No todos los jugadores de fútbol triunfan como empresarios. Sino que se lo digan a Raúl González Blanco. El proceso concursal de la empresa Europa Scar Sport, creada por el exjugador y capitán del Real Madrid, ha llegado a su fin. El Juzgado número 7 de lo Mercantil de Madrid ha cerrado su auto concursal y, por tanto, ha puesto punto final a la turbulenta aventura empresarial del actual entrenador del Castilla.
“Se declara la conclusión del concurso de acreedores, el cese de las limitaciones de las facultades de administración y disposición subsistentes sobre el deudor, la extinción de la sociedad y el cierre de su hoja en el Registro”. Así consta en una de las ediciones del Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) de la pasada semana.
El concurso se cierra por insuficiencia de la masa activa, es decir, el deudor no tiene suficiente patrimonio con el que pagar a los créditos de sus acreedores.
Constituida en marzo de 1996, Europa Scar Sport aparece en el registro mercantil con un doble objeto social: la compraventa de bienes inmuebles y su explotación mediante contratos de arrendamiento o de cualquier otra forma, y la coordinación y explotación de derechos de imagen, su publicación y transmisión de las mismas, visuales o por fonía mediante la mediación entre las personas interesadas en dicha transmisiones y las personas, actos y actividades que sean objeto de dicha utilización de imagen.
Dentro de la empresa, también constaba como administradora única su madre, María Luisa Blanco, y como apoderado su cuñado, Carlos Redondo Sanz, hermano de su mujer, Mamen Redondo.
Su actividad según la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) se corresponde con el dígito 6420, el de ‘Actividades de las sociedades de holding’. Sin embargo, es su aventura energética la que puso fin a su carrera como empresario.
Concurso de acreedores
A finales de 2016, la justicia madrileña aceptó la petición de Europa Scar Sport de entrar, de forma voluntaria, en suspensión de pagos dados sus problemas de viabilidad y su incapacidad para cumplir con sus obligaciones de pago.
¿Qué ocurrió? Años atrás, Raúl se asoció con la empresa Aurantia y adquirió un 20% del capital de Cadmos Energías Renovables para montar una fábrica de paneles solares en Cádiz. Cadmos solicitó en 2009 un crédito de 35 millones al banco Credit Suisse que todos los socios se comprometieron a devolver.
Pero salió mal y el proyecto de sociedad para lanzar la fábrica fracasó. La compañía dejó unas deudas de 13,8 millones. De ellos, 9,3 millones corresponden a la deuda contraída con los socios en el fallido proyecto fotovoltaico de la Bahía de Cádiz.
De hecho, el juzgado de instrucción número 41 de Madrid llegó a investigar si el jugador había podido cometer un delito de alzamiento de bienes al vaciar Europa Scar Sport para no tener que responder a las deudas de esta sociedad.
El año pasado, un juzgado mercantil de Madrid dictaminó que la quiebra de Europa Scar se debió a circunstancias meramente económicas y no a conductas achacables a la gestión. Según el auto, recogido por algunos medios nacionales, el juzgado sigue el criterio de la fiscalía y de la administración concursal sobre el origen de la situación de insolvencia y declara fortuito el concurso de acreedores de la compañía.
Y ahora, su auto concursal cierra este capítulo empresarial negro del excapitán de la Selección española de fútbol. No obstante, Raúl aparece como apoderado de dos empresas: Radlin Develops (para activos inmobiliarios) y Europa Scar Sport Imagen.