Amazon ha estrenado nuevo consejero delegado coincidiendo con el vigésimo séptimo aniversario de su fundación. Desde el 5 de julio de 2021, Andy Jassy figura oficialmente como director ejecutivo de la empresa en la página de relación con inversores, mientras que Bezos lo hace como presidente ejecutivo. Este cambio fue anunciado en una junta de accionistas celebrada el pasado mes de mayo.
Lo cierto es que no se esperan grandes cambios en la gestión del día a día de la empresa. Jassy no solo es un veterano de Amazon sino que ha sido el protegido de Bezos desde que se convirtiera en su ‘sombra’ en 2003, para tomar las riendas del negocio más lucrativo del grupo, Amazon Web Services (AWS).
A finales de 2020, AWS controlaba alrededor de un tercio del mercado total global de computación en la nube, según Synergy Research, o lo que es lo mismo, casi tanto como sus principales rivales - Microsoft y Google - juntos. Como dato curioso, cabe destacar que la trayectoria de Jassy es similar a la del actual CEO de Microsoft, Satya Nadella, quien anteriormente dirigía Azure, el negocio de la nube de la empresa fundada por Bill Gates.
No obstante, nadie duda de que esta transición marque un momento reseñable para Amazon, que ha tenido el mismo CEO durante toda su existencia. Bajo el liderazgo de Bezos, la empresa ha pulverizado récords de ventas, capeado la crisis de las puntocom y liderado la revolución digital con sus servicios de tecnología en la nube. El fundador de Amazon deja además un legado en cuestión de liderazgo e innovación digno de estudio.
La regla de las dos pizzas
Al poco de constituir Amazon, Jeff Bezos instituyó su famosa regla ‘de las dos pizzas’ de manera que todos los equipos y reuniones internas fueran lo suficientemente pequeñas como para poder comer con dos pizzas. El objetivo nunca fue reducir costes, sino fomentar la eficiencia y el crecimiento a escala.
Mientras la primera razón puede parecer más obvia (un equipo más pequeño dedica menos tiempo a gestionar la planificación y a mantener informado a todo el mundo y más tiempo a hacer lo que hay que hacer), la verdadera genialidad de esta regla es que consigue que un mayor número de grupos reducidos, muy enfocados a tareas o proyectos concretos, trabajen juntos para lograr sus objetivos, sobre todo a medio y largo plazo.
Nada de PowerPoint
En 2019, Bezos prohibió el uso de presentaciones de PowerPoint en las reuniones internas de la empresa, insistiendo en que todos los asistentes a dichas reuniones debe de comenzar con 30 minutos dedicados a leer ‘documentos informativos’ enfocados en áreas muy concretas a tratar y que ofrecen un plan detallado de cómo acometer el proyecto en cuestión.
Todo comenzó en junio de 2004, cuando Bezos prohibió el uso de PowerPoint entre su equipo directivo. En lugar de presentaciones, Bezos comenzó a compartir memorandos de entre dos y seis páginas. El correo electrónico original en el que el propio Bezos explica su decisión destaca que “La razón por la que escribir un buen memorando de cuatro páginas es más difícil que 'escribir' un PowerPoint de 20 páginas es porque la estructura narrativa de un buen memo obliga a pensar mejor y comprender mejor qué es más importante que qué y cómo se relacionan las cosas. Las presentaciones al estilo de PowerPoint de alguna manera dan permiso para pasar por alto las ideas, aplanar cualquier sentido de importancia relativa e ignorar la interconexión de las ideas" (el texto íntegro es parte del libro de Ram Charan y Julia Yang titulado “The Amazon Management System”.)
Crecer 'a golpe de volantazo'
Para muchos expertos en estrategia empresarial, lo más destacable del éxito de Amazon no es su liderazgo en el sector del comercio electrónico, sino su capacidad para conseguir crear empresas y ayudarlas a vender cosas nuevas.
Dentro de Amazon se conoce este enfoque como el del ‘giro de volante’: Amazon toma la escala y / o el ritmo que puede sofocar a una multinacional al uso y la utiliza para proporcionar un impulso cada vez mayor para respaldar todo su negocio. Cuanto más rápido gire el volante y cuanto más peso tenga en el sector, más difícil será detenerlo.
Más allá del Amazon de Bezos
Sin duda, uno de los mayores hitos de la época Bezos ha sido el llevar las acciones de Amazon desde los 1,50 dólares por título de su salida a Bolsa hasta el rango actual de cotización, que supera los 3,500 dólares por acción. Según las últimas cifras disponibles, la capitalización bursátil de Amazon es de más de 1.700 millones de dólares, lo que la convierte en una de las empresas más valiosas del mundo.
Además, las ganancias anuales de Amazon prácticamente se duplicaron en 2020 hasta alcanzar los 21.300 millones de dólares, impulsadas en gran parte por el boom de las compras online provocadas por la pandemia.
Pero el crecimiento imparable de Amazon no ha estado exento de polémica. La empresa se ha visto sometida a un creciente escrutinio en la última década, especialmente en lo que se refiere al pago de impuestos en todo el mundo o la recopilación y gestión de datos de sus usuarios. A esas cuitas hay que añadir las de la cruzada anti-monopolio que inició el gobierno de Donald Trump y que la nueva directora de la Comisión Federal de Comercio estadounidense nombrada por Joe Biden, Lina Khan, parece querer continuar. Cruzada de la que se han hecho eco los legisladores europeos, quienes siguen muy de cerca las prácticas empresariales de Amazon en el Viejo Continente.
Mientras, Amazon tiene que defender su posición de liderazgo de empresas como Walmart Inc, que va acortando distancias en materia de envíos y paquetería o Microsoft Corp. Con su agresivo plan de servicios en la nube para empresas, punto fuerte del AWS de Jassy.
Finalmente, Jassy y la nueva generación de directivos de Amazon tendrán que gestionar el auge del movimiento sindicalista entre sus trabajadores o la contratación y retención de trabajadores en un entorno post-covid cada vez más competitivo.
Por su parte, Bezos está apenas a días de cumplir su sueño y viajar al espacio a bordo de un cohete construido por Blue Origin el próximo 20 de julio. Al ya ex CEO de Amazon se le unirá su hermano, Mark Bezos, a bordo de la primera misión tripulada de la nave New Shepard. Lo hará con una espinita clavada: la de no ser el primero en la carrera espacial del sector privado, ya que uno de sus rivales, el multimillonario británico y fundador de Virgin Galactic, Richard Branson, se le ha adelantado al formar parte del vuelo de prueba del avión espacial VSS Unity, programado para el 11 de julio.