Después de que hace más de un mes anunciara su intención de solicitar un rescate al Gobierno, Duro Felguera ha decidido formalizar su solicitud para adherirse a las medidas contempladas en el fondo de rescate del Gobierno para empresas estratégicas, según ha hecho público hoy, 25 de agosto, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La multinacional asturiana quiere adherirse al fondo de rescate aprobado por el Gobierno para salvar a empresas estratégicas golpeadas por la crisis y así lo ha decidido por unanimidad su consejo de administración, que también solicita el apoyo del Principado de Asturias, con el objetivo de poder seguir desarrollando su actividad pese al impacto de la pandemia de la Covid-19.
"Duro Felguera ha aprobado, por unanimidad, formalizar la solicitud de las medidas de apoyo público temporal, como instrumento de último recurso, de acuerdo a lo previsto en el Real Decreto-Ley 25/2020, de 3 de julio, de medidas urgentes para apoyar la reactivación económica y el empleo, así como en la Orden PCM/679/2020", publica este martes la CNMV.
La compañía toma esta decisión en medio de un difícil entorno en el que, entre otras cosas, se han visto obligada a provisionar 10 millones de euros, para hacer frente a la pandemia, con una fuerte caída del beneficio hasta registrar unas pérdidas de 9 millones.
A todo ello hay que sumar una crisis interna que, como explicó Invertia, se saldó con la decisión de José María Orihuela, CEO de Duro Felguera, de despedir a su número dos, Javier García Laza, y al director de recursos humanos, Alfonso Gordón. Dos directivos de su máxima confianza que, según el comité de los trabajadores, han sido despedidos por ser "discrepantes" con la gestión de Orihuela.
El pasado 22 de julio la compañía ya anunció su intención de acogerse a ambas medidas con el objetivo de seguir desarrollando su actividad pese al impacto de la pandemia de la Covid-19. Así, Duro Felguera tiene intención de "afianzar" las actividades "tradicionales" de la empresa, "reformular" las actividades internacionales hasta la fecha e "impulsar" nuevas líneas de negocio en las que encuentra potencial, como la digitalización y la economía verde.
"Dificultades para su normal actividad"
"El consejo ha constatado que, como consecuencia del impacto económico derivado de la pandemia, la compañía está atravesando dificultades para mantener su normal actividad", subrayó la firma el pasado 22 de julio.
"El consejo de administración, al dar este paso, también reafirma su convencimiento de que esta decisión no sólo no contradice, sino que puede ayudar a la necesaria incorporación de todo el capital privado que esté dispuesto a comprometerse con el proyecto industrial a largo plazo de la compañía", agregó.
A principios de julio, el Gobierno central aprobó la creación del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, dotado de 10.000 millones de euros y gestionado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
El fondo se articula a través de distintos instrumentos como la concesión de préstamos participativos, la adquisición de deuda subordinada o la suscripción de acciones u otros instrumentos de capital. El importe de los dividendos, intereses y plusvalías que resulten de las inversiones que se realicen se ingresarán en el Tesoro Público.
Según explicó el Gobierno, el fondo está dirigido a sociedades que atraviesen severas dificultades de carácter temporal como consecuencia de la situación generada por la Covid-19 y que sean consideradas estratégicas por diversos motivos, como su impacto social y económico, su relevancia para la seguridad, la salud de las personas, las infraestructuras, las comunicaciones o su contribución al buen funcionamiento de los mercados.
La compañía asturiana registró unas pérdidas de 9 millones de euros hasta marzo tras anotar una provisión de 10 millones de euros en los resultados del primer trimestre del año por el escenario de incertidumbre generado por la crisis sanitaria del coronavirus. La facturación se redujo casi a la mitad, hasta 45,5 millones de euros.