A principios de semana el Wall Street Journal avanzaba que el Ejecutivo Biden estaría considerando exigir a las compañías tabacaleras que reduzcan la nicotina en todos los cigarrillos que se venden en EE. UU. hasta fijarlos en niveles en los que ya no sean adictivos.
Según fuentes cercanas al asunto citadas por el diario económico, el Gobierno está planteándose reformar la política existente para la venta y distribución de tabaco y productos derivados. El principal objetivo es reducir la sustancia química en los cigarrillos a niveles no adictivos o mínimamente adictivos, con el objetivo de ayudar a millones de estadounidenses a dejar de fumar o, en su defecto, cambiar su consumo por el de alternativas menos dañinas como chicles y pastillas de nicotina o cigarrillos electrónicos.
La nicotina es el componente adictivo de los productos de tabaco, pero no es lo que los hace mortales, según la Agencia de Drogas y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) de EE. UU. Es la mezcla de sustancias químicas que se encuentran en los cigarrillos la que causa enfermedades pulmonares graves como el cáncer y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, dice la agencia. El organismo federal destaca además que el consumo de tabaco causa más de 480.000 muertes en el país cada año, aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, es una de las principales causas de enfermedad cardiovascular y representa una de cada tres muertes por cáncer en EE. UU.
De llegar a implementarse, estos cambios reflejarían las políticas consideradas anteriormente por el ex director de la FDA, Scott Gotlieb, cuyas recomendaciones se dejaron de lado desde que este abandonó el cargo en 2019. Bajo su dirección, el regulador federal adoptó una postura de línea dura contra el aumento del uso de cigarrillos electrónicos, particularmente entre los jóvenes estadounidenses, y amenazó con retirar todos los cigarrillos electrónicos del mercado a principios de 2019.
Cabe destacar que, de llevarse a cabo, dicha reforma coincidiría con otra decisión de calado que Biden tendrá que tomar en las próximas semanas y que podría suponer un golpe en la línea de flotación de las tabacaleras que operan en el país: la de decidir si prohibir o no los cigarrillos mentolados.
Cigarrillos mentolados
Esta medida va enfocada a frenar el consumo de tabaco entre los jóvenes, muchos de los cuales comienzan con productos mentolados. De hecho, la mayoría de los fumadores comprendidas entre los 12 y los 17 años, consumen cigarrillos con sabor a menta, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC). La FDA ha adelantado que dará a conocer sus intenciones respecto a la regulación del tabaco mentolado antes del 29 de abril, fecha en la que vence el plazo para que la agencia federal se dé respuesta a una demanda judicial interpuesta por un ciudadano particular y respaldada por varias asociaciones médicas y socio-culturales como el African American Tobacco Control Leadership Council, la American Medical Association, la American Public Health Association y otras agencias de salud líderes.
Lo cierto es que la industria del tabaco ha sido objeto de regulaciones cada vez más estrictas durante décadas. Impuestos más altos y el aumento de campañas de concitación sobre las implicaciones del tabaco para la salud han reducido significativamente las tasas de tabaquismo y el volumen de consumo en el pasado. Estas políticas más restrictivas cuentan con el apoyo de la mayoría de los legisladores,
incluidos los del Caucus Negro del Congreso, que apoyan la prohibición de los cigarrillos mentolados.
A cierre de esta edición, tanto la Casa Blanca como la FDA han preferido no hacer declaraciones al respecto.
Batacazo bursátil
A raíz de la noticia, el precio de las cotizadas del sector se desplomó a última hora del lunes, con valores como British American Tobacco Plc o Altria Group Inc abriendo a la baja en las principales plazas bursátiles.
El productor de Marlboro, Altria Group Inc., se dejó hasta un 6,9% en el parqué el martes, perdiendo más de 11.000 millones de dólares en valor de mercado desde el viernes. British American Tobacco Plc cayó hasta un 8,3% en Londres el martes.
Un portavoz de Reynolds American Inc., propietario de las marcas Newport y Camel, dijo en declaraciones recogidas por los principales medios estadounidenses que "existen mejores herramientas para mejorar la salud pública", que buscar niveles más bajos de nicotina en los cigarrillos. Por su parte, desde Altria, dueño de Malboro, apuntaron que “Cualquier acción que tome la FDA debe basarse en la
ciencia y la evidencia y debe considerar las consecuencias en el mundo real de tales acciones, incluido el crecimiento de un mercado ilícito y el impacto en cientos de miles de puestos de trabajo, desde la granja hasta las tiendas locales en todo el país.”
Amenaza al mercado
El mercado mundial de cigarrillos representa el 88% de la industria del tabaco y lleva en declive años,luchando por salvar la caída del volumen de ventas con subidas parciales de ingresos. se caracteriza por un volumen de ventas decreciente que se recupera parcialmente por aumentos de precios que generan ingresos esperados de más de 777 mil millones de dólares estadounidenses para 2025, lo que representa aproximadamente el 88% del valor total de mercado de los productos de tabaco.
Según Statista, la mayor parte del crecimiento en el sector, sin embargo, se puede atribuir a productos novedosos con riesgo reducido que pueden clasificarse en términos generales como productos de vapeo o cigarrillos electrónicos (por ejemplo, Juul) y como productos de calor no quemado (por ejemplo, IQOS). Así lo confirman los datos de un reciente estudio de mercado de Grand View Research, que revela que el segmento de productos de tabaco de nueva generación será el segmento de más rápido crecimiento, con una tasa compuesta anual del 2.8% entre 2021 y 2028.
La creciente necesidad de llevar un estilo de vida saludable ha disparado el interés de los consumidores de todo el mundo en productos de tabaco menos dañinos que los cigarrillos. El mercado de América del Norte está ganando impulso en este nicho, según Grand View Research, y la industria tabaquera espera beneficiarse de “un crecimiento prometedor en cuanto a demanda de productos de nueva generación”, atribuible al aumento de los ingresos disponibles del consumidor, el número creciente de novedades y la disponibilidad de productos de calidad superior.
Según el último análisis sectorial disponible de Statista, se espera que se produzca una cierta estabilización de estas pérdidas en los próximos años (los últimos datos públicos disponibles indican que la venta mundial de cigarrillos generará más de 777.000 millones de dólares en 2025.)