Los negocios centenarios de Madrid siguen sufriendo los efectos de la Covid. Tras 14 meses aguantando, la mítica pastelería Viena Capellanes -fundada en 1973- ha anunciado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por causas productivas que afectará, como máximo, a 280 trabajadores de los más de 600 que conforman la plantilla.
El teletrabajo está detrás de una de las razones por las que la histórica pastelería ha tomado esta decisión. Y eso que en sus casi 150 años de existencia han hecho frente a muchas adversidades, como la Guerra Civil o la postguerra; pero siempre han conseguido salir adelante (algo que también pretenden tras aplicar el ERE).
Lo hizo cuando el fundador, Matías Lacasa, murió sin descendientes y su mujer llamó a sus sobrinos, el famosos escritor Pío Baroja y su hermano Ricardo, para que la ayudaran a seguir con el negocio. A pesar de las dificultades económicas y de la diversidad de intereses de los dos hermanos, la empresa salió adelante y se abrieron varias sucursales.
A este progreso contribuyó en buena medida un joven aprendiz, Manuel Lence, quien después compraría el negocio. Este emprendió arriesgadas iniciativas, como la de subarrendar algunas de las tiendas en un sistema parecido al de las actuales franquicias. También introdujeron panes especiales para enfermos y diabéticos, chocolates, café, fiambres y toda una gama de productos de pastelería.
Tras sobrevivir a la Guerra Civil y la postguerra, la empresa se vio obligada a adaptarse a los tiempos modernos emprendido una importantísima renovación. El punto de partida fue la reforma, en el año 1993 de uno de los establecimientos más emblemáticos de la cadena, el ubicado en la calle Génova 4. A partir de ahí se fueron reformando todos establecimientos y abriendo nuevos locales, hasta casi triplicar los que existían a principios de los años 90, según cuenta en su web.
También se metieron de lleno en el mundo de la hostelería con un pequeño salón restaurante en la sucursal de Génova 4, y posteriormente con la participación en el proyecto del Café Restaurante Viena. Luego abrieron el servicio de catering y el servicio a domicilio. Un servicio con el que habían conseguido colarse en todos los catering de empresas en la capital.
La última línea de negocio desarrollada por la Empresa está dirigida a la apertura de puntos de venta (llamados Córner Viena) de sus productos dentro de centros de trabajo con alta densidad de empleados, un modelo de mini tiendas Viena Capellanes, donde se ofrece un servicio personalizado y de alta calidad.
Culpa del teletrabajo…
Y es precisamente en estas líneas de negocio donde más ha sufrido con las crisis de la Covid. Lence ha explicado que sus clientes de córner ya han cerrado definitivamente 10 puntos de venta y otros muchos han advertido de la ampliación definitiva del teletrabajo, "lo que hace inviable el futuro retorno".
"Pero esto no sólo nos afecta directamente en córner: lo mismo ocurre en muchas de las oficinas públicas y privadas, así como en los negocios de los entornos de nuestras tiendas, que están desapareciendo o reduciendo el número de días que trabajan presencialmente de manera definitiva (disminuyendo con ello la afluencia de público a nuestros locales) y en la gran mayoría de nuestros clientes de catering, que ha hecho desaparecer casi totalmente el negocio de empresas", resume Lence.
Además, ha proseguido, todas estas medidas tienen un efecto indirecto en las áreas de producción, distribución y administración del grupo, cuya actividad se ha visto "drásticamente disminuida".
"Las personas afectadas finalmente por el ERE estarán acompañadas durante el proceso tanto por un proveedor externo altamente especializado en recolocación como por el propio Departamento de Recursos Humanos de Viena Capellanes", ha subrayado Antonio Lence.
El equipo directivo y la familia Lence han afirmado que este ERE es una "decisión especialmente dolorosa" tras casi 14 meses de "agotadora lucha por sobrevivir", en los que se han potenciado al máximo las acciones comerciales y desarrollado nuevas líneas de negocio, además de acometer la apertura de tres nuevas tiendas con el fin de potenciar la actividad perdida en los últimos meses.
La compañía insiste en que se ve obligada a realizar este ajuste para poder garantizar su supervivencia y adaptarse a la situación del mercado actual y futura, manteniendo el máximo número de puestos de trabajo posibles.