleta. Sería como llenar una piscina de plástico con una manguera de bomberos.
Por lo tanto, yo creo que el sector de la moto si quiere tener éxito en la movilidad urbana eléctrica tiene que buscar la manera de no ser dependiente de estos puntos de recarga. En este camino es donde estamos nosotros y prácticamente todas las marcas. Eso exige estudiar muy bien el concepto de vehículo porque siempre hablamos de autonomía y potencia, y una Kymco no es un Tesla, no caben las mismas baterías.
El desarrollo de la infraestructura es imprescindible. Sabemos que va a costar porque es una inversión de muchísimo dinero para cualquier administración pública y tenemos que pensar la manera de ser casi independientes a ella.
¿Cuál es el objetivo comercial de Kymco España para este año?
Hemos tocado mucho el plan de previsiones. Los dos meses de parón han sido un golpe difícil que no vamos a poder prorratear en los siguientes. En junio tuvimos un crecimiento espectacular. En la segunda mitad del año podemos tener una tendencia diferente por la situación coyuntural del consumo.
Prevemos que para todo el mercado de las motos va a cerrar el año con caídas respecto a 2019. Es lógico. Dentro de esa caída, en Kymco esperamos mantenernos en torno a las 14.000-15.000 unidades vendidas por las casi 18.000 del año pasado. Es un reto difícil.
No obstante, si no llegáramos a estos niveles tampoco tendría una repercusión muy negativa. No significaría que lo hemos hecho bien o mal, sino que a nivel coyuntural el mercado está un poco más deprimido después del verano que nuestra propia proyección.