Hemos visto cómo la pandemia ha impulsado la digitalización en prácticamente todos los ámbitos de la vida. En el sector financiero, dada la velocidad con la que ha evolucionado la tecnología para realizar pagos u operativas bancarias con disponer tan solo de un teléfono móvil, se han desarrollado herramientas que simplifican la manera de crear este tipo de aplicaciones. Se trata de las plataformas low-code, que permiten construir canales digitales de negocio de forma rápida sin necesidad de escribir código.
“La tecnología low-code permite reducir los tiempos de implementación y reducir la cantidad de programadores que se necesitan para desarrollar aplicaciones”, explica Marcelo Fondacaro, director comercial de Veritran, compañía global que acelera la construcción de canales digitales a través de su plataforma low-code: “En Veritran desarrollamos acciones de front-end (la conversión de los datos en una interfaz visual con la que los usuarios puedan interactuar) para crear el online banking, mobile banking, wallets o métodos de pago, y lo que hacemos es acelerar esos procesos”.
La tecnología de Veritran ha permitido a muchos bancos impulsar su transformación digital, mejorando los tiempos de implementación y costes del desarrollo de aplicaciones. “Muchos bancos desarrollan internamente sus canales digitales, pero creemos que es momento para que tecnologías como la nuestra sean utilizadas para ser más rápidos”, apunta Fondacaro.
De hecho, tan fuerte será el impacto de estas plataformas que la consultora Gartner prevé que para 2023, el 50% de las empresas medianas y grandes habrán adoptado a la tecnología low-code como una plataforma de aplicación estratégica.
Una aplicación móvil tiene que estar pensada para que cualquier persona lo pueda usar
Después de una consolidada trayectoria en Latinoamérica, donde ha reunido una cartera de reconocidos clientes, la compañía desembarcó recientemente en España, en mayo del año pasado. Una decisión no sin riesgo para cualquier empresa que busca expandir su negocio en plena crisis económica provocada por la emergencia sanitaria. “Es un desafío importante trabajar en pandemia. Tenemos bancos españoles, como BBVA, que son clientes nuestros en otros países y estamos haciendo el desarrollo para que nos conozcan y mostrar los beneficios del low-code”, comenta el CCO de Veritran.
Facilitar la experiencia de usuario
Cuando Veritran empezó su actividad, hace más de una década, el uso que se le daba a los móviles ni se acercaba a la situación actual. Fondacaro recuerda que, entonces, “con las aplicaciones móviles a veces no sabías si la iba a usar todo el mundo, si solo los jóvenes porque los mayores no usaban un teléfono móvil…” Eso hace 16 años, porque hoy en día, un teléfono móvil lo tiene todo el mundo. “Una persona muy joven y un abuelo están utilizando el teléfono para comunicarse y es algo que la pandemia aceleró. Gente mayor que nunca en su vida había podido acceder a una computadora, porque era muy complejo hacer cualquier cosa, hoy en un teléfono lo hacen. Ven vídeos, hablan por whatsapp, hacen una videoconferencia. Y eso es porque el medio está preparado para que pueda ser utilizado por cualquier persona”.
“Es por eso que en la industria es necesario considerar que cuando hacemos una aplicación móvil, también tiene que estar pensada para que cualquier persona la pueda usar”, declara Fondacaro. La experiencia de usuario es el principal parámetro a tener en cuenta, ya que “si haces una app de banca móvil con 350 funcionalidades y 5 passwords distintos para poder acceder, la gente se pierde. Nosotros vimos un auge muy fuerte con las wallets, porque son aplicaciones muy simples… Y estamos viendo que muchos abuelos las usan porque ponen su cara, su huella, hacen clic y realizan el pago”.
Actualmente, todos los bancos piensan en ser 100% digital
Una wallet es una aplicación móvil desde la cual el usuario puede administrar su dinero y realizar pagos de forma sencilla. Es una herramienta que ha demostrado ser muy útil en la inclusión financiera por la facilidad de acceso: a veces solo es necesario disponer de un número de teléfono para activarla. Veritran, por ejemplo, se situó como socio tecnológico de importantes instituciones en Argentina o Guatemala para el desarrollo de wallets digitales, ya que este tipo de aplicaciones son muy populares en Latinoamérica, donde su uso creció un 180% en 2020, según datos de la Federación Latinoamericana de Bancos.
Además de aplicaciones como las wallets, el año pasado “brillaron los pagos digitales: a distancia, sin contacto. Hemos visto muchos cambios, ahora el open banking es un elemento que se ha fortalecido mucho. Y también hubo muchos temas de seguridad que hubo que tener en cuenta”, comenta el CCO de Veritran, como el uso de datos biométricos (huellas dactilares, reconocimiento facial o de retina).
El low-code se extiende a otros sectores
“La necesidad de transformación digital en el mundo en el que vivimos hoy se ha convertido en una cuestión de supervivencia para muchas industrias. Actualmente, todos piensan en ser 100% digital, y este pensamiento ha llegado para quedarse”, asegura Marcelo González, fundador y CEO de Veritran.
En plena oleada de transformación digital, acelerada también por la pandemia, la compañía apostó por España para su desembarco europeo por las grandes oportunidades a la hora de potenciar la digitalización del sector financiero en el continente, y quizá de otros mercados. Fondacaro explica que “en España y en Europa vemos que hay un foco muy fuerte en el open banking y en el mundo hipotecario. Ahí Veritran está buscando partners para co-crear soluciones específicas para préstamos hipotecarios.”